Los recortes abonan el terreno a la huelga

La convocatoria de huelga general encontr¨® ayer en Catalu?a un terreno abonado por mil y una protestas contra los recortes sociales, el malestar de los estudiantes, unos trabajadores p¨²blicos que van ya por la tercera rebaja salarial y un sector industrial especialmente golpeado por la crisis. El paro fue masivo en la industria del ¨¢rea metropolitana y el transporte, y tuvo m¨¢s incidencia que en otras ocasiones en el sector p¨²blico, la educaci¨®n y el comercio. La imagen del centro de Barcelona a media ma?ana era la de una ciudad a medio gas, lo cual fue un aut¨¦ntico bal¨®n de ox¨ªgeno para los sindicatos, que hasta ayer no las ten¨ªan todas consigo respecto a la respuesta a la convocatoria.

Al contrario de lo sucedido en el paro del 29-S de 2010, la huelga de ayer no solo no se fue deshinchando durante el d¨ªa, sino que fue creciendo, pese a los graves incidentes de peque?os grupos ajenos a los sindicatos mayoritarios. Tanto fue as¨ª que el Ejecutivo de CiU, que por la ma?ana minimizaba el impacto de la huelga, por la tarde rectificaba y dec¨ªa entender el malestar de la calle. Aun as¨ª, el Gobierno de Mas se puso al lado de la patronal al asumir sus cifras de seguimiento, del 23% en la industria y el 10% en el comercio, cuando los sindicatos sosten¨ªan haber logrado el 95% de la participaci¨®n en las f¨¢bricas. Las patronales cifraron el seguimiento en alrededor del 20%.

La de ayer fue la segunda huelga general convocada en un a?o y medio. Y por la misma raz¨®n: una reforma laboral. Pero muchas cosas han cambiado en Catalu?a: no gobierna la izquierda, sino CiU; los servicios de empleo registran 100.000 parados m¨¢s, y los ciudadanos acumulan ya el malestar de cuatro planes de austeridad que se han traducido en recortes sociales.

Los convocantes lograron ya de madrugada paralizar los pol¨ªgonos industriales del ¨¢rea de Barcelona, en especial las grandes empresas, entre ellas Seat y Nissan, pero tambi¨¦n factor¨ªas que atraviesan conflictos, como Yamaha, Panrico y Derbi. Y no solo por los eficientes piquetes, que bloquearon decenas de rotondas de acceso, sino sobre todo porque la mayor parte de los trabajadores secundaron activamente la huelga. Los enfrentamientos entre piquetes y fuerzas del orden provocaron 50 detenciones en Catalu?a hasta el cierre de esta edici¨®n.

Al final de la jornada los sindicatos acabaron de respirar aliviados por la masiva manifestaci¨®n que llen¨® el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona, en la que participaron unas 275.000 personas, seg¨²n los c¨¢lculos de EL PA?S, 800.000, de acuerdo con los sindicatos, y 80.000, seg¨²n datos de la Guardia Urbana.

De nuevo, v¨ªctimas de los recortes, funcionarios, afectados por abusos bancarios, estudiantes, jubilados y parados llenaron la c¨¦ntrica v¨ªa en una marcha a la que tambi¨¦n asistieron representantes del PSC, ERC e ICV-EUiA. La mayor¨ªa hab¨ªa secundado la huelga por la ma?ana, pero muchos otros no. Unos explicaban que no pararon por miedo a represalias en sus empresas; otros, porque con sus sueldos no se pueden permitir el descuento que una huelga supone en la n¨®mina. En la marcha tambi¨¦n hubo perfiles ins¨®litos, como el de los comerciantes. ¡°Hoy he cerrado la tienda, pero sin clase media la tendr¨¦ que cerrar ma?ana¡±, rezaba un cartel.

En sus parlamentos, los l¨ªderes sindicales se mostraron euf¨®ricos. El secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego, destac¨® el ¡°amplio acompa?amiento social¡± de la jornada, que atribuy¨® a la ¡°confluencia de rechazos a la reforma y los recortes¡±. Su hom¨®logo en UGT, Josep Maria ?lvarez, asegur¨® que con la respuesta a la huelga ¡°el Gobierno no puede imponer la reforma ni mirar hacia otro lado, debe retirarla¡±; la l¨ªder de USOC, Ant¨°nia Gil, subray¨® que ¡°la ciudadan¨ªa ha perdido el miedo¡±.

Los sindicatos tambi¨¦n destacaron el seguimiento de las marchas de Tarragona, Girona y Lleida. En Tarragona, los asistentes destacaban que la asistencia a la manifestaci¨®n que abarrot¨® la Rambla Nova (18.000 personas, seg¨²n la Guardia Urbana; 25.000, seg¨²n los convocantes) duplic¨® la de la huelga de 2010 y fue una de las m¨¢s numerosas que se recuerdan. En Lleida, la marcha tambi¨¦n se consider¨® multitudinaria, con 10.000 personas, que la Guardia Urbana rebaj¨® a 6.000, y en Girona los asistentes fueron 12.000, seg¨²n la polic¨ªa municipal; 20.000, seg¨²n los sindicatos.

Durante la jornada, el seguimiento del paro en los hospitales oscil¨® entre el 30% y el 50%, seg¨²n los sindicatos, mientras que la patronal y el Departamento de Salud aseguraron que los centros sanitarios funcionaron bien en todo el territorio. La huelga se tradujo en una actividad similar a la de un d¨ªa festivo y especialmente marcada por la ausencia de pacientes, que evitaron acudir a hospitales y ambulatorios por temor a un colapso que no se produjo.

En la educaci¨®n p¨²blica no universitaria, el sindicato USTEC cifr¨® el seguimiento en el 60%; CC OO y UGT, entre el 70% y el 75%, y la Generalitat lo rebaj¨® a un 28%. El transporte p¨²blico funcion¨® sin incidentes en las franjas de hora punta en que se fij¨® un tercio del servicio, y el aeropuerto de El Prat cancel¨® 144 vuelos de los 609 previstos.

Los sindicatos tambi¨¦n consideraron una victoria los paros en el comercio, sobre todo al lograr el cierre de centros de El Corte Ingl¨¦s. Las centrales cifraron el seguimiento en el 65%, pero Pimec lo rebaj¨® al 10% y asegur¨® que el peque?o comercio abri¨® con normalidad

Con informaci¨®n de Ant¨ªa Castedo, Ferran Balsells, Merc¨¨ P¨¦rez, Ivanna Vallesp¨ªn, Maiol Roger, Llu¨ªs Visa y Camilo S. Baquero.