El eterno estigma de la econom¨ªa andaluza
El desempleo, disparado por la crisis al 31,2% de la poblaci¨®n, es una lacra estructural en la comunidad
En febrero de 2009, cuando ya se intu¨ªa que la crisis econ¨®mica hab¨ªa llegado para quedarse, el desempleo en Andaluc¨ªa ascend¨ªa al 21% de la poblaci¨®n activa. Este peri¨®dico hablaba entonces de "paro desbocado". Tres a?os despu¨¦s, 1,24 millones de andaluces ¡ªuna poblaci¨®n equivalente a la de toda la provincia de C¨¢diz¡ª est¨¢n sin trabajo. La tasa se elevaba en el ¨²ltimo trimestre de 2011 al 31,2%, una cifra que hace palidecer al m¨¢s duro de los adjetivos.
Andaluc¨ªa afronta las elecciones auton¨®micas en lo m¨¢s crudo de la crisis econ¨®mica m¨¢s cruda de su historia reciente. Sin embargo, el paro ¡ªmoderadamente alto en ¨¦pocas de bonanza o desatado como ahora¡ª es una presencia constante en la comunidad. El desempleo es el verdadero y eterno estigma de la econom¨ªa regional. "En Andaluc¨ªa el problema es el paro estructural. En las ¨¦pocas de mayor bonanza y mejores condiciones de crecimiento, nunca ha bajado del 12%-14% y eso es muy elevado. Eso significa que hay un porcentaje muy grande de la poblaci¨®n que est¨¢ fuera del mercado de trabajo porque sus caracter¨ªsticas productivas no encajan con las que demanda el mercado", afirma Joaqu¨ªn Aurioles, profesor de An¨¢lisis Econ¨®mico en la Universidad de M¨¢laga.
Para Francisco Ferraro, catedr¨¢tico de la Universidad de Sevilla y presidente del Observatorio Econ¨®mico de Andaluc¨ªa, hay al menos dos factores que explican que Andaluc¨ªa lleve 30 a?os con paro elevado y con unas tasas de desarrollo medido en PIB per c¨¢pita en torno al 75% de la media espa?ola. "Hay una menor calidad de los recursos humanos, menor n¨²mero de empresas y menos capital productivo empresarial invertido. En cada uno de los factores productivos tenemos una menor dotaci¨®n, y por lo tanto, menor capacidad productiva y competitividad, y de generaci¨®n de empleo", afirma Ferraro.
Por otro lado, el catedr¨¢tico se refiere al "marco institucional de relaciones laborales que ha regido en Espa?a desde el franquismo hasta ahora". Seg¨²n Ferraro, las leyes laborales "han sido poco estimulantes para la creaci¨®n de empleo por parte de los empresarios".
Ambos expertos coinciden en que la reforma laboral presentada por el Gobierno el pasado 10 de febrero conseguir¨¢ crear empleo a medio y largo plazo al superar la "esclerosis del mercado de trabajo", en palabras de Aurioles. Sin embargo, auguran que en el corto plazo, y m¨¢s si la econom¨ªa sigue contray¨¦ndose o creciendo a tasas inferiores al 2%, lo probable es que el desempleo se exacerbe. "En el corto plazo, el paro aumentar¨¢ independientemente de la reforma laboral. Lo que pase despu¨¦s depender¨¢ en parte del comportamiento de los empresarios: habr¨¢ quien crear¨¢ empleo tras desembarazarse del cors¨¦ de las leyes anteriores, y otros aprovechar¨¢n el abaratamiento relativo del despido para eliminar empleo incluso del que necesitan", considera Ferraro. El catedr¨¢tico sevillano ve razonable que sean los empresarios los que tengan en sus manos esta capacidad de decisi¨®n. "Lo que no me parece moralmente razonable es que pueda dar pie a arbitrariedades o abusos de la norma, y ese es el terreno propio de actuaci¨®n de los sindicatos".
Hay una menor calidad de los recursos humanos
Francisco Ferraro, catedr¨¢tico de la Universidad de Sevilla.
