Sobrevivir despu¨¦s de Penamoa

Una pala excavadora simboliz¨® ayer, en presencia de numerosos vecinos, polic¨ªas y periodistas, la muerte anunciada del infrahumano poblado coru?¨¦s de Penamoa, hasta hace poco mayor asentamiento del noroeste peninsular. Y, durante a?os, un gran y muy transitado supermercado de la droga. Tras el derribo, por orden judicial, de las ¨²ltimas seis chabolas que a¨²n permanec¨ªan en pie en medio de una gigantesca extensi¨®n de escombros ¡ªlos restos de un poblado que sumaba hace apenas tres a?os medio millar de habitantes¡ª, Penamoa, creado por el Ayuntamiento hace 28 a?os, est¨¢ oficialmente erradicado. Pero no el problema del chabolismo y sus derivados, de plena actualidad en A Coru?a.

Pendientes de soluci¨®n sigue otros poblados, como el asentamiento de infraviviendas al pie de la r¨ªa, en los terrenos de la antigua conservera Celta, donde se hacinan 50 familias gitanas en su mayor¨ªa dedicadas al furtivismo. Y el temor a que resurja ¡°un Penamoa dos¡± estaba ayer en boca de todos, desde el alcalde a los grupos de la oposici¨®n, pasando por los residentes del barrio m¨¢s cercano, O Ventorrillo, que llevan casi tres d¨¦cadas batallando por librarse de sus inc¨®modos vecinos. La reciente ocupaci¨®n de un edificio de pisos sin estrenar, el de A Moura en la avenida Finisterre, por antiguos habitantes de Penamoa ha vuelto a poner en la picota las pol¨ªticas locales de inserci¨®n y erradicaci¨®n del chabolismo.

Anunciado desde hace meses, no hubo resistencia alguna ayer a la orden judicial de desalojo forzoso y derribo de las ¨²ltimas chabolas de Penamoa. El proceso comenz¨® hace un a?o, por goteo, para echar a la veintena de familias que se negaron a integrarse en el programa especial que el Ayuntamiento, entonces gobernado por socialistas y nacionalistas, emprendi¨® en 2008 para erradicar el poblado. Fue la construcci¨®n de una circunvalaci¨®n, la Tercera Ronda la que oblig¨® a la supresi¨®n de este asentamiento. Naci¨® en 1983, cuando el Ayuntamiento entonces presidido por el socialista Francisco V¨¢zquez y deseoso de librar los terrenos de la zona de A Cubela para albergar el primer gran centro comercial de A Coru?a, el de Cuatro Caminos, decidi¨® trasladar a la comunidad gitana all¨ª instalada a un descampado municipal, en la parte trasera de la ciudad sin agua, luz ni asfaltado. El traslado forzoso iba a ser provisional, dos a?os, prometi¨® entonces el gobierno local. Pero durante m¨¢s de un cuarto de siglo, el poblado, donde nacieron y se criaron varias generaciones de coru?eses, creci¨® en la inmundicia.

Antiguos habitantes del poblado han ocupado un edificio en A Moura

El derribo de las ¨²ltimas infraviviendas no acaba con el problema, admitieron ayer todos los pol¨ªticos locales. Permitir Penamoa ¡°fue un fracaso colectivo¡±, dijo la socialista Mar Barc¨®n. No hay medidas reales de inserci¨®n, se queja el BNG. Pero aunque lo combati¨® con ah¨ªnco en la oposici¨®n, el alcalde, Carlos Negreira (PP), evit¨® ayer cualquier cr¨ªtica al plan especial al que se acogieron voluntariamente 79 del centenar de familias de Penamoa. O repetir la aseveraci¨®n de su teniente de alcalde, Julio Flores, vanaglori¨¢ndose, hace unos d¨ªas, de que ¡°Penamoa, que naci¨® y creci¨® con el PSOE, desaparecer¨¢ con el PP¡±.

Erradicar el chabolismo en A Coru?a es una larga y compleja tarea. Negreira lo reconoci¨® ayer: ¡°Hay que seguir trabajando, actuar y estar encima todos los d¨ªas¡±. Y alab¨® la constancia y ¡°buen trabajo¡± de los servicios sociales municipales y la colaboraci¨®n policial. El regidor confirm¨® las denuncias de vecinos de O Ventorrillo que acudieron ayer para presenciar el derribo de las ¨²ltimas chabolas de Penamoa: constantemente resurgen en las inmediaciones del gigantesco amasijo de escombros ¡°peque?os asentamientos¡± en furgonetas o tiendas de campa?a de desalojados que intentan regresar. Son, asegur¨® Negreira, de la veintena de familias que rechazaron el plan de inserci¨®n.

Pero la preocupaci¨®n y urgencia de gobierno local y vecinos est¨¢ ahora en la ocupaci¨®n del edificio de A Moura, cerca de Penamoa. Bajo vigilancia policial constante, familias del ya exasentamiento que est¨¢n a punto de dejar de cobrar sus dos a?os de ayudas al alquiler o que ni siquiera se acogieron a medidas de realojo ocupan los pisos vac¨ªos. El desalojo ¡°urgente de una ocupaci¨®n ilegal¡±, en palabras de Negreira, est¨¢ pendiente del juzgado que tramita las denuncias de la promotora, Teconsa, y de los due?os de los pisos, ademas del propio Ayuntamiento y de la asociaci¨®n vecinal de O Ventorrillo.

En Penamoa resurgen seguido ¡°peque?os asentamientos¡±