El pop exquisito de un hombre de leyes
Javier de Torres es un exitoso abogado. En sus ratos libres se sienta al piano, pone ¡°cara de canci¨®n¡± (seg¨²n sus hijos) y hace discos cultos e ingeniosos para minor¨ªas
El responsable de las canciones m¨¢s cultas, breves e ingeniosas del pop espa?ol es, atenci¨®n, un abogado. Ocurre que, a Javier de Torres (Madrid, 1965), no le gustan las actuaciones: su creatividad se expresa en discos exquisitos de sonido y presentaci¨®n. Su nueva entrega se titula Dow Jones no es un cantante (Boa) y ofrece un jugoso planteamiento de base: el acompa?amiento es obra de m¨²sicos cubanos expertos en boleros a la mexicana, el Tr¨ªo Sentimiento.
¡°Son tipos incre¨ªbles, que hasta hace poco giraban con Rafael Basurto, la voz de Los Panchos¡±. Que conste, avisa Javier, que la mayor¨ªa de las canciones tienen espinazo pop. ¡°Lo de componer un bolero comenz¨® como ejercicio de estilo, que repentinamente me trajo recuerdos de los discos que escuchaban mis padres¡±. A ¨¦l le emocionan las aventuras: para su antepen¨²ltimo trabajo, Las grandes ambiciones (2009), viaj¨® hasta Sof¨ªa, donde grab¨® con integrantes de la Orquesta Sinf¨®nica de Bulgaria: ¡°?bamos asustados pero resultaron musicazos, que hicieron varias tomas de cada arreglo¡±.
De Torres trabaja en el bufete Bercovitz Carvajal, donde est¨¢ especializado en propiedad intelectual. El tratar regularmente con artistas y discogr¨¢ficas le ha quitado cualquier ilusi¨®n sobre el mercado nacional: ¡°Con mis contactos, quiz¨¢s hubiera podido fichar por una multi, pero no doy el perfil: obedezco a mis propios ritmos. Con un raro como yo, el juego consiste en no perder demasiado dinero. Cierto que, si siguen bajando las ventas, en alg¨²n momento decidir¨¦ que es absurdo seguir sacando discos bonitos, grabados con medios¡±.
El planteamiento profesional de Javier de Torres resulta anatema para cualquier disquera, grande o peque?a: ¡°No disfruto tocando en directo, ?con lo bien que se est¨¢ en casa! La m¨²sica grabada fue uno de los grandes inventos del siglo XX, que no necesariamente te lleva a hacer giras. Son mis circunstancias personales, claro, pero s¨¦ de otros muchos que envidian mi postura, aunque sea econ¨®micamente suicida. Los m¨²sicos no, odian mi actitud: ellos necesitan los bolos¡±.
Bromea en las letras sobre su car¨¢cter de artista minoritario: ¡°Ve pensando un epitafio, me permito sugerir / Gloria a un cantautor maldito, tuvo un fan en el CSIC¡±. En realidad, r¨ªe, tiene noticia de varios fans en el CSIC. Sospecha que nunca le llegar¨¢n a escuchar la aristocracia del PP y los integrantes de la clase alta madrile?a, referenciados respectivamente en Gabana y Delilah es una gran canci¨®n: ¡°Soy un esp¨ªa en c¨ªrculos sociales que no son necesariamente los m¨ªos. Pero le echo mucha imaginaci¨®n. No conozco nada similar a El diablo en Medell¨ªn, donde un pijo hunde su matrimonio por un episodio sexual con la ni?era colombiana¡±.
Dow Jones no es un cantante tiene como preocupaciones principales la crisis y el paso del tiempo, ¡°lo de Gil de Biedma, ¡®Envejecer, morir, es el ¨²nico argumento de la obra¡¯. Supongo que soy un viejo precoz¡±. En otros discos, ha recurrido a la historia o la literatura: El corresponsal se refer¨ªa a los bombardeos de Madrid en 1937 y el ambiente fren¨¦tico en el hotel Florida; Detroit part¨ªa de Viaje al fin de la noche, de Celine. ¡°La canci¨®n no tiene el poder narrativo de la novela, el cine o incluso la cr¨®nica period¨ªstica. Pero te puede sugerir esos mundos¡±.
Se identifica con francotiradores como P¨¢jaro Sunrise, Se?or Mostaza, Quique Gonz¨¢lez. ¡°Aparte, me interesan las trayectorias de m¨²sicos que han tenido otras profesiones antes de triunfar. Kiko Veneno: funcionario en la Diputaci¨®n sevillana despu¨¦s de la ¨¦poca hippy, algo que imagino le dio equilibrio vital y conexi¨®n con la realidad. Y Jorge Drexler: otorrinolaring¨®logo de formaci¨®n. Espero que no se malinterprete pero tengo que decirlo: era extraordinario cuando bregaba contra la infelicidad, como en 12 segundos de oscuridad, aunque no querr¨¢ revivir esos sentimientos. Como sabemos por Joaqu¨ªn Sabina, la domesticidad puede ser fatal para hacer canciones vibrantes. ?C¨®mo dec¨ªa Antonio Machado? ¡®Se canta lo que se pierde¡¯. Es verdad¡±. De coraz¨®n poppy, tiene como modelo m¨¢ximo a Neil Finn, el neozeland¨¦s de Crowded House: ¡°Claro, no es casual que mi disco de versiones, Inspiraci¨®n vuelve (2011), comience con su Only talking sense¡±.
Felizmente casado, Javier de Torres tiene tres hijos que, ay, prefieren el hip-hop. ¡°Ellos toleran mi ensimismamiento con el piano y esos momentos en que, como dicen ellos, pongo ¡®cara de canci¨®n¡¯. Cambio hasta f¨ªsicamente: saco el cuello hacia fuera, me siento tenso, estoy poco comunicativo. Suena horrible contarlo as¨ª pero le¨ª unas declaraciones de Antonio Vega, en un libro de Bruno Galindo, que comparaba la urgencia de componer con, bueno, la necesidad imperiosa de ir al ba?o. Es exactamente as¨ª¡±.
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