Lucha para no sucumbir a Malaya

Algo ha cambiado en el juicio del caso Malaya. Cuando se han superado las 160 sesiones de la vista oral contra la corrupci¨®n en Marbella (M¨¢laga), al tribunal, presidido por magistrado Jos¨¦ Godino, se le ve inquieto, desazonado. No es que el presidente de la sala haya perdido su tono apacible y su autoridad basada en el guante blanco, pero se le nota impaciente. El macrojuicio, ya el m¨¢s largo de la historia judicial espa?ola, se prolonga sin remedio y corre el riesgo de volverse ingobernable en su tramo final.

Los 95 procesados, encabezados por el supuesto cerebro de la trama, Juan Antonio Roca, ya han pasado todos por el banquillo de los acusados en los cuatro bloques en que se ha dividido la causa. Ahora, es el turno de los testigos y peritos de la cuarta fase, sobre los cohechos supuestamente cobrados por Roca y los concejales marbell¨ªes entre 2003 y 2006 por otorgar licencias urban¨ªsticas.

Las acusaciones y las defensas han propuesto, seg¨²n el tribunal, alrededor de 400 declaraciones. Cada uno de los testigos puede ser interrogado por cada una de las partes personadas en la causa, lo cual hace casi inviable que este tramo de declaraciones se cierre, como pretende el tribunal, a finales de mayo.

La sala ha previsto los meses de junio y julio para la lectura de las conclusiones e informes definitivos de cada una de las partes y est¨¢ empe?ada en declarar el juicio visto para sentencia el 1 de agosto. Tal es la exigencia que Godino ha amenazado a las partes con habilitar sesiones de juicio durante el mes de agosto, tradicionalmente inh¨¢bil para la Justicia. Despu¨¦s, el tribunal calcula que tardar¨¢ unos ocho meses en redactar la sentencia del caso de corrupci¨®n m¨¢s famoso de los ¨²ltimos a?os en Espa?a.

Los recesos de hasta 40 minutos se han quedado en pausas de cinco

El juicio se desarrolla en la sala mayor de la Ciudad de la Justicia de M¨¢laga de lunes a mi¨¦rcoles. El tribunal, que en fases anteriores del juicio decretaba amplios recesos ¡ªa veces de hasta 40 minutos¡ª y cerraba las sesiones a la hora de comer, ha acelerado notablemente el ritmo. El ¨²nico descanso de la jornada apenas dura 10 minutos ¡ªel mi¨¦rcoles pasado fueron cinco¡ª y las declaraciones se prolongan ahora muchos d¨ªas hasta las 16.00. Todo para ganar tiempo a un calendario cada vez m¨¢s estrecho.

El tribunal ha intentado que las partes renuncien a aquellos testigos y peritos que no consideren absolutamente imprescindibles y, frente a la flexibilidad mostrada a lo largo de todo el proceso, ha limitado la personaci¨®n de nuevos declarantes. En algunos casos, la petici¨®n del juez Godino ha tenido ¨¦xito. La defensa del exconcejal Rafael Gonz¨¢lez Carrasco renunci¨® a 40 testigos, aunque luego propuso a otros 10 m¨¢s.

El pasado martes, el magistrado Godino no pudo reprimir un ¡°?uf!¡± cuando, al preguntar cu¨¢ntos abogados deseaban interrogar a la testigo Macarena Gros, que trabajaba en la Gerencia de Urbanismo de Marbella como letrada, levant¨® la mano una veintena de defensores. Hab¨ªa mucho inter¨¦s en la declaraci¨®n de Gros, que incurri¨® en serias contradicciones de criterio sobre la legalidad de las licencias de primera ocupaci¨®n que visaba.

La Sala ha pedido a los abogados que renuncien a los testigos innecesarios

Antes que ella, y tras la declaraci¨®n del ¨²ltimo procesado, pasaron por el banco de los testigos varios de los polic¨ªas que, a las ¨®rdenes del juez Miguel ?ngel Torres, investigaron la trama de corrupci¨®n municipal. Por la sala pasaron una decena de polic¨ªas que intervinieron en diferentes diligencias de entrada y registro domiciliario.

El juicio arranc¨® el 27 de septiembre de 2010 con el tr¨¢mite de cuestiones previas. Para evitar graves perjuicios a los procesados, especialmente a quienes tienen cargos menos graves, el tribunal les permiti¨® asistir a las sesiones del bloque que les afectaran. La sala entr¨® en materia con un caso colateral al juicio: el pelotazo inmobiliario de la llamada operaci¨®n Crucero Ban¨²s. Posteriormente se analiz¨® el entramado de blanqueo supuestamente puesto en pie por Roca con sus colaboradores m¨¢s cercanos, entre ellos los abogados del despacho S¨¢nchez Zubizarreta, de Madrid, o Montserrat Corulla. El tercer bloque analiz¨® la red de testaferros que le permiti¨® ocultar un patrimonio cifrado por el fiscal anticorrupci¨®n, Juan Carlos L¨®pez Caballero, en 200 millones de euros. Finalmente, la cuarta fase, la m¨¢s numerosa, con 51 procesados, se centra en los sobornos.