Hablemos de la revoluci¨®n
Lina Ben Mhenni, una de las impulsoras del cambio pol¨ªtico en T¨²nez, conf¨ªa en las redes sociales como motor para el cambio social
Cuando, el 17 de diciembre de 2010, Mohammed Bouazizi se inmol¨® en las calles de Sidi Bouzid, un peque?o pueblo de T¨²nez, Lina Ben Mhenni sinti¨® que algo iba a cambiar. En contra de lo que se podr¨ªa pensar, se enter¨® como el resto del globo: por Internet. En ese momento, esta profesora de universidad de 28 a?os sufri¨® un impacto tan grande que no dud¨® en sumarse al runr¨²n de metamorfosis que se expand¨ªa por la sociedad tunecina. Se uni¨® a las manifestaciones que tuvieron lugar a lo largo del pa¨ªs y cre¨® un blog, A tunisian girl. Desde esta plataforma, esta joven utiliz¨® su nombre para protestar contra la opresi¨®n que asolaba a su pa¨ªs. En poco tiempo, su repercusi¨®n prolifer¨® hasta tal punto que fue propuesta como premio Nobel de la Paz.
"La informaci¨®n que se expuso en Internet? moviliz¨® a los ciudadanos"
Ayer, su seria y meditativa voz clausur¨® las jornadas sobre Derechos humanos y democracia en el marco euromediterr¨¢neo de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, en Valencia. Tras un repaso a c¨®mo se gestaron las revueltas, Ben Mhenni asegur¨® que el t¨¦rmino Revoluci¨®n 2.0 acu?ado para este proceso liberador del norte de ?frica ¡°demuestra la ignorancia sobre la situaci¨®n de T¨²nez¡±: ¡°La revoluci¨®n empez¨® en la calle. Para nosotros fue una cuesti¨®n de dignidad¡±, indic¨®. Por eso, el ciberactivismo del que quer¨ªa disertar no significa para ella m¨¢s que ¡°permanecer informados, en contacto. Porque el mayor objetivo es unirse¡±. ¡°Los v¨ªdeos y fotos compartidas provocaron la movilizaci¨®n de la gente¡±, asegur¨®. ¡°Aunque es un arma de doble filo¡±, aclar¨®, ¡°porque la fuerza de Internet tambi¨¦n ha llegado al poder, que, en ocasiones, tiene a activistas reclutados que carecen de toda ¨¦tica¡±.
Ahora mismo, seg¨²n reconoci¨® la activista, el panorama tunecino no es tan atractivo como se esperaba. ¡°?Cu¨¢l es la suerte de los derechos humanos en T¨²nez?¡±, se preguntaba, ¡°sigue habiendo represi¨®n y abusos contra las personas¡±, admiti¨®. ¡°El retorno de los islamistas ha supuesto un oto?o o invierno ¨¢rabe¡±. Entonces, ?para qu¨¦ sirvi¨®? ¡°Derrocamos al dictador¡±, contesta convencida.
La clave est¨¢ en la mezcla y la unidad, opina la joven tunecina
M¨¢s all¨¢ de eso, esta mujer de aspecto fr¨¢gil que viaja por el mundo demostrando una asombrosa valent¨ªa, apuesta por mantener una actitud combativa que parte de la mezcla y la unidad: ¡°Hasta ahora la sociedad civil se ha quedado en el estado de la reacci¨®n¡±. ¡°Los dem¨®cratas son activos, pero no est¨¢n organizados¡±.
Su receta para el cambio pasa por la alianza y la presi¨®n ciudadana: ¡°Uno puede no estar implicado de forma activa en pol¨ªtica y ser m¨¢s ¨²til. El problema es este capitalismo salvaje¡±, explica con cierto pudor, ¡°cuyos efectos tambi¨¦n estamos notando en T¨²nez¡±. ¡°Hay que ser muy selectivo a la hora de informarse¡±, sentenci¨®, ¡°pero, sobre todo, hay que comunicarse. Y hablar. Hablar de la revoluci¨®n¡±.
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