El pueblo del ¡®trabajo y no cobro¡¯

Jos¨¦ Ram¨®n Lizana se levanta cada ma?ana a las siete para conducir el cami¨®n de la basura. Mar¨ªa Dolores Jim¨¦nez limpia a diario el colegio y el instituto del pueblo. Marifeli Puentes inscribe en el registro civil a los fallecidos y reci¨¦n nacidos. Todos contribuyen a que Cenicientos (2.088 habitantes) siga funcionando con la puntualidad de un reloj a pesar de que no cobran un euro por su trabajo desde hace nueve meses. Junto a ellos, hay 33 empleados municipales m¨¢s a los que el Ayuntamiento adeuda 11 n¨®minas (dos de ellas, pagas extra). Las calles siguen limpias y el ordenanza cada d¨ªa a la puerta del Ayuntamiento: nadie dir¨ªa que lo que est¨¢n viviendo sea la bancarrota.

Cenicientos es la poblaci¨®n m¨¢s al occidente de la Comunidad de Madrid y una involuntaria representante de la ruina de numerosas localidades de la regi¨®n. Las m¨¢s grandes, como la capital o Parla, con deudas de 1.017 y 221 millones con sus respectivos proveedores, ponen los titulares escandalosos, pero donde la situaci¨®n se hace cruenta es en las peque?as localidades, donde el d¨ªa a d¨ªa queda lastrado por la falta de liquidez. El plan de pago a proveedores aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy, que comprende una l¨ªnea de cr¨¦dito para Ayuntamientos y autonom¨ªas a cambio de planes de ajuste, se ha convertido en un arma de doble filo para estos pueblos con problemas para abonar sus facturas. Por un lado servir¨¢ para saldar deudas, pero por otro obligar¨¢ a hacer recortes en personal y servicios sociales durante una d¨¦cada.

Jos¨¦ Ram¨®n Lizana tiene dos hijos de seis y dos a?os, y ha tenido que recurrir a la ayuda de su familia. ?ngel Mart¨ªnez, el ordenanza del Ayuntamiento, con una hipoteca y una minusval¨ªa del 45%, tambi¨¦n ha tenido que pedir favores. Detr¨¢s de cada deuda no solo hay un drama, tambi¨¦n suele esconderse una gesti¨®n discutible: exceso de optimismo, candidez, delirios de grandeza... La historia de la deuda de Cenicientos es incierta, principalmente porque su alcalde, Enrique Jim¨¦nez Concejal, no es muy amigo de dar explicaciones. Este diario no ha logrado dar con ¨¦l. No vive en el municipio, no convoca un pleno desde noviembre y, seg¨²n la oposici¨®n, en los ¨²ltimos a?os su partido (PP) ha presentado solo dos veces presupuestos: en 2002 y 2008. Los dos partidos de la oposici¨®n (PSOE, y los independientes COMCE) cifran la deuda en cuatro millones de euros, pero no tiene papeles. Por eso piden la intervenci¨®n del Ayuntamiento. Ni siquiera saben si el municipio se ha acogido al plan de pago a proveedores o cu¨¢nto se recauda en impuestos al a?o porque tampoco tienen interventor.

Los presupuestos de 2008 se presentaron en 2010, y de los casi dos millones de euros de gastos, un 70% corresponde a personal ¡ªlos 36 trabajadores que ahora no cobran, m¨¢s cuatro funcionarios que s¨ª lo hacen¡ª. O, como lo interpretan muchos en Cenicientos, a asegurarse la elecci¨®n. En la l¨®gica del pueblo, esto se explica de la siguiente manera: unos 1.600 habitantes cuentan con derecho a voto; la mayor¨ªa de ciudadanos ya tienen clara su opci¨®n por motivos ideol¨®gicos, y los que en el resto de Espa?a se conocen como indecisos en los pueblos peque?os bien podr¨ªan llamarse trabajadores municipales. Hay que intentar seducirlos. Luis Ramos, del PSOE local, echa c¨¢lculos: ¡°Unos 40 trabajadores municipales agradecidos vienen a ser los votos de 40 familias. Si aqu¨ª las elecciones se ganan por 100 votos...¡±.

