Las atarazanas de Barcelona escond¨ªan un ¡®tesoro¡¯ romano
La excavaci¨®n en el Museo Mar¨ªtimo ¡®rejuvenece¡¯ el edificio 300 a?os y localiza un mausoleo del siglo I
Es uno de los edificios m¨¢s singulares de Barcelona y uno de los m¨¢s antiguos, aunque ahora un poco menos. Los trabajos de reforma del edificio de las Reales Atarazanas han tenido un resultado que se podr¨ªa calificar de sorprendente.
Por una parte ¡ªsorpresa n¨²mero uno¡ª, los trabajos de excavaci¨®n en el interior de este edificio de 10.000 metros cuadrados, utilizado como arsenal de galeras de la Corona de Arag¨®n, han permitido conocer que la construcci¨®n actual, que impresiona por la esbeltez de sus arcos apuntados, no es del siglo XIII como se cre¨ªa hasta ahora, sino de finales del siglo XVI, y que tras el primer edificio se levantaron dos nuevos, con arcos cada vez m¨¢s anchos para facilitar la construcci¨®n de barcos de mayor tonelaje, por lo que fue imposible aprovechar la primera construcci¨®n, que se derrib¨®.
Por otra ¡ªsorpresa n¨²mero dos¡ª, el subsuelo escond¨ªa una peque?a joya romana: los vestigios de un mausoleo rectangular en el que han sido localizados restos de varios ciudadanos de Barcino que fueron incinerados en vasijas de cristal y que forman parte de una necr¨®polis de 36 individuos enterrados entre los siglos I y VI junto a la v¨ªa mar¨ªtima de acceso a la colonia, lo cual aporta nuevos datos de la l¨ªnea de costa.
Los responsables de la excavaci¨®n y el director del museo han presentado los resultados de los trabajos que han puesto patas arriba el edificio ¡ªha habido que envolver la galera real para protegerla¡ª desde 2010 y que est¨¢ previsto que concluyan a finales de este a?o. Las obras dar¨¢n paso a la adecuaci¨®n del edificio para que reabra como museo mar¨ªtimo en la primavera de 2014.
La tercera sorpresa derivada de los trabajos arqueol¨®gicos realizados en el edificio de las atarazanas de Barcelona en los ¨²ltimos dos a?os ha sido que la construcci¨®n medieval, que mand¨® levantar Pere II el Gran, estaba mucho m¨¢s cerca del mar que la que se puede ver hoy. ¡°Llegaba casi a la fachada del edificio de la Aduana¡±, aseguran los arque¨®logos I?aki Moreno y Esteve Nadal, que han realizado catas junto al paseo de Josep Carner que han demostrado que las naves g¨®ticas se prolongaban.
Barcelona, aunque pueda parecer extra?o, no tuvo un puerto propiamente dicho hasta el siglo XV (tal como se ve en el magn¨ªfico dibujo de Wyngaerde de 1563). Su construcci¨®n alter¨® la l¨ªnea de costa de tal modo que hizo que el edificio de las atarazanas, parte del cual estaba descubierto, sufriera los continuos embates del mar. Eso oblig¨® a desplazar el conjunto hacia la monta?a un siglo despu¨¦s y a construir unas instalaciones que acabaron sustituyendo a las primeras. ¡°El problema fue que el sistema arquitect¨®nico hab¨ªa funcionado tan bien que se copi¨® y no ha habido forma de saber qu¨¦ pertenec¨ªa a cada ¨¦poca¡±, apunta Moreno bajo uno de los arcos. ¡°La nueva dataci¨®n no deval¨²a el edificio, lo revaloriza¡±, explica el director del museo, Roger Marcet, durante la visita a las obras, que tienen un presupuesto de 17 millones de euros, 700.000 para la excavaci¨®n, que pagan la Diputaci¨®n, el Ayuntamiento y el Puerto de Barcelona. ¡°Ahora conoceremos con precisi¨®n las fases de construcci¨®n y tendremos que variar el discurso hist¨®rico y su importancia¡±, asegur¨®.
Que estos astilleros hab¨ªan sido importantes se sab¨ªa, ya que aqu¨ª se construy¨®, entre otros muchos barcos que surcaron los mares durante varios siglos, la galera de Juan de Austria, que capitane¨® la batalla de Lepanto en 1571 ¡ªde la que se exhibe una r¨¦plica a escala real¡ª, pero lo que habr¨¢ que reconsiderar, a partir de los ¨²ltimos datos, es el papel de esta instalaci¨®n en la corte de los Austrias. ¡°La remodelaci¨®n profunda que se hizo en el siglo XVI de estas atarazanas las convirti¨® en las m¨¢s importantes de la Pen¨ªnsula¡±, asegur¨® Marcet.
Los hallazgos han dado una ¨²ltima sorpresa: la localizaci¨®n de la estructura arquitect¨®nica de una perforadora de ca?ones utilizada en el siglo XVIII ¡ªcuando en el edificio se fabricaban armas¡ª que hasta ahora se conoc¨ªa por dibujos.
De todo lo encontrado: ung¨¹entarios de cristal y cer¨¢micas romanas, fragmentos de m¨¢rmol con inscripciones, 41 monedas romanas, medievales y modernas, los visitantes podr¨¢n ver, a partir de 2014, la gran atarazana del siglo XVI con los techos de madera y los sillares de piedra completamente restaurados; la base de algunos de los pilares medievales, lo que permitir¨¢ comprobar por d¨®nde discurr¨ªa el edificio del siglo XIII, y el mausoleo con algunas de las cinco urnas funerarias de vidrio, que se han conservado intactas despu¨¦s de 20 siglos, a menos de medio metro de ese suelo tan pisoteado.
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