Satrap¨ªas y corrupci¨®n

El gobierno provincial fue utilizado en el franquismo a modo de satrap¨ªa dependiente del emperador. Si durante la dictadura se hac¨ªa m¨¢s ¨¦nfasis en la acepci¨®n desp¨®tica del t¨¦rmino s¨¢trapa, con la democracia se opt¨® por poner el acento en otro significado del t¨¦rmino: gobernante con astucia. Y astucia es lo que sobra en algunas de estas entidades provinciales.

Hay que aguzar el ingenio para justificar que se cobre m¨¢s siendo presidente de Diputaci¨®n que del Gobierno central. Eso suced¨ªa en ¨¦pocas de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero con las m¨¢ximas autoridades de una decena de corporaciones provinciales. No hay motivo para pensar que la proximidad de la Semana Santa haya reconvertido la pol¨ªtica salarial en ayunos cuaresmales. Todo el mundo sabe que da m¨¢s insomnio organizar servicios supramunicipales que el diferencial del bono alem¨¢n.

En la mente de todos resuena el nombre de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputaci¨®n de Le¨®n y conocida en el Partido Popular como ¡°la mujer de los 13 sueldos¡±. Un c¨¢lculo somero y r¨¢pido realizado por este diario arrojaba la cifra anual (en 2010) de 158.000 euros. El que fue presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona, el socialista Celestino Corbacho, cobraba 144.200 euros brutos, m¨¢s 1.800 en concepto de dietas por cada sesi¨®n plenaria del Ayuntamiento de L¡¯Hospitalet a la que acud¨ªa.

Es que las Diputaciones son tan ecum¨¦nicas que no saben de colores pol¨ªticos. Y adem¨¢s, tienen indudables facultades de taumaturgia: convierten a sus m¨¢s feroces detractores en fervientes defensores una vez que logran el poder. Lo que cuando se est¨¢ en la oposici¨®n es un vestigio del franquismo se convierte, una vez logrado el bast¨®n de mando, en una herramienta imprescindible para ayudar a los peque?os municipios.

Un total de 20 denodados

Las Diputaciones Provinciales se han convertido en grandes oficinas de colocaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, adem¨¢s de en apetecibles tartas con un saneado presupuesto. No se explicar¨ªa de otra forma esa especie de pacto de sangre que mantienen las formaciones pol¨ªticas en los organismos provinciales. Es de sobras conocido el v¨ªa crucis por el que pasaron la mayor¨ªa de los partidos para destituir hace un par de semanas a Josep Maria Matas de su cargo de coordinador general de la Diputaci¨®n de Barcelona: es decir, n¨²mero dos de la entidad. Matas perdi¨® el cargo el pasado 23 de febrero por haber facturado 900.000 euros a la Asociaci¨®n Catalana de Municipios mientras era su secretario general. La fiscal¨ªa abri¨® investigaci¨®n al respecto y tambi¨¦n lo hizo sobre las llamadas mochilas o sobresueldos que se pagaban en la Diputaci¨®n de Barcelona bajo el mandato de los socialistas Manuel Royes, Jos¨¦ Montilla, Celestino Corbacho y Antoni Fogu¨¦. Esas mochilas consist¨ªan en una compensaci¨®n econ¨®mica de la que se beneficiaban ciertos trabajadores cuando perd¨ªan un puesto de confianza y volv¨ªan a su plaza de funcionario.

Y es que la Diputaciones son confortables refugios salariales. Un total de 20 denodados diputados provinciales barceloneses son cienmileuristas, gracias a que complementan sus ingresos salariales con dietas. En 2009, de cada 100 euros que ingresaba la Diputaci¨®n de Barcelona, 37 se destinaban a pagar salarios. En 2011, un total de 2,53 millones sirvieron pagar a ¡°personal eventual de confianza¡±, liberados de los partidos pol¨ªticos.

?Debe sorprender, pues, la complicidad, generosidad, camarader¨ªa y buen rollo que impera entre las distintas formaciones que comparten mesa en la Diputaci¨®n de Barcelona? El pasado martes, todas las formaciones, excepto Iniciativa Verds, decidieron mantener el sueldo a Josep Maria Tous, el hombre ungido por CiU para relevar al destituido Matas en el cargo de coordinador general. Pues bien, ah¨ª va la historia para los amantes del buenismo y de la reinserci¨®n social: Tous estaba ese mismo martes detenido y prestando declaraci¨®n ante la juez por su presunta relaci¨®n con la trama catalana del caso Campe¨®n, una telara?a urdida para ama?ar concursos p¨²blicos y favorecer a determinadas empresas en la inspecci¨®n t¨¦cnica de veh¨ªculos (ITV).

No parece un buen principio estar detenido el d¨ªa de tu toma de posesi¨®n. Menos a¨²n si se trata de un cargo que ya lleva una v¨ªctima ¡ªMatas¡ª y para una instituci¨®n sobre la pesan demasiadas sospechas. ?Hacen falta m¨¢s argumentos para, en ¨¦poca de recortes, desmochar las Diputaciones? La austeridad y la responsabilidad lo est¨¢n pidiendo a gritos.

En ese viaje a ?taca al que Artur Mas ha invitado al pueblo de Catalu?a, convendr¨ªa empezar por aligerar y ventilar las bodegas. No sea que la pestilencia de las ¡°p¨²tridas aguas¡± a las que se refer¨ªa Oriol Pujol en el congreso de CDC no provenga de Espa?a, sino que sea un viejo, conocido y familiar olor.