Arenas busca la reinvenci¨®n del PP
El l¨ªder popular prepara a su partido para combatir el pacto PSOE-IU y la eventualidad de una legislatura corta. Tiene una cosa clara: no volver¨¢ a presentarse a la Junta
Javier Arenas es un pol¨ªtico dif¨ªcil de tumbar. Curtido en los vaivenes de una larga trayectoria, siempre encuentra una rendija por donde escurrirse y resurgir. La misma noche del 25 de marzo, cuando la mayor¨ªa de los dirigentes de su partido deambulaban por la sede del PP cabizbajos y aplanados por el golpe del inesperado desenlace, ya empez¨® a barruntar una salida. Entre las 21.30 ¡ªel momento en que se verific¨® la poca distancia sobre el PSOE (50 a 47 esca?os)¡ª y su comparecencia a las 22.20, el candidato improvis¨® un discurso con dos premisas. La primera: el PP tiene m¨¢s votos y, por tanto, la autoridad moral; y la segunda: lo realmente crucial sigue siendo superar la crisis econ¨®mica, para lo que est¨¢ dispuesto a colaborar.
En sus palabras, sin embargo, se colaron un par de errores que ha procurado enmendar despu¨¦s. Pronunciar la frase ¡°hasta aqu¨ª hemos llegado¡±, que suger¨ªa que arrojaba la toalla y se iba de inmediato, y asumir de manera impl¨ªcita que el ¨²nico papel del PP ser¨ªa el de oposici¨®n. Por eso enseguida inici¨® una maniobra de rectificaci¨®n para subrayar la condici¨®n de vencedor de su partido y se lanz¨® a ofrecer acuerdos a los socialistas, a sabiendas de que era un esfuerzo est¨¦ril. Hasta escribi¨® una carta a Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, sin darse por enterado de su desplante. Todo de forma redundante, porque al l¨ªder le han seguido en lo de proponer di¨¢logo y pactos los dem¨¢s dirigentes, que en el PP se suelen mover en cadena para conseguir un efecto multiplicador.
Se trata de evitar la sensaci¨®n de vac¨ªo, contraatacar y llenar estos d¨ªas de resaca electoral ¡ªque enlazan directamente con las vacaciones de Semana Santa¡ª de actividad y dinamismo. La idea es que se perciba que el PP, reforzado por su triunfo en las urnas, a¨²n marca la iniciativa pol¨ªtica en Andaluc¨ªa. Incluso de la chistera de los populares ha emergido un ex¨®tico conejo que plantea que Arenas ser¨ªa capaz de renunciar a la presidencia en un hipot¨¦tico Gobierno de concentraci¨®n (si tambi¨¦n lo hace Gri?¨¢n, claro) y abrir paso a otra persona.
Los populares tratan de trasladar que a¨²n conservan la iniciativa pol¨ªtica
Mientras, gana tiempo para decidir sobre su situaci¨®n personal y la del PP andaluz, tantea posibles escenarios, recompone, revisa los efectivos, ensaya. La nueva coyuntura requiere de una reflexi¨®n genuina y cambiar la estrategia por completo. Javier Arenas debe reinventar el enfoque de la organizaci¨®n que dirige y reinventarse a s¨ª mismo. Porque si algo est¨¢ claro, es que no habr¨¢ un quinto intento de llegar al Palacio de San Telmo. Ha fallado en cuatro ocasiones en un dilatado lapso de 18 a?os y eso es m¨¢s que suficiente.
Su futuro es un enigma. Quienes le rodean aseguran que en ning¨²n caso se le ha pasado por la imaginaci¨®n dejar la pol¨ªtica. Se dice que su relaci¨®n con Mariano Rajoy es tan buena que puede ser casi lo que quiera, inclusive ministro en la primera crisis de Gobierno que se produzca. No obstante, es preciso recordar que ha perdido predicamento en la calle G¨¦nova desde el congreso de febrero (celebrado en Sevilla), en favor de Dolores Cospedal, la secretaria general, con quien ha colisionado repetidas veces hasta erigirse sin disimulo en su enemiga interna.