Clientelismo

El clientelismo es un fen¨®meno universal, no privativo de Cenicientos, pero en el pueblo, fuertemente azotado por la crisis de la construcci¨®n, est¨¢ muy asumido. Todos los trabajadores municipales consultados han coincidido en que el Ayuntamiento les pag¨® una deuda anterior, de cinco meses, exactamente el 21 de mayo de 2011, jornada de reflexi¨®n antes de las ¨²ltimas elecciones municipales. Una de las trabajadoras del servicio de limpieza cuenta c¨®mo se gestionan las cosas en el municipio: ¡°Cuando empezaron los retrasos, cada mes y medio sub¨ªamos a ver al alcalde: Enrique, p¨¢ganos, por favor. Enrique, p¨¢ganos¡±.

Si somos demasiados trabajadores, que nos echen, pero bien¡±, opina Rosa

M¨¢s pistas sobre c¨®mo un municipio puede encontrarse un boquete en las arcas. Cenicientos es la capital oficiosa del llamado Valle del Terror, y no porque no sea un pueblo id¨ªlico rodeado de una espectacular naturaleza; el apelativo se refiere al circuito taurino de la zona, famoso por sus novilladas de alto voltaje con ganader¨ªas muy bravas y tradici¨®n de toreo extremo. Como toda fama, puede resultar cara mantenerla. Los cuatro d¨ªas de toros de agosto cuestan alrededor de unos 80.000 euros, m¨¢s las fiestas, la gesti¨®n de la organizaci¨®n... Y se celebran en una moderna plaza de toros con 2.500 plazas de aforo. 2.500 asientos para una poblaci¨®n de 2.088 habitantes. Alguno puede ir a la corrida dos veces para llenar el tendido.

ERE para 12 trabajadores

La flamante plaza de toros es un ejemplo de lo que hay en el pueblo. Por culpa de la crisis, desde hace poco los habitantes se quejan de que lo que falta son trabajadores sociales (el m¨¢s cercano queda en San Mart¨ªn de Valdeiglesias, por impagos de la mancomunidad), un empleado del catastro y el monitor de personas mayores. Dentro de poco se echar¨¢ tambi¨¦n de menos a empleados de la escuela infantil o de los servicios de limpieza. La raz¨®n es que la ¨²ltima medida anunciada por el Ayuntamiento es un expediente de regulaci¨®n de empleo (ERE) con el que se despedir¨¢ a 12 de los 36 trabajadores. Jos¨¦ Ram¨®n el basurero, Mar¨ªa Dolores la limpiadora, ?ngel el ordenanza y Marifeli la registradora recibieron una carta en enero, explic¨¢ndoles que prescinden de sus servicios por culpa de las deudas.

Todos est¨¢n de acuerdo en que a lo mejor son demasiados para las cuentas municipales, pero no saben por qu¨¦ les han despedido precisamente a ellos (son de los empleados m¨¢s baratos, con sueldos de hasta 422 euros, muy por debajo de los de varios cargos de confianza). Y, sobre todo, temen las condiciones del despido. ¡°Si somos demasiados trabajadores, que nos echen, pero bien¡±, cuenta Rosa Montero, conserje de la escuela e incluida dentro del ERE. ¡°Ya nos ha dicho el alcalde que probablemente no haya finiquito¡±, cuenta. De momento viven en la indefinici¨®n, porque el ERE les ha sido anunciado pero a¨²n no se ha hecho afectivo, el alcalde contin¨²a ausente y no conocen las cuentas. Mar¨ªa Dolores explica lo dif¨ªcil que le resulta ir a trabajar en la actual situaci¨®n: ¡°Nueve meses fregando sin cobrar es insoportable; y ahora, despedida¡±. A los trabajadores les mosquea la carta de la mutua que recibi¨® una compa?era el d¨ªa que tuvo que pedir una baja. En ella se explicaba que el Consistorio no estaba al d¨ªa en sus compromisos con la Seguridad Social. Seg¨²n UGT, esta deuda asciende a 700.000 euros, y los despedidos temen que eso haga peligrar su prestaci¨®n de desempleo.

Marifeli Puentes trabaja desde hace 26 a?os en una peque?a oficina a la entrada del Ayuntamiento. Cobra 600 euros como secretaria del juzgado de paz y el registro civil. Entre sus tareas, anotar los nacimientos y, lamentablemente m¨¢s a menudo, los fallecimientos que se suceden en la cercana residencia de ancianos. ¡°En ese armario tenemos todos los registros del pueblo desde 1862. Ah¨ª est¨¢n todos nuestros antepasados¡±, dice mirando el armario. ¡°Si yo me voy, ?qui¨¦n se va a ocupar de esto?¡±.