Una mujer re¨²ne 90.000 firmas para que el banco no la desahucie de su piso
Debe abandonar la casa, en la que vive con su marido y sus dos hijas menores, el 22 de marzo A pesar haberse quedado con la vivienda, la entidad le reclama una deuda de 110.000 euros
Paola Angulo, colombiana de 33 a?os, casada y con dos hijas peque?as, acudi¨® ayer a la oficina de Deutsche Bank de la plaza del Ayuntamiento de Valencia para presentar una carta de apoyo respaldada por 89.962 firmas logradas por Internet con la que evitar su desahucio el 22 de marzo. Angulo pretend¨ªa negociar una alternativa a la expulsi¨®n de su casa o, al menos, que la entidad financiera le permitiese seguir viviendo en ella a cambio de un alquiler hasta que termine el curso escolar. El banco ya se ha quedado formalmente con su casa por un 60% del precio que la tas¨® al concederle el cr¨¦dito y le reclama, adem¨¢s, 110.000 euros. La mujer tuvo problemas, sin embargo, incluso para poder entrar en la oficina de la entidad.
¡°Hab¨ªa venido cinco veces para intentar hablar con el director, pero no me recib¨ªa¡±, comentaba. Ayer se present¨® acompa?ada de una veintena de personas de la Asociaci¨®n de Vecinos del Parque Alcosa de Alfafar, donde vive, y de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. "El vigilante de seguridad nos ha impedido el paso. A m¨ª me ha dicho que no pod¨ªa entrar porque llevaba puesta una chapa en la que pone Stop Desahucios. Me la he quitado y entonces ha dicho que solo pod¨ªan entrar los clientes", explic¨® Yolanda Prats, asesora jur¨ªdica de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
A la esquina lleg¨® un furg¨®n de la polic¨ªa, que no lleg¨® a intervenir, y Angulo y Prat consiguieron acceder al banco, aunque sin mucho ¨¦xito: "No nos han dejado entrar al despacho del director. Nos ha atendido de pie en el mostrador y nos ha dicho que la decisi¨®n no estaba en su mano, que lo pondr¨ªa en conocimiento del departamento jur¨ªdico correspondiente. Le hemos pedido que nos dijera qu¨¦ departamento era, para comunicarnos con ellos. Pero solo nos ha dado un n¨²mero de atenci¨®n al cliente, un 902¡±, cont¨® Prats.
La mujer quiere que se le condone la deuda y le dejen vivir en el piso con un alquiler social
La propuesta de la afectada por el desahucio era que el banco le permitiera quedarse en la vivienda pagando un ¡°alquiler social¡±. Una expresi¨®n que en el humilde contexto del Parque Alcosa, explic¨® Juli¨¢n Moyano, secretario de la asociaci¨®n de vecinos, equivale a un alquiler de mercado. Y que se le condonase la deuda ¡°para tener una segunda oportunidad¡±, afirm¨® Moyano.
La historia de Paola Angulo y su marido Marcelo, uruguayo, encarna en buena medida el auge y ca¨ªda de la econom¨ªa espa?ola. Paola lleg¨® a Valencia en 2001. En 2004 se cas¨® y tuvo su primera hija. En 2005 obtuvo la residencia legal. Ella (empleada de hogar) y su marido (construcci¨®n), y su hermana (hosteler¨ªa) ten¨ªan empleos indefinidos y decidieron comprar sendos pisos. La inmobiliaria les facilit¨® hipotecas a ella y a su hermana en las que cada una hac¨ªa de avalista de la otra. En 2008 perdieron sus empleos. En 2010 la CAM se qued¨® con el piso de su hermana, que volvi¨® a Colombia. M¨¢s tarde, Paola perdi¨® el suyo, y ahora carga con las deudas de las dos.
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