La filtraci¨®n fiscal abre la puerta para que Melchor Gil presente una demanda penal
Los datos aireados son reservados, pese a la existencia de una infracci¨®n
La filtraci¨®n de los datos tributarios del vicesecretario general del PSE vizca¨ªno, Melchor Gil, que la fiscal¨ªa ha empezado a investigar por posibles irregularidades en sus ingresos podr¨ªa desembocar en los tribunales, y no para esclarecer el supuesto tr¨¢fico de influencias que la Hacienda foral cree apreciar. La revelaci¨®n viola la confidencialidad del contribuyente y abre el camino a una reclamaci¨®n penal que Gil no ha materializado a¨²n, si bien ha dejado entrever su disposici¨®n a hacerlo. El dirigente socialista, cu?ado y hombre de absoluta confianza del lehendakari, Patxi L¨®pez, anunci¨® anteayer que recurrir¨¢ a los tribunales para que ¡°no quede impune¡± lo que considera una persecuci¨®n pol¨ªtica del PNV, materializada a trav¨¦s de la Diputaci¨®n.
Aunque relativa a una infracci¨®n tributaria, que no delito, la filtraci¨®n supone un posible delito de revelaci¨®n de secretos, ya que afecta a una materia reservada como son los datos tributarios personales. El simple conocimiento de que la Diputaci¨®n hab¨ªa remitido a la fiscal¨ªa un expediente sobre los supuestos ingresos irregulares de Gil no hubiese significado violaci¨®n alguna, ya que se trata de informaci¨®n p¨²blica, pese a no estar imputado el dirigente socialista. Sin embargo, la filtraci¨®n a varios peri¨®dicos, entre los que no figura EL PA?S, del expediente completo de Gil, que suma unos 400 folios, supone la revelaci¨®n de hechos privados sin la suficiente entidad como para ser publicados, seg¨²n argumentaron ayer fuentes jur¨ªdicas.
El informe, que solo obra en poder de la Hacienda foral y de la fiscal¨ªa, fue remitido el lunes a dichos medios en sobres y de forma an¨®nima. Lleg¨® sin incluir documentaci¨®n que acredite actuaciones del Ministerio P¨²blico ni sellos de entrada en la oficina judicial, pero s¨ª de salida de los registros forales, lo que apunta a que se extrajo directamente de un ordenador de la propia Hacienda foral. Su sistema inform¨¢tico, muy estricto, permite determinar con exactitud qu¨¦ personas han accedido a cada expediente y en qu¨¦ momento.
Fuentes jur¨ªdicas consideran que la nueva investigaci¨®n tiene poco recorrido
El informe revela que la Diputaci¨®n solicit¨® a la fiscal¨ªa la apertura de una investigaci¨®n sobre Gil en dos ocasiones. Primero lo hizo en marzo de 2011, al entender que pod¨ªa existir un fraude fiscal. El Ministerio P¨²blico archiv¨® el caso. El pasado 30 de enero, sin embargo, la instituci¨®n foral retom¨® su petici¨®n, ahora por un presunto tr¨¢fico de influencias derivado del supuesto ingreso irregular de 419.000 euros por el dirigente socialista, dinero que habr¨ªa destinado a construirse un chal¨¦ en Castro Urdiales (Cantabria).
La fiscal¨ªa ha reabierto las diligencias para determinar si los hechos constituyen una infracci¨®n penal. Fuentes jur¨ªdicas prev¨¦n que tengan un escaso recorrido tras su primer archivo. Entre la primera solicitud foral a la fiscal¨ªa y la segunda, Gil pag¨® m¨¢s de 131.000 euros por la infracci¨®n tributaria cometida y la correspondiente multa.
A un a?o de las elecciones auton¨®micas, la pol¨¦mica se enmarca en plena guerra entre PNV y PSE por la pol¨ªtica fiscal y la lucha contra el fraude. Este creciente enfrentamiento, aderezado con tensos cruces de acusaciones, se ha personificado, en las figuras del diputado general de Bizkaia, Jos¨¦ Luis Bilbao, y el lehendakari, Patxi L¨®pez.
El PSE tratar¨¢
Vicesecretario general de los socialistas vizca¨ªnos, Melchor Gil ha participado en casi todas las decisiones de relevancia que ha tomado el partido durante los ¨²ltimos a?os. Exvicepresidente de las Juntas Generales del territorio, su principal cargo en la actualidad es org¨¢nico en el seno del PSE.
La relevancia interna de Gil y su proximidad a L¨®pez explica el hondo malestar que ha levantado entre los socialistas la filtraci¨®n de las actuaciones de la Hacienda foral. El portavoz del PSE, Jos¨¦ Antonio Pastor, ya acus¨® el martes a la Diputaci¨®n de perseguir una ¡°intencionalidad pol¨ªtica¡± con la ¡°filtraci¨®n interesada¡± del caso.
Convencidos de la ¡°honorabilidad¡± de Gil, los socialistas conf¨ªan en una r¨¢pida resoluci¨®n de la fiscal¨ªa, aunque confiesan tambi¨¦n su preocupaci¨®n por el posible efecto pol¨ªtico que tenga el caso. Por eso, el partido tratar¨¢ de esclarecer en el ¨¢mbito pol¨ªtico el origen de la filtraci¨®n y la identidad de sus supuestos responsables, con el objetivo de poder exigir, si es necesario, las correspondientes responsabilidades. Fuentes socialistas consideran que los hechos se asemejan a la ¡°utilizaci¨®n de los aparatos del Estado¡± a la que se recurre en otros pa¨ªses ¡°contra el adversario pol¨ªtico¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.