Un pa¨ªs ¡°sembrado de organismos¡±

¡°No solo estamos ante una grave crisis econ¨®mica, sino que en Espa?a soportamos tambi¨¦n una crisis institucional tremenda¡±. Lo asegura el catedr¨¢tico Ram¨®n Parada, autor del libro La segunda descentralizaci¨®n: del Estado auton¨®mico, al municipal. Seg¨²n advierte, el problema de la excesiva ramificaci¨®n administrativa va m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito local y se extiende incluso hasta el nivel inframunicipal, con la creaci¨®n de m¨²ltiples sociedades con sus correspondientes responsables y trabajadores p¨²blicos. ¡°En muchas ocasiones escapan al control de las Administraciones superiores y ni siquiera sirven para mejorar la gesti¨®n¡±, recrimina.

La estructura municipal de Espa?a, seg¨²n este experto, se remonta a un momento hist¨®rico ¡°en el que s¨ª tuvo cierto sentido, pero ahora est¨¢ completamente desfasada¡±. Fue en el primer tercio del siglo XIX cuando la Constituci¨®n de C¨¢diz oblig¨® a crear Ayuntamientos en aquellos n¨²cleos con una poblaci¨®n superior a los 1.000 habitantes, aunque regulaciones posteriores rebajaron ese l¨ªmite hasta el centenar de vecinos. Hoy ni siquiera se cumple de forma estricta y hay consistorios de menor poblaci¨®n incluso. Dos siglos despu¨¦s, en realidad, apenas se han producido cambios, salvo los que hacen referencia al incremento de la estructura administrativa inframunicipal.

En Euskadi hay 251 municipios, de los que dos ni siquiera llegan al centenar de vecinos y otros 99 se sit¨²an por debajo del millar de habitantes. Solo una cuarta parte, por el contrario, superan los 5.000 residentes. En Espa?a son m¨¢s de 8.000 los Ayuntamientos, una cifra ¡°desorbitada¡±, seg¨²n Parada. ?Pero hasta qu¨¦ punto cabr¨ªa reducirla? ¡°Tendr¨ªan que quedar menos de 1.000¡±, considera. El problema es que las fusiones, en el caso del Pa¨ªs Vasco, quedan reguladas por las Diputaciones y requieren de un acuerdo previo entre consistorios que el arraigo de la identidad local dificulta.

Nada tienen que ver el ¡°municipalismo exagerado¡± que soporta Espa?a y su territorio ¡°sembrado de organismos¡±, seg¨²n Parada, con la l¨ªnea que se sigue en Europa. ¡°En Inglaterra no creen en esto¡±, asegura. Seg¨²n argumenta, ¡°el mundo ha cambiado. Antiguamente, el vecino de una aldea se mor¨ªa sin conocer siquiera su capital y la identidad local estaba mucho m¨¢s justificada. Hoy en d¨ªa, en cambio, todo est¨¢ interconectado y las diferencias se reducen¡±.