Fern¨¢ndez alega que Intervenci¨®n ¡®toler¨®¡¯ los ERE
La juez exige al exconsejero que asuma su responsabilidad por las graves irregularidades detectadas en su mandato
Defensa rocosa ante un interrogatorio minucioso. El segundo d¨ªa de la declaraci¨®n como imputado del exconsejero de Empleo Antonio Fern¨¢ndez ante la juez del caso de los ERE, Mercedes Alaya, fue una intensa batalla dial¨¦ctica que escudri?¨® su gesti¨®n al frente de Empleo (2004-2010). Y Fern¨¢ndez aguant¨® el tir¨®n, aunque la juez impon¨ªa sus tesis, seg¨²n concluyeron los abogados presentes. La raz¨®n es que conociera o no Fern¨¢ndez la ca¨®tica gesti¨®n del ex director general de Trabajo Javier Guerrero, lo cierto es que coincidieron durante seis a?os como viceconsejero y director general, y otros cuatro a?os en los que Fern¨¢ndez fue consejero y jefe de Guerrero, hasta que en 2008 le destituy¨®. Demasiado tiempo para justificar una perpetua ignorancia.
Fern¨¢ndez declar¨® durante otras 10 horas (ya acumula 21) y para defender el fondo para empresas en crisis, aleg¨® que la Intervenci¨®n General nunca encendi¨® la alarma roja que alertara de menoscabo alguno en dicho fondo para empresas en crisis que la Junta dot¨® con 647 millones entre 2001 y 2010. Fern¨¢ndez, imputado por seis delitos como cohecho y malversaci¨®n, adujo que Intervenci¨®n puso reparos y dijo que el procedimiento utilizado no era el adecuado, pero nunca emiti¨® informes de actuaci¨®n ni plante¨® "criterios jur¨ªdicos" que obligasen a paralizar las ayudas directas a empresas y los ERE.
Fern¨¢ndez recuerda que el PP propuso cambios a la 31L en el Parlamento
Sin embargo, Fern¨¢ndez admiti¨® que no se explica la concesi¨®n de las ayudas a las empresas R¨ªo Grande y Surcolor (ilegales seg¨²n la juez) que concedi¨® su departamento, a pesar de que lo dirig¨ªa ¨¦l mismo. El exconsejero a?adi¨® que considera "correcta" la inclusi¨®n del intruso y exdelegado de la Junta Juan Rodr¨ªguez Cordob¨¦s en la firma Calderinox, porque cumpl¨ªa con los requisitos necesarios para recibir una ayuda individual. El exconsejero debi¨® responder sobre subvenciones otorgadas en 2004 a las prejubilaciones de una empresa minera que hab¨ªa cerrado en 1988, o por qu¨¦ se paralizaron cinco ayudas "vac¨ªas de contenido" cuando Guerrero abandon¨® Empleo. Su sucesor, Juan M¨¢rquez (2008-2010), revis¨® la utilidad de las subvenciones concedidas al exconcejal socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Sayago y Empleo paraliz¨® los pagos porque las ayudas no estaban justificadas, pero la Consejer¨ªa no exigi¨® entonces responsabilidad alguna a Guerrero por haber concedido el dinero ni le denunci¨® ante los tribunales.
El acusado admite que paraliz¨® ayudas ¡°vac¨ªas¡± pero no denunci¨® a Guerrero
El exconsejero aleg¨® ante Alaya que no hab¨ªa un protocolo de actuaci¨®n escrito en Empleo, sino que ¨¦l daba ¨®rdenes verbales para dirigir las ayudas a los territorios que padec¨ªan las cuotas de desempleo m¨¢s altas en la comunidad. Fern¨¢ndez defendi¨® la publicidad que otorg¨® Empleo a la partida 31L, cuyos fondos aprobaba el Parlamento a?o tras a?o. El ex alto cargo record¨® c¨®mo en la tramitaci¨®n parlamentaria de la 31L todos los grupos, incluido el PP, presentaron propuestas de aplicaci¨®n para que los fondos destinados a ciertos territorios aumentaran.
Alaya le inquiri¨® sobre si el presidente de la Junta conoci¨® la concentraci¨®n de ayudas millonarias en el grupo Matadero de Sierra Norte. Y Fern¨¢ndez replic¨® que el presidente, el Consejo de Gobierno, el Parlamento y "todo aquel que se haya le¨ªdo la Ley de Presupuestos" la conoci¨®.
El exconsejero aclar¨® que ¨¦l nombr¨® al exparlamentario Ram¨®n D¨ªaz (antigua mano derecha de Guerrero) porque conoc¨ªa su experiencia en conflictos laborales. Fern¨¢ndez coment¨® que las ayudas "hab¨ªa que pelearlas" y que no se otorgaban a todos los empresarios solicitantes, por lo que contradijo a Guerrero, que sostiene que todos los empresarios que pidieron ayudas fueron atendidos. Por ¨²ltimo, el acusado dijo no entender por qu¨¦ el exdelegado de Empleo en Sevilla Antonio Rivas permiti¨® en connivencia con CC OO la inclusi¨®n de un intruso en el ERE de Calderinox.
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