Puigdemont rebaja la confrontaci¨®n con el Gobierno ante un marzo clave para las negociaciones de Junts

Cuando el 8 de agosto pasado irrumpi¨® fugazmente en el centro de Barcelona para protagonizar un mitin de seis minutos, Carles Puigdemont se despidi¨® de sus incondicionales con una duda. ¡°No s¨¦ cuando nos volveremos a ver¡±, dijo, azorado ante lo que parec¨ªa una detenci¨®n segura. Puigdemont logr¨® burlar el dispositivo que hab¨ªan montado los Mossos d¡¯Esquadra y escap¨® a B¨¦lgica. Ahora, confiesa a su c¨ªrculo de confianza que antes del verano podr¨¢ regresar a Catalu?a sin necesidad de montar una nueva espantada. El expresident se?ala que tiene confianza en que su amnist¨ªa quede definitivamente resuelta en un plazo cercano, por mediaci¨®n de una resoluci¨®n del Tribunal Constitucional que le allane el camino de regreso.

Las expectativas sobre su situaci¨®n personal avanzan en paralelo a las negociaciones que mantiene Junts per Catalunya con el PSOE para tratar de lograr alguna concesi¨®n que sirva para justificar un apoyo, aunque sea tibio, a Pedro S¨¢nchez. Tras ordenar la retirada de la cuesti¨®n de confianza contra el presidente del Gobierno, Puigdemont ha optado por rebajar la confrontaci¨®n con el Ejecutivo ante una fase crucial de las negociaciones.

Con la llegada del mes de marzo se cumple un a?o del anuncio que hizo el entonces president, Pere Aragon¨¨s, para anticipar las elecciones catalanas. El calendario ha dado la vuelta, la Generalitat est¨¢ en manos del PSC, el independentismo ha quedado apartado del poder en Catalu?a y ERC presume de haber logrado una condonaci¨®n de la deuda del Fondo de Liquidaci¨®n Auton¨®mico (FLA) y de poder concretar avances en un nuevo modelo de financiaci¨®n. Pero el reloj de Carles Puigdemont no marca las horas. El presidente de Junts sigue instalado en B¨¦lgica por riesgo a ser detenido si regresa a Girona y su partido no consigue arrancarle al Gobierno concesiones que aporten lucimiento. ¡°En pocas semanas se tendr¨ªan que materializar acuerdos que ya est¨¢n concretados¡±, subray¨® Jordi Turull, secretario general de Junts, en la comparecencia que organiz¨® para explicar la marcha atr¨¢s en su voluntad de someter a Pedro S¨¢nchez a una cuesti¨®n de confianza.

El propio Puigdemont sali¨® a templar la reacci¨®n de su partido al acuerdo por la quita de 17.104 millones de euros del FLA. La operaci¨®n, negociada por ERC con el Gobierno, mereci¨® una primera contestaci¨®n airada por parte de la direcci¨®n de Junts en Barcelona: ¡°La experiencia nos demuestra que puede ser un nuevo timo, que nos quieran dar gato por liebre¡±. Puigdemont apareci¨® m¨¢s tarde para matizar: ¡°Que ahora se perdone una parte es mejor que no se perdone nada¡±.

Junts perfecciona la t¨¢ctica del que aprieta pero no ahoga. Sus portavoces no desaprovechan ninguna oportunidad para se?alar que ¡°la confianza en el PSOE est¨¢ deteriorada¡±; pero, para tratar de desbloquear alguno de los compromisos adquiridos por la direcci¨®n del partido independentista, no se observa alternativa posible al actual Gobierno. El traspaso a la Generalitat de las competencias sobre inmigraci¨®n es un asunto que trae de cabeza a Junts. Se anunci¨® p¨²blicamente que el trato estaba hecho, pero la formalizaci¨®n del acuerdo sigue sin llegar.

La transferencia de asuntos relacionados con la gesti¨®n de la inmigraci¨®n causa muchos recelos en el Ministerio del Interior, y el Gobierno no quiere dejar en manos de la Generalitat asuntos como la vigilancia de los puestos fronterizos o el poder de decisi¨®n sobre la expedici¨®n de documentos como el NIE (N¨²mero de Identificaci¨®n Extranjera). Pero Junts insiste en que el traspaso tiene que ser integral. El tema se plantea en t¨¦rminos de todo o nada porque la direcci¨®n del partido tiene asumido que hay mucho en juego.

M¨¢s all¨¢ del chute de cr¨¦dito que ganar¨ªa la formaci¨®n para exhibir r¨¦ditos de sus tratos con el PSOE, y poder contraatacar la lista de provechos que divulga ERC, atar el control de la inmigraci¨®n servir¨ªa para competir con el empuje de la extrema derecha identitaria. Alian?a Catalana hace mella en las comarcas interiores de Catalu?a, feudo tradicional de Converg¨¨ncia, primero, y de Junts, despu¨¦s, y anuncia capacidad para colarse m¨¢s all¨¢ del espectro conservador del catalanismo. Seg¨²n avanz¨® el diario Ara, quien fue candidato de ERC en Amer, municipio natal de Puigdemont, se ha afiliado a Alian?a Catalana.

Gestos

Que el anuncio de un punto de entendimiento puede ser cercano lo avala la rebaja de tono de Junts, y gestos como el reciente nombramiento de Ramon Tremosa como consejero de Aena. El exdiputado de Junts, que lleg¨® a ser consejero de Empresa con Quim Torra, se incorpora a la gestora aeron¨¢utica tras haber acusado a la compa?¨ªa de imponer un ¡°chantaje unilateral¡± y de dar un trato ¡°colonial¡± a Catalu?a.

Junts presume de ¡°mantener la posici¨®n¡± y evita aparecer como un partido con temblor de piernas. A la hora de justificar el desistimiento a la cuesti¨®n de confianza, chirriaron las alusiones de Jordi Turull a una supuesta petici¨®n expresa del diplom¨¢tico que verifica las reuniones entre Junts y el PSOE. Se desconoc¨ªa el poder del diplom¨¢tico Francisco V¨¦lez para definir la hoja de ruta de Junts, toda vez que apenas unos d¨ªas antes Miriam Nogueras, vicepresidenta del partido y portavoz en el Congreso, hab¨ªa manifestado que ¡°la proposici¨®n no de ley sobre la cuesti¨®n de confianza se tiene que mantener¡±. Nogueras fue incluso m¨¢s all¨¢: ¡°No nos planteamos retirarla en ning¨²n caso¡±.