¡°Me dijeron que el 50% de la coca¨ªna era para los picoletos¡±

¡°En nuestro mundo, o eres confidente o eres ladr¨®n. Yo soy ladr¨®n¡±. Alberto Serrano, alias El Gaucho, admiti¨® ayer que en enero de 2005 particip¨® en uno de los mayores golpes conjuntos entre delincuentes comunes y polic¨ªas corruptos: el robo de 400 kilos de coca¨ªna de un contenedor depositado en el puerto de Barcelona. Los hechos se juzgan desde principios de semana en la Audiencia de Barcelona, pero hasta ahora se hab¨ªa hablado m¨¢s de los v¨ªnculos entre ambas orillas de la ley que del robo de la coca¨ªna.

En su declaraci¨®n como imputado, El Gaucho confirm¨® las tesis de la fiscal¨ªa e implic¨® a guardias civiles en la operaci¨®n. ¡°Me dijeron esto ven¨ªa de la Guardia Civil y que por eso el 50% de la droga era para los picoletos¡±, dijo. Despu¨¦s del robo, hubo una reuni¨®n en ¡°la oficina¡± (como conoc¨ªan todos a un bar de La Verneda) para hacer el reparto. All¨ª acudi¨®, con su coche, el supuesto l¨ªder de los uniformados, Antonio S¨¢enz, m¨¢s conocido como El Tete. Tambi¨¦n estuvo presente Javier Segura, Trapero, jefe de la banda. Serrano ten¨ªa una deuda con ¨¦l por un piso y particip¨® en robo por necesidad. ¡°Yo era un mandado. Segura me dijo: ¡®Venga, maric¨®n, tira p¡¯alante¡¯, y me met¨ª en el contenedor¡±.

El Gaucho le hab¨ªan prometido 12 kilos de coca¨ªna. La madrugada que entraron en el puerto, sab¨ªan ad¨®nde iban: llevaban un papel con el n¨²mero del contenedor. ¡°Antes abrimos otro contenedor, de pan congelado, para despistar¡±, declar¨®. ¡°Fue una labor penosa, abrimos paquete a paquete¡±. Cuando acabaron, exclam¨® que aquella droga era ¡°un regalo de Dios¡±.

Pero para Serrano aquello no acab¨® siendo un buen negocio. Mientras la mayor¨ªa celebraba el ¨¦xito en un burdel, el ¡°sinverg¨¹enza¡± de Cristian Isla, otro de los procesados, volvi¨® al contenedor en busca de m¨¢s droga. Al d¨ªa siguiente, la banda propin¨® una paliza a Serrano y Segura le apunt¨® a la cabeza con una pistola. ¡°La fastidi¨®, nos puso en peligro a todos. Era normal que me buscaran para apalearme¡±, explic¨®.

En el juicio de ayer declararon otros dos mandos procesados: los exinspectores del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa Antonio y Carlos Gim¨¦nez. Los hermanos negaron haber cobrado dinero de la banda a cambio de informaci¨®n, a pesar de unas conversaciones telef¨®nicas en la que Segura y David Barba (otro de los delincuentes) hablan de entregar a Antonio Gim¨¦nez 3.000 euros durante una comida en una marisquer¨ªa. ¡°En mi vida he recibido nada. Mi ¨²nica relaci¨®n con el hampa ha sido para sacar informaci¨®n¡±, dijo el imputado. El inspector justific¨® el encuentro para obtener informaci¨®n sobre unas bandas de ladrones del Este que hab¨ªan generado alarma social. El Tete era quien les hab¨ªa puesto en contacto.