Enigmas
No fue la producci¨®n, sino la presencia de Pl¨¢cido Domingo lo que llen¨® el teatro
Como la Esfinge, algunos directores de escena proponen enigmas. As¨ª, por ejemplo, en la producci¨®n de Tha?s (?pera de G?tenborg) que presenta el Palau de les Arts, los monjes del desierto aparecen vestidos con frac y chistera. Pero eso no les pasa a las monjas de un convento femenino, que van muy de monjas, con lo cual la explicaci¨®n de que ¡°nada es lo que parece¡± tampoco sirve. Lo m¨¢s dif¨ªcil de entender, sin embargo, es que la protagonista ascienda a los cielos bastante antes de morir (incongruencia fatal para el desarrollo de la historia), y bastante despu¨¦s de su conversi¨®n al cristianismo (momento en el que, simb¨®licamente, podr¨ªa aceptarse la ascensi¨®n mencionada).
Hubo detalles, sin embargo, que s¨ª pusieron la estela tras la ir¨®nica mirada que Anatole France -en la novela que dio origen al libreto- lanza sobre el tema de la castidad: cenobio, sal¨®n de Nicias y mansi¨®n de la cortesana aparecen, todos ellos, enmarcados por la misma estructura, de forma que basta moverla un poco para que emerja la otra cara de la realidad. En esa l¨ªnea se sit¨²a tambi¨¦n el ¨¢rido desierto del tercer acto, cuyas dunas adoptan la forma de un desnudo femenino.
Tha?s
De J. Massenet. Direcci¨®n musical: P. Fournillier. Direcci¨®n de escena: N. Raab. Solistas: P. Domingo, M. Bystr?m, P. Fanale, G. Burato y M. J. Su¨¢rez, entre otros. Orquesta y Coro de la Comunidad Valenciana. Palau de les Arts. Valencia, 28 de marzo de 2012.
En cualquier caso, no fue la producci¨®n, sino la presencia de Pl¨¢cido Domingo lo que llen¨® el teatro. Un Pl¨¢cido que se empe?a en cambiar de cuerda. Ya hace cierto tiempo que viene afrontando papeles de bar¨ªtono, con m¨¢s voluntad que resultados, porque es un tenor. Y un tenor de 71 a?os. Eso s¨ª: hay momentos ¨Cel d¨²o del ¨²ltimo acto, por ejemplo- en que la voz todav¨ªa irradia esa belleza y esa emisi¨®n (tan noblemente italiana) que le han dado la gloria con toda justicia. Malin Bystr?m, en el papel protagonista, gust¨® en la franja central, densa y bien timbrada, pero los saltos hacia arriba generaban estridencias que perjudicaron al personaje.
El Nicias de Paolo Fanale anduvo escaso de potencia. Muy bien Gianluca Burato y Mar¨ªa Jos¨¦ Su¨¢rez. La orquesta, dirigida por Fournillier, son¨® estupenda, como de costumbre. Les falt¨® sin embargo, a la batuta y al viol¨ªn solista, subrayar mejor los cambios que el famoso tema de la Meditaci¨®n sufre en sus diferentes apariciones: no es lo mismo la enso?aci¨®n m¨ªstica que el erotismo frustrado. La melod¨ªa empieza, pero no termina, de la misma manera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.