Tanta luz apaga el cielo de Madrid
Las c¨¢maras de la NASA han captado la contaminaci¨®n lum¨ªnica y la capital destaca con fuerza De 7.000 astros que brillaban sobre Madrid, ahora apenas se vislumbra medio centenar
El escudo de Madrid no consiste solo en la osa erguida apoyada en el madro?o. Si uno se fija en el borde, ve siete estrellas blancas sobre fondo azul: los siete luceros de la constelaci¨®n de la Osa Mayor. Parad¨®jicamente, ya apenas se ven estrellas en Madrid. Si antes sol¨ªan brillar sobre la capital unos 7.000 astros, ahora casi hay que dar las gracias por vislumbrar medio centenar. ¡°Y depende de la zona, en algunos puntos no se puede ver absolutamente ninguna¡±, lamenta el presidente de la Agrupaci¨®n Astron¨®mica de Madrid, Ricardo Mart¨ªnez. C¨®mo estar¨¢ de negro el cielo, que la asociaci¨®n ha fijado su observatorio en Bonilla (Cuenca), a 140 kil¨®metros de la capital.
Los astr¨®nomos madrile?os ya se quejaban en 1998 de esas escasas 50 estrellas visibles. Y la situaci¨®n no ha mejorado, seg¨²n Mart¨ªnez, que es muy cr¨ªtico con la gesti¨®n municipal: ¡°Llevamos a?os combatiendo esas farolas globo que proyectan mucha luz hacia arriba, y quedan much¨ªsimas¡±, asegura. En realidad son 14.328, seg¨²n una portavoz municipal, pocas si se tiene en cuenta que el Departamento de Alumbrado P¨²blico se encarga de conservar un total de 252.000 luminarias en la capital. Mart¨ªnez desconf¨ªa del dato, y recuerda que en el Ayuntamiento tambi¨¦n niegan que la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica sea alarmante: ¡°Y ya sabemos lo que hay¡±.
Una y otra contaminaci¨®n, la atmosf¨¦rica y la lum¨ªnica, est¨¢n estrechamente relacionadas. ¡°La contaminaci¨®n lum¨ªnica no es m¨¢s que el reflejo de la luz en las part¨ªculas que hay en el aire¡±, explica el jefe de taller de la Oficina para la Protecci¨®n de la Calidad del Cielo del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), Federico de la Paz. A m¨¢s part¨ªculas, m¨¢s sucio se ve el cielo. El IAC fue pionero al impulsar una ley, hace 24 a?os, para proteger sus observatorios. Oblig¨® a acondicionar todo el alumbrado p¨²blico de la isla de La Palma, por ejemplo. De la Paz barre para casa: ¡°Casi todas las luminarias est¨¢n bien en Canarias, pero en la Pen¨ªnsula se desperdicia mucho. Hay mucho trabajo por hacer¡±.
Especialmente en Madrid, donde Mart¨ªnez asegura que se ha instalado una especie de ¡°hongo provocado por el reflejo de la iluminaci¨®n de 30 kil¨®metros de altura en vertical y que se observa a una distancia de hasta 300 kil¨®metros¡±. El pasado 12 de febrero se tom¨® una imagen nocturna de la capital desde la Estaci¨®n Espacial Internacional, a 400 kil¨®metros de altitud (en la p¨¢gina siguiente). Madrid brilla: su aeropuerto, las v¨ªas de circunvalaci¨®n, calles como la Castellana, plazas como la Puerta del Sol...
Es demasiado, aseguran en el Observatorio Astron¨®mico de la Complutense, donde han comparado con im¨¢genes anteriores y han notado que las luminarias de algunas carreteras se est¨¢n apagando ¡ªpor la crisis econ¨®mica, apuntan¡ª mientras aparecen nuevos puntos brillantes. Puntos negros de contaminaci¨®n lum¨ªnica, en realidad. ¡°Nadie defiende que se apaguen las luces de las calles, por una cuesti¨®n de seguridad, pero los focos en los monumentos, o los anuncios luminosos, no tienen ning¨²n sentido de noche. Edificios iluminados a las cuatro de la ma?ana. Es tirar el dinero¡±, reflexiona Alejandro S¨¢nchez, investigador del Departamento de Astrof¨ªsica. Cree que la sociedad no es consciente del problema que supone este tipo de contaminaci¨®n. Por eso, junto con otros miembros del Grupo de Astrof¨ªsica Extragal¨¢ctica e Instrumentaci¨®n Astron¨®mica (GUAIX) de la Complutense, ayer estudi¨® la reducci¨®n del brillo del cielo durante la Hora del Planeta.