Y tambi¨¦n que el fracaso en la toma de la presidencia de la Junta ha animado a sus contrarios en el partido a se?alarle con el dedo y runrunear que si en unas condiciones inmejorables ¡ªel deterioro del PSOE andaluz, atravesado por el caso de los ERE¡ª no ha podido revalidar el voto que obtuvo hace cuatro a?os (162.000 sufragios menos), es hora de asumir que el PP andaluz tiene un grave problema con Javier Arenas al frente.
Sin duda, intentar¨¢ recuperar su papel de anta?o en el PP de Rajoy. Cuenta con muchos aliados, pues hasta hace unos meses ¡ªcuando empez¨® a asentarse la convicci¨®n de que lograr¨ªa la mayor¨ªa absoluta¡ª hab¨ªa jugado a la baza del salto a la pol¨ªtica nacional. Esto es: anduvo con un pie en Andaluc¨ªa y otro en Madrid. De momento, va a seguir en la comunidad y optar¨¢ a la reelecci¨®n en el congreso regional previsto para el verano. ¡°Cualquiera que sea su destinto, su influencia en el PP reside en el control territorial de Andaluc¨ªa¡±, se?ala una fuente. ¡°Habr¨¢ que mirar con atenci¨®n el nuevo equipo que surja de este c¨®nclave¡±, apunta otro dirigente, quien a?ade que todav¨ªa es pronto para especular con la persona que puede suceder a Arenas en la candidatura a la Junta.
El nuevo grupo parlamentario no fue dise?ado para estar en la oposici¨®n
Lo m¨¢s perentorio es darle la vuelta al modelo actual de partido, dise?ado para gobernar, pero no para estar en la oposici¨®n. Una oposici¨®n que, adem¨¢s, se presiente ¨¢spera, rocosa. Andaluc¨ªa (la comunidad m¨¢s poblada del pa¨ªs) no solo supone un enorme contratiempo al Gobierno de Mariano Rajoy, que pensaba lanzar con su conquista el mensaje a Europa de que controlaba toda Espa?a. Es donde se va a atrincherar el PSOE para combatir al Ejecutivo, donde tratar¨¢ de demostrar que existe otra alternativa. Y encima con la alianza de IU, una formaci¨®n que inclinar¨¢ la nave siempre hacia la izquierda.
El primer escollo es el grupo parlamentario, cuyo armaz¨®n se levant¨® para apoyar a Arenas a la Junta. Varios de los alcaldes que le ayudaron a cercar a Gri?¨¢n en la pasada legislatura ya no son diputados, y los que lo son tendr¨¢n que dejar el cargo por la incompatibilidad que marca la ley Electoral, si el Constitucional (el Gobierno la ha recurrido) resuelve pronto y falla a favor de la normativa andaluza. En cualquier caso, la cifra es escu¨¢lida ¡ªocho frente a los 17 del anterior mandato¡ª, precisamente cuando el PP necesita m¨¢s que nunca de su contrapeso.
La estrategia troncal que Arenas pondr¨¢ en ¨®rbita a corto plazo es incidir en la inestabilidad del futuro acuerdo entre PSOE e IU, as¨ª como en el car¨¢cter tornadizo de su presidente. ¡°?Qui¨¦n no te dice a ti que un d¨ªa se levante Gri?¨¢n y diga: ¡®Yo no puedo gobernar con estos comunistas¡¯, y adelante las elecciones?¡±, avanza un dirigente, quien apuesta por una legislatura corta, como la de la pinza (1994-1996). En esta clave ¡ªuna vez cumplido el protocolo de di¨¢logo y propuestas del debate de investidura¡ª prepara el l¨ªder andaluz los meses venideros. La rendija por la que iniciar¨¢ su remontada se ver¨¢ m¨¢s tarde.
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