Violencia machista en el refranero
Una investigaci¨®n analiza el amparo al maltrato y postraci¨®n de la mujer en los refranes
Los ejemplos hablan por s¨ª mismos: ¡°A muller e a gali?a, t¨®rcelle o pescozo ver¨¢s como queda mansi?a¡±; ¡°? muller festeira cr¨¦balle a perna¡±; ¡°Dor de muller morta dura ata a porta¡±. La ¡°sabidur¨ªa popular¡± expresada en el refranero gallego, transmitida de generaci¨®n en generaci¨®n, justifica y legitima la violencia de g¨¦nero y la subordinaci¨®n de las mujeres frente a los hombres. Es la conclusi¨®n a la que ha llegado Estefan¨ªa Lodeiro tras analizar el tratamiento al sexo femenino en decenas de refranes. El trabajo, presentado como investigaci¨®n final en el m¨¢ster de violencia de g¨¦nero de la UNED, ha sido galardonado con el Premio Elisa P¨¦rez Vera con el que la universidad a distancia celebr¨® el D¨ªa de la Mujer.
En su rastreo, esta trabajadora del Centro de Informaci¨®n a la Mujer del Ayuntamiento de Teo se ha encontrado con numerosos dichos, pretendidamente ingeniosos, que no tienen nada de inocente, ya que durante siglos funcionaron como veh¨ªculos de transmisi¨®n del sistema patriarcal dominante.
En este sentido, el estudio erige a las paremias en el reflejo m¨¢s claro de la realidad cotidiana y del sistema de valores de la sociedad que las promulga. Hoy en d¨ªa, explica, han quedado relegadas a un uso marginal solo por parte de personas mayores, mayoritariamente en las zonas rurales. No obstante, Lodeiro opina que estos modelos de conducta machista se siguen reproduciendo en algunos medios de comunicaci¨®n.
A las casadas se les pide recato y se sublima el erotismo de las prostitutas
Si, en efecto, el refranero es un indicador de la cultura de una sociedad, la gallega era hasta hace al menos pocas d¨¦cadas ¡ªcuando fue decayendo su uso¡ª profundamente androc¨¦ntrica. No solo ampara la violencia f¨ªsica, sexual y psicol¨®gica contras la mujeres, sino que estas aparecen dibujadas con una profusa bater¨ªa de caracter¨ªsticas negativas. Habladoras, indiscretas, falsas, volubles, carentes de inteligencia, testarudas, ego¨ªstas, manipuladoras. En la balanza contraria, apenas un pu?ado de dichos en los que se ensalzan sus virtudes, pero siempre asociadas a lo que el sistema patriarcal espera de ellas, esto es, que sean buenas y recatadas esposas, diligentes amas de casa, castas solteras.
As¨ª, un recurso muy habitual es su comparaci¨®n con animales. La f¨®rmula es v¨¢lida tanto para justificar la violencia como para endosarle alg¨²n juicio negativo. Con todo, Estefan¨ªa Lodeiro detecta una explicaci¨®n de fondo ante lo recurrente del paralelismo: la cosificaci¨®n de la mujer, su presentaci¨®n como una mera propiedad m¨¢s del hombre, a la que, al igual que al resto de bestias, hay que domesticar a trav¨¦s del castigo cuando no cumplen su rol. Tampoco es balad¨ª la insistencia del refranero en la censura al supuesto car¨¢cter hablador del g¨¦nero femenino (¡°Vale m¨¢is unha muller guisando que cen latricando¡±, reza una de las m¨²ltiples sentencias sobre el tema). La autora toma prestada la reflexi¨®n de la investigadora Anna Mar¨ªa Poncela para concluir que se trata de una ¡°invitaci¨®n al silencio¡±, un modo de confiscar el uso de espacios y relaciones entre ellas. As¨ª interpreta tambi¨¦n la descalificaci¨®n de suegras y nueras.
Es habitual el s¨ªmil de las mujeres con animales para justificar la violencia
Estas p¨ªldoras de ¡°sabidur¨ªa popular¡± previenen sobre las mujeres cultas e instruidas, porque el saber podr¨ªa conducirlas a rebelarse contra su posici¨®n subordinada, y porque el hombre siempre debe mantener un estatus superior, tanto en lo econ¨®mico como en lo cultural. Tambi¨¦n es llamativa la ¡°doble moral¡± con respecto al sexo que subyace en muchos refranes. De este modo, se valora la sexualidad masculina y se entiende que la mujer debe estar disponible para satisfacer sus deseos (¡°Est¨¢ feita a mit¨¢, pois anque ela non queira, eu quero xa¡±). Al tiempo, se pide a las casadas que sean recatadas e incluso que ofrezcan cierta resistencia como parte del rito, pero algunos dichos traslucen fascinaci¨®n por el erotismo abierto de las prostitutas.
Lodeiro apunta que estos refranes son portadores de un estereotipo femenino del pasado, y alerta de que su empleo hoy en d¨ªa, aunque minoritario, ¡°responde a la pervivencia de esos valores¡±. Y aunque se reproduzcan de forma ¡°espont¨¢nea e inconsciente¡±, se constituyen en modelo de conducta ¡°destinado no solo a la interiorizaci¨®n y aceptaci¨®n del sistema patriarcal, sino a su perpetuaci¨®n¡±. En este esquema, la violencia de g¨¦nero es a la vez consecuencia e instrumento para ¡°construir, alimentar y dar solidez¡± a la desigualdad. Ahora, la investigadora quiere completar los resultados con un an¨¢lisis del retrato masculino que arroja el refranero gallego para poder compararlo con el femenino, aunque en el trabajo ya realizado se esbozan algunos apuntes. Su objetivo es, una vez traducido al idioma propio, publicarlo.
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