14.000 farolas por cambiar
El 80% de las 73.000 farolas en forma de globo y sin control de flujo luminoso de Madrid se ha renovado desde 1999, seg¨²n el Ayuntamiento, que destaca que las 14.328 que quedan por cambiar representan un 5,7% del total del alumbrado p¨²blico de la ciudad, que alcanza las 252.000 luminarias. Raquel Puente, directora del M¨¢ster en Dise?o de Iluminaci¨®n de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid explica que m¨¢s que el sistema de iluminaci¨®n, lo importante para reducir la contaminaci¨®n lum¨ªnica son los reflectores y viseras que, adecuadamente situados, evitan que la luz se proyecte hacia el cielo. ¡°Todas las empresas trabajan desde hace tiempo, sobre todo desde que se aprob¨® el Reglamento de Eficiencia Energ¨¦tica en 2008, que, entre otras cosas, regula este tema, con modelos de luminarias que minimizan la contaminaci¨®n lum¨ªnica¡±.
En cuanto a la evoluci¨®n de los dispositivos de iluminaci¨®n, Puente explica que progresivamente se van dejando de utilizar las bombillas incandescentes, las l¨¢mparas de luz mezcla y mixta y las de vapor de mercurio de alta y baja presi¨®n. Estas est¨¢n siendo sustituidas por los halogenuros met¨¢licos, los diodos led (siglas en ingl¨¦s de diodos electroluminiscentes) y l¨¢mparas de vapor de sodio a alta y baja presi¨®n. La ventaja de estos ¨²ltimos dispositivos es sobre todo el ahorro energ¨¦tico, ya que iluminan igual o m¨¢s que los anteriores consumiendo menos energ¨ªa. En alg¨²n caso, tambi¨¦n son menos brillantes, pero la disminuci¨®n de la contaminaci¨®n lum¨ªnica se logra sobre todo con el uso de viseras y reflectores, insiste la especialista.
Es pronto para extraer conclusiones. Intentar¨¢n saber si la intensidad del brillo del cielo se redujo ayer entre las 20.30 y las 21.30, una hora durante la cual la organizaci¨®n ecologista WWF pide a instituciones, empresas y ciudadanos en todo el mundo que apaguen las luces para luchar contra el cambio clim¨¢tico. Solo hay dos maneras de comprobar el efecto de la llamada: desde arriba, como hace la NASA (¡°ma?ana estar¨¢ haciendo fotos a esa hora, pero no tiene previsto pasar por Espa?a¡±, asegura S¨¢nchez), o desde el suelo, comprobando si disminuye la luz a trav¨¦s de lo que se refleja en el cielo. En la Complutense lo har¨¢n con una c¨¢mara que permite medirlo aunque est¨¦ nublado. ¡°Es pr¨¢cticamente imposible comprobar el efecto de que la gente apague las luces de casa en la ca¨ªda del consumo el¨¦ctrico¡±, apunta S¨¢nchez. ¡°Tendr¨ªan que hacerlo muchos porque m¨¢s del 50% del consumo es constante, por los electrodom¨¦sticos sobre todo¡±.
La capital consume m¨¢s
Cel Fosc (Cielo Oscuro en catal¨¢n) es el nombre, y toda una declaraci¨®n de intenciones, de la Asociaci¨®n contra la Contaminaci¨®n Lum¨ªnica, que empez¨® su andadura en Catalu?a, pero que opera en toda Espa?a. Su presidente, el astrof¨ªsico navarro Fernando J¨¢uregui, explica que Madrid, como es l¨®gico por su tama?o, est¨¢ entre las ciudades espa?olas con m¨¢s contaminaci¨®n lum¨ªnica. En un estudio de la Universidad Complutense de 2009 solo la super¨® Valencia. Se trata de un problema nacional ya que, seg¨²n apunta J¨¢uregui, la potencia lum¨ªnica media por habitante espa?ol es tres veces superior a la de alemanes o franceses.
J¨¢uregui coincide con otros expertos al hablar de la escasa concienciaci¨®n sobre la contaminaci¨®n lum¨ªnica: ¡°Ahora no entender¨ªamos que una ciudad se enorgulleciera de emitir humo negro por sus chimeneas, como ocurri¨® durante la revoluci¨®n industrial. Sin embargo, para que esto ocurra con la iluminaci¨®n a¨²n queda bastante¡±. No se trata solo del despilfarro que supone tener, por ejemplo, vallas publicitarias encendidas cuando el comprador potencial hace horas que duerme pl¨¢cidamente. O farolas que desperdician m¨¢s de la mitad de su potencia iluminando el cielo o las ventanas que tienen enfrente, y no el suelo. J¨¢uregui se?ala, entre otros efectos negativos, los perjuicios para la salud, la afecci¨®n sobre los animales y el medio ambiente y la obstaculizaci¨®n de la observaci¨®n astron¨®mica, aunque sea por parte de aficionados o ¨²nicamente con intenci¨®n divulgativa. ¡°Pensamos que la iluminaci¨®n es necesaria, pero no cuanta m¨¢s, mejor¡±, precisa.
