Me siento convocada

Esta derecha tiene muy mal perder y un peor ganar. Solo comprende la democracia cuando le salen las cuentas del poder. Los dos ¨²ltimos mandatos se los han pasado en la calle detr¨¢s de las pancartas. Primero con la AVT, removiendo morbosamente el dolor de las v¨ªctimas con un puro inter¨¦s partidista, precisamente en la etapa en la que ETA ha estado m¨¢s acosada e incapacitada para matar, y sembrando la divisi¨®n entre los dem¨®cratas con grav¨ªsimas acusaciones y anuncio de cat¨¢strofes. Ahora, con ETA inactiva y en las ¨²ltimas, sin que se haya cumplido ninguno de sus t¨¦tricos augurios de ruptura de Espa?a, de precio pol¨ªtico, ni liberaci¨®n de presos de la banda, confiados en la mala memoria ciudadana, ni siquiera se esfuerzan en tapar sus mentiras. Despu¨¦s, con los obispos, contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, contra el derecho al aborto, contra la educaci¨®n para la ciudadan¨ªa, contra todo y contra todos. Tambi¨¦n en estos asuntos auguraban cat¨¢strofes que no se cumplieron: el fin de la familia, el aumento de las interrupciones del embarazo, la degradaci¨®n de los valores sociales, etc¨¦tera. Daba igual que ning¨²n dato corroborara sus apocal¨ªpticos augurios. Serv¨ªa a sus planes de agitaci¨®n pol¨ªtica y el fin siempre ha justificado para ellos el uso y el abuso de ciertos medios de manipulaci¨®n y mentira.

Tras el enga?o electoral, tras ocultar sus intenciones y esconder su verdadero programa pol¨ªtico, una vez alcanzado el poder, sus primeras medidas han puesto, negro sobre blanco, que de esta crisis nos van a sacar pagando los platos rotos de su nefasta gesti¨®n y de su modelo de econom¨ªa especulativa, con menos derechos, m¨¢s pobres y, lo peor, desprotegidos ante los poderosos. Queda claro que su plan es que la mayor¨ªa se resigne a que el mundo que les dejemos a nuestros hijos e hijas, sea peor del que nos dejaron a nosotros tras a?os y a?os de lucha.

¡°El PP ha apostado por socializar las p¨¦rdidas entre los d¨¦biles y fortalecer a los poderosos¡±

En la Comunidad Valenciana, la crisis mundial ha tenido una lectura a?adida. Nos hab¨ªan hecho vivir una quimera del oro que de la noche a la ma?ana se ha transformado en estado de alarma general. Se ha destapado el desastre oculto tras la propaganda y ha quedado al descubierto que la corrupci¨®n, el despilfarro y las obras fara¨®nicas de sus gobiernos, nos han dejado hipotecados por decenios. D¨ªa a d¨ªa se nos va cayendo todo el sistema, los estudiantes pasan fr¨ªo en las aulas, los servicios se recortan, se cierran plantas de hospitales, se incrementa el abandono a los dependientes, se suben impuestos y tasas, y se habla obsesivamente de milagrosas reformas que solo se traducir¨¢n en m¨¢s precariedad, menos derechos, abaratamiento de los despidos y una imparable carrera a la disminuci¨®n de los salarios de los empleados. De estas d¨¦cadas de opulencia y ostentaci¨®n, hemos salido empobrecidos, sin una econom¨ªa productiva capaz de hacer frente a la situaci¨®n, abocados a hacer urgentemente todo lo deshecho en diecis¨¦is a?os de irresponsable pompa y despilfarro del Partido Popular.

Ahora, quienes salimos a protestar contra sus medidas, somos pancarteros, agitadores, irresponsables y enemigos a los que como ha sucedido en Valencia se puede reprimir y golpear. Los sindicatos, ¨²ltima l¨ªnea de defensa de muchos ciudadanos, los mismos a los que reprochaban no plantarle cara suficientemente al Gobierno socialista, a pesar de convocarle una huelga general, son el adversario a batir, no solo por sus voceros medi¨¢ticos, sino por sus portavoces pol¨ªticos y gubernamentales.

Desde las tribunas institucionales y su caverna medi¨¢tica, cargan d¨ªa a d¨ªa sus insidias contra los sindicatos, los delegados sindicales y se atreven a tildar de enemigos a los manifestantes y a cuestionar los derechos de manifestaci¨®n y huelga reconocidos en nuestra constituci¨®n, despu¨¦s de imponer con su mayor¨ªa y sin negociaci¨®n alguna la reforma laboral m¨¢s regresiva de la historia de nuestra democracia.

La ¨²ltima ocurrencia del Gobierno de Rajoy es responsabilizar al PSOE de la huelga convocada por los sindicatos. Sabemos que las teor¨ªas conspirativas son muy del agrado del PP: ning¨²n caso judicial est¨¢ cerrado si no es a su gusto, el 15-M fue instigado por el PSOE y las manifestaciones multitudinarias contra los recortes est¨¢n siendo promovidas por los socialistas. Poco importa que fuera el propio Rajoy a quien se le escapara off the record en Bruselas, que su reforma le iba a costar una huelga. Cuando esta se convoca formal y leg¨ªtimamente por quienes pueden y deben convocarla, resulta que somos los socialistas quienes la hemos instigado.

"La ¨²ltima ocurrencia de Rajoy es responsabilizar al PSOE de la huelga convocada por los sindicatos"

Los millones de espa?oles que est¨¢n saliendo a las calles a protestar por sus recortes tienen razones de sobra para salir, con independencia de quien les convoque, especialmente, los ciudadanos de la Comunidad Valenciana que sumamos a sus injustos recortes, la certeza de haber sido estafados y saqueados por a?os de irresponsabilidad pol¨ªtica, corrupci¨®n y despilfarro. El PP sabe a ciencia cierta que sus medidas cuentan con el rechazo de la mayor¨ªa, incluso de muchos de los que el 20 de noviembre les dieron su voto. Pueden seguir se?alando a otros, desautorizando a los sindicatos, criminalizando a los que protestan y avivando teor¨ªas conspirativas, pero el PP sabe que ha apostado por socializar las p¨¦rdidas entre los d¨¦biles y fortalecer a los poderosos, asegur¨¢ndoles futuras ganancias en un clima laboral sin derechos. Sabe que no puede salirle gratis acabar con los derechos de la mayor¨ªa para que, una vez superada la crisis, hayamos retrocedido lustros y roto cualquier equilibrio social entre empresarios y trabajadores.

En una cosa no se equivoca el PP. Los socialistas compartimos las razones de esta convocatoria y la mayor¨ªa de nosotros participaremos en esa jornada. Estaremos como ya est¨¢ sucediendo, en las multitudinarias manifestaciones, junto a millones de ciudadanos y ciudadanas, muchos de los cuales votaron al partido popular, que no se conforman con que ustedes, se?ores y se?oras del PP, aprovechen la crisis para devolvernos al pasado y que no comparten la injusta salida de la crisis por la que ustedes han optado. Por eso, me siento convocada a la huelga general del pr¨®ximo 29 de marzo.

Elena Mart¨ªn Crevill¨¦n es portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Alicante.