Mala imagen
"La mala imagen de la Comunidad Valenciana es una constante a la que habr¨¢ que enfrentarse alguna vez porque nos perjudica a todo"
Hace mes y medio el se?or Rus, presidente del PP de la provincia de Valencia, se quejaba con amargura de que hasta entonces hab¨ªan sido ¡°los mejores¡± para la direcci¨®n nacional de su partido y ahora eran ¡°la escoria¡±. Comprendo su irritaci¨®n, pero hay que decir que el significado primario de escoria no es la extensi¨®n figurada aludida, sino ¡°materia que sobrenada en la fundici¨®n de los metales¡±. En otras palabras, que la escoria no es ni buena ni mala, solo que resulta inasimilable por el entorno en el que se manifiesta.
Y ahora vamos a los partidos de derechas: porque el PP es de derechas, no me vengan con el cuento del centrismo. La democracia necesita buenos y grandes partidos de derechas y de izquierdas; si no, mal asunto. Lo peor que le puede suceder a un pa¨ªs es que su derecha se confunda con otra cosa. En Alemania se mezcl¨® con el fascismo y tras la guerra fue labor benem¨¦rita de Adenauer y de sus sucesores conseguir que la CDU fuera de derechas sin atisbo de autoritarismo: por eso han hecho dimitir a Wulff, por algo que en Espa?a se habr¨ªa considerado una frusler¨ªa.
?Y por estos lares? Aunque los carteles que protestan por el apaleamiento de estudiantes del otro d¨ªa dicen que hemos vuelto al franquismo, yo no ser¨ªa tan radical. El matonismo de que hicieron gala las fuerzas del desorden p¨²blico en Valencia fue ¡ªconf¨ªo¡ª algo epis¨®dico, pero la mala imagen de la Comunidad Valenciana es una constante a la que habr¨¢ que enfrentarse alguna vez porque nos perjudica a todos. Al que busca trabajo o al que quiere captar inversiones los ha hundido. No es de extra?ar que S & P¡¯s nos acabe de calificar con el bono basura. Claro que dif¨ªcilmente podr¨ªamos esperar otro resultado ?Por la corrupci¨®n?: no solo. Que algunos compromisarios del PPCV plantaran a su jefe de filas en plena ponencia sobre ¨¦tica (!?) es un esc¨¢ndalo, pero nuestro descr¨¦dito colectivo no se basa ¨²nicamente en la corrupci¨®n, pues la hay a raudales en otras comunidades y bajo casi todas las siglas. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras los culpables intentan pasar desapercibidos, no se pavonean de sus logros imp¨²dicamente. Aqu¨ª no. Los disparates disfrazados de eventos se jalean, los pol¨ªticos que nos arruinaron dicen que quieren volver y los que se llevaron nuestro dinero no s¨®lo no lo devuelven, sino que ni siquiera dimiten. Toda Europa sabe ya que, como en Grecia, en la CV puedes ir por lana y salir trasquilado. Por eso son la escoria del PP nacional, porque este no puede asimilarlos. Ning¨²n partido europeo de derechas podr¨ªa hacerlo: unos son m¨¢s conservadores que otros, pero ninguno admite posiciones reaccionarias trufadas de corrupci¨®n y de chuler¨ªa. ¡°La indiferencia se ha acabado¡±, dec¨ªan anteayer los estudiantes. Eso vale para todos. Si quieren hacerle un inmenso favor a su partido y, de paso, librarnos de la ruina, muevan ficha de una vez.
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