¡°Utilizar las instituciones como un arma pol¨ªtica es muy peligroso¡±
Pastor atribuye la filtraci¨®n del expediente fiscal de Melchor Gil a una persecuci¨®n del PNV
Aunque la entrevista con el portavoz socialista, Jos¨¦ Antonio Pastor, estaba programada antes de que se destapara el caso Gil, la actualidad obliga a modificar el cuestionario.
Pregunta. El anhelado acuerdo fiscal ha saltado por los aires.
Respuesta. Si ya hab¨ªa resistencias por parte de PNV, el acontecimiento de los ¨²ltimos d¨ªas no facilita precisamente nuestra relaci¨®n con ellos. Pero si su objetivo era anular ese debate sobre la reforma fiscal y la lucha contra el fraude, que se vayan olvidando, porque han dado en hueso.
P. ?Es la guerra?
R. Siempre hay que mantener un puente de contacto a nivel pol¨ªtico, por muy estropeadas que est¨¦n las relaciones con el PNV. Pero tampoco se puede olvidar que estamos ante una filtraci¨®n premeditada y que busca un objetivo muy concreto: eliminar f¨ªsicamente al adversario. Es una forma innoble de hacer pol¨ªtica y el PNV debe saber que puede poner en peligro cualquier tipo de relaci¨®n. Ahora y en el futuro.
P. Acusa al PNV de ser el malo en esta historia, pero los ingresos irregulares de Gil tampoco le dejan a ¨¦l como el bueno.
R. Yo, hoy por hoy, no tengo ning¨²n dato para dudar de su honorabilidad. Como partido, hemos mostrado nuestra disposici¨®n a colaborar con la fiscal¨ªa y al propio Melchor le hemos pedido la mayor transparencia y diligencia. Porque Hacienda y la fiscal¨ªa tienen obligaci¨®n de perseguir aquellos indicios de irregularidad, pero desde la confidencialidad de los datos personales de los ciudadanos.
Nacido en Ortuella (1959), Jos¨¦ Antonio Pastor es el actual portavoz del PSE-EE, partido en el que ingres¨® con la mayor¨ªa de edad. Concejal de su localidad desde 1983, cuatro a?os m¨¢s tarde pas¨® a ocupar la Alcald¨ªa, desde la que dio el salto a las Juntas Generales de Bizkaia, primero, y al Parlamento vasco en 2005. A nivel org¨¢nico, es secretario general de los socialistas vizca¨ªnos, cargo en el que le precedi¨® el actual lehendakari, Patxi L¨®pez.
P. ?Es m¨¢s grave filtrar esos datos que las propias irregularidades que revelan?
R. Utilizar las instituciones como un arma pol¨ªtica es peligros¨ªsimo. Si este es el sistema de lucha contra el fraude, podemos exigir que todos los expedientes que lleve la inspecci¨®n de Hacienda se pongan a la luz p¨²blica, al igual que la identidad de todos los defraudadores. Dicho as¨ª parece una locura, pero esto es lo que se ha hecho con Melchor.
P. Su acusaci¨®n es muy contundente.
R. La Diputaci¨®n vizca¨ªna no se puede poner de perfil, como si no supiera nada del asunto. Sabemos que se ha producido una filtraci¨®n y que procede de ordenadores de Hacienda. Eso es una evidencia. Lo l¨®gico es que el PNV, si tuviera claro que esto es guerra sucia y que no se puede utilizar, hubiera ordenado una investigaci¨®n interna para determinar las responsabilidades. Si no es as¨ª, yo tengo que pensar que esto es instrucci¨®n directa del diputado general, Jos¨¦ Luis Bilbao, quien hace no demasiadas semanas se presentaba como el garante de la confidencialidad de los datos de todos los contribuyentes vizca¨ªnos.
Tenemos muchas opciones de lograr un acuerdo en la ponencia de ETA¡±
P. Pero hubo una infracci¨®n tributaria por parte de Gil.
R. Reconocida, regularizada y pagada. Esos temas se dirimen desde la discreci¨®n que se le supone a la Hacienda foral, que est¨¢ obligada a ello. Hasta donde sabemos, cuando se abre expediente por irregularidades administrativas, se reconoce el error y se paga, el tema queda cerrado. En este caso, sin embargo, parece que ha existido un empe?o en mantenerlo abierto.
P. El entendimiento con el PNV parece imposible en materia econ¨®mica. ?Obedece a que puede ser el principal motivo de desgaste del PSE y su Ejecutivo vasco?
R. Atacar a este Gobierno desde el punto de vista econ¨®mico no es nada f¨¢cil. Por mucho que se empe?e el PNV en lo contrario, Euskadi se mantiene como la comunidad aut¨®noma con menor tasa de paro y mayor solvencia financiera. Frente a los anuncios de quiebra inminente, se ha firmado un acuerdo con sindicatos y empresarios de 320 millones de euros para fomentar el empleo, y otro con Kutxabank para poner en marcha una l¨ªnea de cr¨¦ditos de 2.180 millones para emprendedores y pymes. Crecen las exportaciones, el turismo... Y no se han despedido profesores, cerrado quir¨®fanos ni disminuido el porcentaje de cobertura social.