La escalada del paro viene acompa?ada de una destrucci¨®n de tejido empresarial desconocida hasta ahora y que puede lastrar seriamente la recuperaci¨®n de la ocupaci¨®n cuando el ciclo econ¨®mico vuelva a crecer. Entre 2009 y 2011 un total de 54.072 empresas han desaparecido, lo que ha supuesto dejar en la calle a 333.549 trabajadores, seg¨²n la Estad¨ªstica de Actividad Empresarial que elabora la Junta. La defunci¨®n de empresas ha sido especialmente notable en la construcci¨®n y en los servicios. El paro por primera vez afecta de manera m¨¢s virulenta a los hombres que a las mujeres.
?Las pol¨ªticas de empleo est¨¢n marcadas por la sospecha Joaqu¨ªn Aurioles, profesor de la Universidad de M¨¢laga.
Los expertos, en especial Aurioles, consideran que es necesario reorientar las llamadas pol¨ªticas activas de empleo ¡ªlos programas p¨²blicos para mejorar las posibilidades de trabajo de los desempleados¡ª de modo que la formaci¨®n se adapte mejor a las demandas del mercado. "Tambi¨¦n es importante contar con un sistema de incentivos que anime a la gente a la movilidad, a cambiar de empleo e incluso de sitio, y a preocuparse por la formaci¨®n de forma consciente. Ahora los incentivos o son adversos, o son inexistentes", afirma.
Las pol¨ªticas activas de empleo, que solo en 2011 supusieron una inversi¨®n de 1.079 millones de euros, adolecen, seg¨²n Aurioles de opacidad. "Son programas proclives a un aprovechamiento ¨¦ticamente discutible por parte de sus gestores y est¨¢n excesivamente marcadas por la sospecha de que en torno a ellas hay demasiados intereses particulares", se?ala. El profesor malague?o insiste en que para que las pol¨ªticas de empleo funcionen tienen que darse tres condiciones: "concurrencia en la selecci¨®n de las empresas que dan la formaci¨®n, seguimiento y control de los resultados de la formaci¨®n, y fiscalizaci¨®n del gasto. En la formaci¨®n no ha habido ninguna de las tres cosas, al menos que se conozca p¨²blicamente", sostiene Aurioles.
El futuro ya es el pasado
Una de las preguntas recurrentes que se hace a los economistas es en qu¨¦ sectores productivos deber¨ªa volcarse Andaluc¨ªa para atajar el problema del paro. El catedr¨¢tico Francisco Ferraro responde tajante: "No hay sectores de futuro, los que se han llamado sectores de futuro son siempre del pasado. Cuando alguien dice que un sector es de futuro es que lo ha sido ya".
Ferraro aclara que "no hay sectores de futuro, pero s¨ª empresas y actividades con futuro". "Como queremos competir en salarios con Europa y no con el Sahel, hay que buscar empresas competitivas y con valor a?adido. En Andaluc¨ªa hay empresas fant¨¢sticas del sector aeroespacial, del software o la biotecnolog¨ªa que compiten internacionalmente. Aqu¨ª no solo hay agroindustria o turismo, hay otro tipo de empresas, pero no constituyen una masa relevante. Las que hay pueden ser m¨¢s y tener m¨¢s dimensi¨®n para competir en los mercados".
Otro misterio asociado a las tasas desbordantes de paro es c¨®mo con un 31,2% de desempleados no se ha generado una mayor conflictividad social. Santos Ruesga, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, considera que m¨¢s all¨¢ de la presencia de econom¨ªa sumergida, que en su opini¨®n no ha crecido significativamente en esta crisis, la paz social se explica por el modelo de sociedad espa?ol. "La mayor¨ªa de los nuevos parados son j¨®venes, y en los pa¨ªses de tradici¨®n cat¨®lica cuentan con la estabilidad relativa que proporciona la familia". Otro factor de tranquilidad, afirma Ruesga, han sido los mecanismos de protecci¨®n social ante el paro: "En los pr¨®ximos meses seguramente bajar¨¢ la tasa de cobertura y eso implica un riesgo de conflicto importante, y m¨¢s en Andaluc¨ªa, donde al ser m¨¢s largos los periodos de paro, la cobertura es menor".
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