Para regular el cu¨¢nto y el d¨®nde iluminar se aprob¨® el real decreto sobre eficiencia energ¨¦tica en alumbrado exterior en 2008. Antes, en 2001, el Parlamento catal¨¢n hab¨ªa aprobado una ley de contaminaci¨®n lum¨ªnica, desarrollada en un reglamento de 2005. Pasarse en dos horas del horario de iluminaci¨®n permitido de la fachada de un hotel, o el escaparate de una tienda, por ejemplo, conlleva multas de entre 600 y 3.000 euros, pero los expertos aseguran que la normativa no est¨¢ funcionando. Baleares y Andaluc¨ªa tambi¨¦n han redactado normas para luchar contra este tipo de contaminaci¨®n. El presidente de Cel Fosc pone como ejemplo la legislaci¨®n andaluza, la ¨²nica que a su juicio toma medidas reales contra la contaminaci¨®n lum¨ªnica, con exigencias sobre la proyecci¨®n de luz o garant¨ªas de protecci¨®n para lugares de inter¨¦s especial.
?Qu¨¦ tiene Madrid? El Ayuntamiento aprob¨® en 2009 una ordenanza que regula la publicidad exterior. Muchos r¨®tulos luminosos desaparecieron porque no se ajustaban a la normativa. El texto establece horarios de encendido: los elementos de identificaci¨®n y se?alizaci¨®n de actividades deben apagarse a medianoche, excepto las cruces verdes de las farmacias. Hay m¨¢s manga ancha con los soportes publicitarios en edificios, obras y solares sin uso: los fines de semana del verano pueden emitir luz hasta las 2.30 de la madrugada. El Consistorio asegura que los monumentos y edificios que dependen de ¨¦l se apagan, desde antes de que se aprobara el decreto, a medianoche. Las ¨²nicas excepciones son La Cibeles y la Puerta de Alcal¨¢, que siguen iluminadas hasta la una. El Palacio Real, dependiente de Patrimonio Nacional, mantiene su iluminaci¨®n hasta la madrugada.
¡°Entramos en el tema de la contaminaci¨®n lum¨ªnica a mediados de la d¨¦cada de 1990, cuando el Ayuntamiento multiplic¨® el alumbrado, comenz¨® a iluminar las carreteras... Los a?os del derroche energ¨¦tico que ahora nos toca pagar¡±, se?ala Francisco Pujol, presidente del Grupo de Protecci¨®n del Cielo, una asociaci¨®n nacida al amparo de la Agrupaci¨®n Madrile?a de Astronom¨ªa y con presencia ahora en la zona centro del pa¨ªs. Desde entonces, Pujol celebra que se han publicado leyes sobre este tema ¡ªlas leyes nacionales de protecci¨®n de la atm¨®sfera y de eficiencia energ¨¦tica y las ordenanzas sobre alumbrado e iluminaci¨®n de edificios¡ª, pero plantea que ¡°ahora hace falta que se cumplan¡±.
En el caso de Madrid, Pujol est¨¢ convencido de que eso no sucede con la normativa municipal, y pone de ejemplo los excesos de iluminaci¨®n en las tradicionales cruces verdes que se?alizan las farmacias o en las farolas de tipo globo que a¨²n permanecen en muchas calles. El Consistorio asegura que recientemente ha puesto en marcha un proyecto de renovaci¨®n de instalaciones que, entre otras cosas, ha eliminado las pocas l¨¢mparas de vapor de mercurio e incandescentes que quedaban en la ciudad. El 98% de las l¨¢mparas instaladas son de vapor de sodio de alta presi¨®n, mucho m¨¢s eficientes, destaca. Pero Pujol est¨¢ convencido de que es la crisis la que verdaderamente est¨¢ contribuyendo a mitigar la contaminaci¨®n lum¨ªnica al apagar edificios que antes estaban ¡°excesivamente alumbrados¡±. ¡°Se iluminan hasta los polideportivos durante noches enteras. ?Eso es un edificio singular?¡±, cuestiona.
La iniciativa internacional Starlight defiende la calidad de los cielos nocturnos y promueve que la Unesco declare la visi¨®n de las estrellas patrimonio de la humanidad. ¡°Nuestros hijos han olvidado lo que es la V¨ªa L¨¢ctea, las estrellas. Lo han visto en los libros, pero no saben lo que es. Una pena¡±, lamenta De la Paz desde el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias.
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