Todo el mundo sabe que nuestro pacto con el PP fue excepcional¡±
P. Y, sin embargo, las perspectivas electorales no son buenas.
R. Tampoco tan malas, si se analizan el ¨²ltimo Euskobar¨®metro o nuestros sondeos internos. En ellos se vaticina un futuro Parlamento con tres grandes partidos separados por uno o dos esca?os, lo que abre la puerta a todo tipo de posibilidades.
P. ?Cabe un entendimiento global sobre el fin de ETA?
R. Tenemos muchas posibilidades de alcanzar un acuerdo en la ponencia. Yo soy optimista y creo que en el pleno del d¨ªa 30, cuando se debata la moci¨®n de Aralar, alcanzaremos un gran pacto, m¨¢s amplio incluso que el del Congreso, porque puede incluir a 73 de los 75 parlamentarios. Ser¨ªa el inicio de un largo camino que va a durar m¨¢s all¨¢ de esta legislatura.
Si lo que el PNV pretende es anular el debate fiscal, ha dado en hueso¡±
P. No ha sido f¨¢cil trabajarlo.
R. El acuerdo exist¨ªa ya, pero el PP vasco decidi¨® dinamitarlo por un problema inventado que, en realidad, no tiene recorrido. Est¨¢ claro que los populares han defendido un discurso muy duro durante muchos a?os y ahora quieren girar, pero tienen distintas presiones: las v¨ªctimas del terrorismo, la amenaza de UPyD, el miedo a la reacci¨®n del electorado, los comicios andaluces y asturianos... Pero son temores infundados en lo que se refiere a la ponencia, por tres motivos: porque el propio reglamento obliga a que quienes compongan la comisi¨®n sean exclusivamente parlamentarios; porque el propio PSE garantiz¨® que no iba a propiciar la participaci¨®n de ning¨²n partido ilegal en la ponencia; y porque la propia Batasuna se descart¨® si su presencia no iba a ser permanente.
P. ?C¨®mo es su relaci¨®n con el PP vasco tras el relevo producido en La Moncloa?
R. Buena, de mutua lealtad, m¨¢s all¨¢ de rifirrafes l¨®gicos entre partidos de ideolog¨ªas distintas. Sobre todo, en materia de pacificaci¨®n. Entendemos que el PP necesita tiempo para ir modulando su posici¨®n y evitar que se abran fisuras internas. Si es un problema de acompasar los tiempos para que todos vayamos en el mismo camino, estamos dispuestos a facilitarlo, porque el objetivo merece la pena.
P. ?Complica un Gobierno central del PP el discurso del Ejecutivo vasco?
La Diputaci¨®n de Bizkaia tendr¨ªa que investigar el origen de la filtraci¨®n¡±
R. Al contrario. No creo que tengamos tantas ataduras. Las responsabilidades de Gobierno y de partido quiz¨¢ nos llevaron a ser cautos mientras gobernaba Zapatero. Ahora tenemos mayor margen de maniobra pol¨ªtica. Que eso nos va a provocar enfrentamientos pol¨ªticos con el PP, pues s¨ª. Diferimos en muchas cosas: el modelo de pa¨ªs, el econ¨®mico, el fiscal y el social. Todo el mundo es consciente de que nuestro pacto con el PP fue de car¨¢cter excepcional e imposible de trasladar a cualquier otra comunidad aut¨®noma. Aqu¨ª s¨ª, porque viv¨ªamos en una especie de situaci¨®n predemocr¨¢tica, con la violencia terrorista como problema fundamental y una oposici¨®n escoltada. El PSE no va a dejar de hacer lo que tiene que hacer porque al PP no le guste.
P. ?Est¨¢ garantizado el respaldo de los populares hasta el final de la legislatura?
R. Hoy por hoy, s¨ª, aunque nos acercaremos al momento de presentaci¨®n de presupuestos y ser¨¢ delicado.
P. ?Qu¨¦ papel le corresponde a la izquierda abertzale en el actual escenario?
R. Es la que m¨¢s se tiene que mover. Tontos no son, pero s¨ª conscientes de la realidad pol¨ªtica actual, de qui¨¦n gobierna en Espa?a y de que en su mano est¨¢ la pol¨ªtica penitenciaria. Adem¨¢s, tienen que asimilar que no se puede cerrar la puerta y comenzar de cero. Aqu¨ª han pasado muchas cosas y eso hay que tenerlo en la memoria. En Alemania se recuerda el holocausto nazi como vacuna para evitar que vuelva a suceder en el futuro. No hablamos de rencor ni de venganzas, sino de memoria.
P. ?Y a la propia ETA?
R. Desaparecer.
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