Marlango ve la luz

Hace casi un a?o que no se sub¨ªan a un escenario. La ¨²ltima vez fue el 28 de marzo de 2011. Leonor Watling, Alejandro Pelayo y ?scar Ybarra, los tres componentes de Marlango, echan tanto de menos al p¨²blico en directo que sueltan la fecha casi al un¨ªsono. Anoche termin¨® la espera.

El grupo volvi¨® a pisar la tablas para participar como cabeza de cartel del Noise Off Festival, una cita nacida hace seis meses y que hasta ayer hab¨ªa ofrecido la posibilidad de tocar en directo a nuevas bandas a trav¨¦s del mundo virtual de Internet y que ahora dan el salto a los escenarios reales. ¡°Digamos que en cierta forma estamos apadrinando ¡ªuna palabra extra?a en esto de la m¨²sica, pues tener m¨¢s o menos kil¨®metros de furgoneta no significa nada¡ª a gente que hoy toca aqu¨ª, que ha participado en este festival v¨ªa Internet y a la que hoy ayudamos a poner cara¡±, explica Alejandro Pelayo, teclista y compositor del grupo. Una filosof¨ªa que Mauro Alonso, promotor de la velada, tiene muy clara: ¡°Noise Off Festival quiere provocar el directo de las bandas online para que consigan fans y puedan dar el salto a las salas de conciertos. Y nosotros queremos estar ah¨ª¡±.

Algunos bi¨®grafos citan 2002 como el comienzo de Marlango, pese a que no vieron editado su primer disco hasta dos a?os m¨¢s tarde. Lo que en sus comienzos hubo quien recibi¨® como el entretenimiento musical de una actriz famosa se ha convertido, despu¨¦s de cuatro discos publicados hasta la fecha, en un proyecto m¨¢s que s¨®lido. ?Es hora de hacer balance? ¡°Si el primer disco sali¨® en 2004, yo voy a esperar dos a?os para opinar. No tengo una visi¨®n formada de este tiempo¡±, afirma Watling con una mezcla de detestar profundamente el paso del tiempo y de realmente no haberse puesto a hacer recapitulaci¨®n. ¡°S¨ª, es complicado, pero tengo la sensaci¨®n de que hemos ido en direcci¨®n contraria. Desde 2002 o 2004, en general, todo ha ido a peor en el mundo y nosotros de alguna manera naif, inconsciente, extra?a o todo junto, tenemos cada vez m¨¢s la sensaci¨®n de que lo que estamos construyendo es a la contra. Hemos ido de la tristeza a la alegr¨ªa. De la oscuridad a la luz¡±, asegura Pelayo. Watling matiza: ¡°Creo que es lo que nos pasa en general. Cuando tienes todo y est¨¢s bien, te puedes permitir el lujo de estar triste. Y cuando realmente las cosas no est¨¢n muy bien, el lujo es estar contento¡±.

Se les nota el buen humor hasta en el t¨ªtulo de su nuevo y quinto trabajo, Un d¨ªa extraordinario, que ver¨¢ la luz el mes que viene y en el que abandonan las letras en ingl¨¦s para pasarse al castellano en una colecci¨®n de textos escritos ¨ªntegramente por Leonor Watling. Algunos de esos nuevos temas pudieron escucharse anoche en directo.

¡°Acaba de salir el single que se titula Dame la raz¨®n y estamos muy contentos, creo que lo afrontamos con la curiosidad de ver si cambia algo o no cambia nada respecto al p¨²blico¡±, asegura Watling. ¡°Para nosotros el cambio es grande, pero natural. El proceso viene de discos anteriores, de las versiones de otros autores que hemos cantado en castellano. Un buen empuj¨®n lo supuso Fito Paez cuando nos invit¨® a cantar con ¨¦l. Pero tenemos la sensaci¨®n de que el castellano en este momento nos da calor y nos arropa¡±, explica Alejandro Pelayo.

En cuanto a la tem¨¢tica de las canciones, es su autora la que se pronuncia: ¡°Sigo intentando hablar de una cosa que no s¨¦ muy bien qu¨¦ es. Son temas muy poco concretos, muy de sensaciones de im¨¢genes... Creo que escribo bastante parecido al ingl¨¦s. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil por una cuesti¨®n de m¨¦trica. Pero cuando llevas cuatro discos el siguiente no solo quieres que te d¨¦ calor, tambi¨¦n un poco de miedo¡±. Y es el compositor de la mayor¨ªa de las melod¨ªas el que explica de d¨®nde viene gran parte de ese miedo: ¡°Est¨¢s en una tensi¨®n constante al trabajar con un material altamente inflamable. Enseguida se te puede caer la canci¨®n hacia un sitio del que intentas huir por una cuesti¨®n generacional. Pero al final te das cuenta de que est¨¢s jugando con el mismo material y las mismas referencias con las que juega Isabel Pantoja, la Piquer, Jos¨¦ Alfredo... Con una serie de armon¨ªas y melod¨ªas que est¨¢n en el subconsciente popular colectivo de todos nosotros, que hemos escuchado desde Chavela Vargas hasta Roc¨ªo Jurado. La m¨²sica popular en castellano tiene unos pilares muy s¨®lidos y cuando entras ah¨ª, entras con sus reglas¡±.