Dios, su hija y su evangelio
Los Evangelistas homenajean al cantaor Enrique Morente en el 'Johnny'
Sole¨¢ Morente va a ser una estrella. ¡°Despacito, despacito¡±, sol¨ªa decir su padre, que la oblig¨® a estudiar una carrera ¡ªFilolog¨ªa hisp¨¢nica¡ª antes de dedicarse al cante. Anoche, hab¨ªa pasado una hora de concierto de Los Evangelistas, el grupo formado por miembros de Los Planetas y Lagartija Nick, cuando la hija del cantaor, de 25 a?os y belleza imponente, sali¨® al escenario para protagonizar uno de esos momentos de pellizco en el est¨®mago y que hacen que los ojos se humedezcan. ¡°Hasta los ra¨ªles del tren me hacen llorar, tan cerca el uno del otro, como quisieran, quisieran¡ se alargan y no se pueden juntar¡±, cant¨® la hija mediana del cantaor en Yo poeta decadente.Su abuela Rosario, de 81 a?os, y madre de Enrique, no se pudo contener: como un resorte y ojos llorosos, salt¨® de su butaca para aplaudir a la nieta.
Lo mismo que hicieron muchos de los 500 asistentes que llenaron anoche el sal¨®n de actos del Colegio Mayor Universitario San Juan Evangelista, donde Los Evangelistas presentaron su disco de homenaje al granadino.
Pulm¨®n del jazz y del flamenco, aqu¨ª en el Johnny, Enrique dio ocho conciertos. El primero fue el 20 de diciembre de 1973. Ocurri¨® el mismo d¨ªa que muri¨® en un atentado el entonces presidente del Gobierno Carrero Blanco, impuesto por el dictador Franco. A Morente, con el colegio mayor rodeado de grises, se le ocurri¨® cantar un fandango: ¡°Ante ese f¨¦retro funeral yo no me puedo quitar el sombrero porque el muerto que va dentro nos ha hecho pasar las m¨¢s grandes fatigas¡±. Le pusieron una multa de 200.000 pesetas (1.200 euros) de entonces. ¡°Ha sido el fandango m¨¢s caro de mi vida¡±, dijo despu¨¦s.
Anoche tambi¨¦n fue un momento especial. A las 21.30 de la noche, aparecieron Los Evangelistas con olor a incienso de Semana Santa y velas que le daban al escenario un aire catedralicio. Antonio Arias, de Lagartija Nick, cogi¨® las riendas del concierto con Gloria y para repartir juego.
Para comprender lo que hacen Los Evangelistas hay que desprenderse de los complejos (tanto los rockeros como los flamencos) y dejarse llevar. En el disco, reci¨¦n publicado, hacen una arriesgada y acertada reinterpretaci¨®n rockera de algunas canciones de Enrique. En directo tambi¨¦n funciona. Con momentos tan emocionantes y espaciales como los que protagoniza Jota, con su personal¨ªsima voz en Donde pongas el alma. ¡°No hay un Evangelio sin Dios¡±, dijo Antonio Arias, con una elegante camisa de lentejuelas con el nombre del maestro grabado, antes de cantar la turbadora En un sue?o viniste. Fueron dos de los grandes momentos de la primera parte del concierto, donde tambi¨¦n hubo algunos donde, hay que ser sinceros, la magia se dilu¨ªa entre las guitarras. Aunque para levantar esos instantes, estaba Eric Jim¨¦nez, bater¨ªa de Los Planetas y el Keith Moon andaluz, que con el comp¨¢s m¨¢s brillante a este lado del rock and roll estuvo grandioso. Florent, tambi¨¦n de Los Planetas, tambi¨¦n lo clav¨®.
Hasta que lleg¨® Carmen Linares, que sobrecogi¨® al auditorio con su impresionante voz al cantar Delante de mi madre. Para emocionarse con su aparici¨®n de anoche no hace falta ni saber de flamenco ni de rock and roll. Solo hay que tener sangre en las venas. Lo mismo que cuando al final el grupo se despidi¨® con La estrella, con la ayuda de la, ya hemos dicho, prometedora Sole¨¢.
Juan Verd¨², periodista flamenco, amigo de Morente y sabio, verbaliz¨® anoche en los camerinos lo que seguro el maestro le habr¨ªa dicho, con cierto cachondeo, a sus disc¨ªpulos horas despu¨¦s del concierto. Quiz¨¢ habr¨ªa esperado a llegar a la fiesta del Mago, la juerga flamenca a la que Enrique sol¨ªa asistir los martes y que ayer se traslad¨® al mi¨¦rcoles ¡°Joeee, polvarillas [as¨ª llamaba a los j¨®venes], qu¨¦ bien lo hac¨¦is. Ha estado muy bien. No os lo hab¨¦is cargado demasiao".
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