Dialectos
"Yo ya ten¨ªa asumido que a los de letras nos iban a reconvertir y va y resulta que, gracias a los dialectos, podemos colocarnos mejor que los economistas. En cuanto acabe el curso, me reinvento"
Un compa?ero de trabajo me dijo que con este Gobierno est¨¢n floreciendo los dialectos, mientras que antes no hab¨ªa m¨¢s que talante, buen rollo y as¨ª. ?Dialectos? Por supuesto ¡ªa?adi¨®: el marian¨¦s, el montor¨ª, el sorayuco. Seg¨²n la Biblia, los israelitas ped¨ªan a los que quer¨ªan cruzar un torrente que pronunciasen la palabra shib¨®let y a los que seseaban, convirti¨¦ndola en sib¨®let, los ajusticiaron como enemigos. Aqu¨ª lo mismo: si te equivocas de dialecto, est¨¢s perdido. Ahora entiendo ¡ªcontest¨¦¡ª por qu¨¦ este Gobierno aborrece a los valencianos, que tan pronto nos birla el corredor mediterr¨¢neo como nos hunde el sistema financiero: es que seseamos (?o ser¨¢ por el apitxat?)
No domino las sutilezas de la nueva jerga pol¨ªtica, conque decid¨ª ponerme al d¨ªa y hacer caso a mi colega porque se supone que los dialectos son lo m¨ªo y a lo mejor hasta me dan un cargo. Amablemente, se prest¨® a ense?arme: Escucha ¡ªme dijo¡ª esto es marian¨¦s: ¡°Mira esta col: en el corto plazo no es m¨¢s que una col que no sirve para nada, pero en el medio plazo ser¨¢ una col podrida¡±. A m¨ª, la verdad, me sonaba a eso de los curas, que te cobran ahora y t¨² te resarces en la vida eterna, pero me call¨¦. Vamos a probar otro dialecto ¡ªcontinu¨®: para primero, col, para segundo, col, y para postre, helado de col. ¡ªO sea, que hay que cantar el la, la, la, le contest¨¦. ¡ªNo me confundas, esto es montor¨ª, nada que ver con el festival de Eurovisi¨®n. Te lo voy a aclarar en sorayuco y de paso aprendes: Massiel era de la c¨¢scara amarga, con ella empez¨® la crisis del pepino andaluz y por eso los mercados no se f¨ªan de nuestra col: con una herencia as¨ª, ?c¨®mo vamos a salir del bache?
¡ª?Qu¨¦ te parece?, pregunt¨® mi colega. Es maravilloso ¡ªle dije¡ª, ?yo que cre¨ªa que el montor¨ª consiste en vacilar y el sorayuco en hacer demagogia y ahora resulta que son dialectos! Pero les falta I+D, no veo que proporcionen transferencia de conocimiento a la empresa. ?C¨®mo que no? ¡ªsalt¨® mi compa?ero mientras agitaba el peri¨®dico, ¡ªaqu¨ª pone que un tal Rosa ha encontrado un chollo en Telef¨®nica gracias al sorayuco, mientras que otro, que se llama L¨®pez como t¨², ha perdido una bicoca en Red El¨¦ctrica porque no dominaba el marian¨¦s. An¨ªmate, tambi¨¦n tenemos dialectos en Valencia, por ejemplo, el bigot¨ª, ya extinguido, pero con buenos repertorios publicados por la revista TE.L.VA (Temas de Ling¨¹¨ªstica Valenciana); o el barbar¨¢n, una jerga primitiva que consta de una sola frase: hakuna matata. Lo malo es que ya no est¨¢n de moda. Por eso nos acaban de hacer el en¨¦simo desprecio con lo del Estatut, m¨¢s nos valdr¨ªa haberlo llamado Reglamento de la col para que colase.
Me qued¨¦ pensativo. Yo ya ten¨ªa asumido que a los de letras nos iban a reconvertir en profesores virtuales y va y resulta que, gracias a los dialectos, podemos colocarnos mejor que los economistas. En cuanto acabe el curso, me reinvento.
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