Soberan¨ªa, ajustes y causas perdidas
Hay que reconocer que les han dado motivos, mejor dicho, motivo en alg¨²n caso aislado y en el resto facilidades. Me refiero a la extrema derecha, particularmente medi¨¢tica y a sus pol¨ªticas, rubias las dos, protegidas; y por otro lado, me refiero a las personas que ocupan las instituciones. En algunos casos los motivos y facilidades vienen dados por la torpeza, el desahogo, la prepotencia e incluso la corrupci¨®n, en la mayor¨ªa de los casos combinaciones de todos estos elementos.
Los motivos y facilidades los han aprovechado los columnistas de cabeceras m¨¢s o menos serias como El Mundo, La Raz¨®n, ABC o La Gaceta, por los opinadores de tertulias televisivas o radiof¨®nicas, por plumillas de medios digitales y por representantes pol¨ªticas rubias para arremeter contra instituciones que vienen desde el inicio de nuestra democracia o incluso del r¨¦gimen anterior.
La monarqu¨ªa no depende hoy de s¨ª misma sino de la habilidad de sus enemigos para que caiga
A esta ¨²ltima instituci¨®n me refiero en primer lugar. La Corona se ha visto sometida a un zarandeo que pone en serio riesgo el reinado de Letizia. Estos ataques provienen de su lugar natural, la izquierda, de aquellos sectores que en principio deber¨ªan ser su m¨¢s firme apoyo, la derecha, y de foros populares no muy serios. Desde mi punto de vista, de todos estos agentes, no ser¨¢ Jon Albizu, el concejal que inst¨® al equipo de Gobierno de San Sebasti¨¢n a izar la bandera republicana el 14 de Abril, ni siquiera la derecha quien pueda acabar con la monarqu¨ªa. El verdadero peligro para ¨¦sta, viene del nacionalismo espa?ol de Bel¨¦n Esteban y Rosa Benito.
El gran cazador blanco pec¨® de torpe, no s¨®lo por caerse sino por celebrar su guateque cineg¨¦tico en el peor momento de la historia reciente de Espa?a. Ha pecado de desahogo al mantener un estilo de vida millonario en momentos de progresi¨®n exponencial de la pobreza y la exclusi¨®n. Ha pecado de soberbia con contestaciones fuera de tono y peinetas a sus cr¨ªticos. Pero lo peor ha sido su connivencia o por lo menos intenci¨®n de tapar las actividades corruptas de su yerno. El tiro en el pie de su nieto parece una met¨¢fora de lo que los ocupantes de la Zarzuela han hecho.
Hablando de met¨¢foras, el momento de debilidad de la m¨¢s alta representaci¨®n del Estado que no de los ciudadanos puede ser una imagen de la situaci¨®n de Espa?a. La torpeza, el desahogo, la prepotencia y la corrupci¨®n han llevado a Espa?a, unidas al miedo, a una situaci¨®n de debilidad tal que este pa¨ªs ha renunciado a su soberan¨ªa. La ha dejado en manos del BCE y del FMI y ha quedado al pairo, a merced de los vendavales que vienen de los especuladores de los mercados. De la misma manera la monarqu¨ªa no depende hoy de s¨ª misma sino de la habilidad de sus enemigos para hacerla caer o no. No soy de la opini¨®n, como ha mantenido la l¨ªnea editorial de este peri¨®dico en su ¨¢mbito nacional de que sea necesario apuntalar este modelo de jefatura del Estado. Probablemente una catarsis en forma de advenimiento de la Rep¨²blica o incluso en forma de abdicaci¨®n podr¨ªa convencernos de que es necesario tomar nuestro destino en nuestras manos, abandonar la estrategia suicida del ajuste y m¨¢s ajuste, que ni es capaz de resolver los problemas verdaderamente m¨¢s graves como el desempleo ni siquiera es eficaz para reducir el d¨¦ficit y dar tranquilidad a los especuladores. Ejercer la soberan¨ªa puede suponer el inicio de un nuevo camino, un nuevo modelo que cambie de medio a medio la trayectoria de Espa?a como naci¨®n.
El retroceso del modelo auton¨®mico avanzar¨ªa en diez minutos hacia el proceso independentista
La segunda cuesti¨®n institucional que me gustar¨ªa traer a colaci¨®n es el ataque continuo y la culpabilizaci¨®n que la derecha hace del modelo auton¨®mico. Pili y Mili del centralismo, es decir, Esperanza Aguirre y Rosa D¨ªez lideran la reacci¨®n contra las comunidades aut¨®nomas a las que se culpa del d¨¦ficit, de las duplicidades, y del excesivo coste de la Administraci¨®n, como si antes no hubiera existido lo que llam¨¢bamos administraci¨®n perif¨¦rica. Lo primero que se me viene a la cabeza ante este espect¨¢culo es que son verdaderamente inconscientes de lo que puede acarrear un triunfo de sus posiciones. Es cierto que como en la situaci¨®n anterior el modelo auton¨®mico ha sufrido los desmanes de algunos que han sido sus titulares y que se han erigido en catedr¨¢ticos de la torpeza, el desahogo, la vanidad y la corrupci¨®n. No es necesaria ahondar en esta idea. El debate que han introducido contra el modelo auton¨®mico conduce a lo innecesario de determinadas comunidades, La Rioja, Murcia¡.Pero desarrollado lleva incluso a la inconveniencia de grandes comunidades como Catalu?a o Euskadi. ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa ante un retroceso importante u definitivo del modelo auton¨®mico, incluso al cierre del mismo en lugares como Euskal Herria? Me atrevo a pensar que el consenso social de ser naci¨®n, con independencia de lo que cada uno considere como mejor relaci¨®n con el Estado, llevar¨ªa a un impulso mayoritario, muy mayoritario, de la sociedad vasca hacia la independencia que ni con lo dispuesto en el art¨ªculo octavo de la Constituci¨®n podr¨ªa detenerse. El proceso hacia la independencia avanzar¨ªa en diez minutos lo que costar¨ªa treinta a?os.
Por ¨²ltimo, y al hilo de lo anterior, me gustar¨ªa a?adir una idea. Si durante la segunda legislatura del anterior gobierno popular dec¨ªa que Aznar hab¨ªa hecho m¨¢s nacionalistas que Sabino Arana, hoy la boutade puede enunciarse as¨ª: Los Mercados van a hacer m¨¢s independentistas que Arnaldo.
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