El patrimonio arqueol¨®gico espera bajo tierra el final de la crisis econ¨®mica
Las empresas que hacen excavaciones reducen de forma dr¨¢stica sus presupuestos
El boom del ladrillo tuvo las consecuencias negativas ya sabidas. Sin embargo, fue una espl¨¦ndida ¨¦poca para la arqueolog¨ªa, ya que a las grandes urbanizaciones precedieron muchas veces grandes excavaciones que en algunos casos depararon descubrimientos hist¨®ricos. Pero la crisis inmobiliaria y los recortes en inversi¨®n p¨²blica est¨¢n dejando un panorama desolador: PAI paralizados, solares abandonados, promotores en quiebra y, tambi¨¦n, arque¨®logos sin trabajo. El conocimiento de la historia que alberga el subsuelo se ha parado en seco.
¡°La verdadera crisis nos llegar¨¢ en 2013 y 2014¡±, advierte la arque¨®loga Ana Valero. ¡°Este a?o todav¨ªa estamos trabajando por las obras p¨²blicas aprobadas hace dos a?os, pero la Administraci¨®n ya no licita ninguna carretera ni tramo nuevo. En 2014 no tendremos trabajo¡±.
Una empresa arqueol¨®gica nos desvela sus cuentas: en 2008 factur¨® un mill¨®n de euros, en 2009 dos millones, en 2011 la cifra baj¨® hasta los 40.000 euros, y este a?o solo tiene previstos trabajos por valor de 3.000.
La construcci¨®n privada
Desde la entrada en vigor de la Ley de Patrimonio Valenciano de 1985, toda obra que afecte al subsuelo requiere de una prospecci¨®n arqueol¨®gica previa. En plena espiral inmobiliaria, las peticiones de licencia de construcci¨®n eran tantas que la Direcci¨®n General de Patrimonio, desbordada, permiti¨® que los promotores contrataran a arque¨®logos aut¨®nomos. ¡°Fue una gran ¨¦poca¡±, se?ala Tina Herreros. ¡°Los arque¨®logos nos animamos a crear empresas que daban trabajo a top¨®grafos, dibujantes, inform¨¢ticos, peones e incluso vigilantes de seguridad. La profesi¨®n comenz¨® a consolidarse¡±, a?ade.
La construcci¨®n privada dio grandes frutos en las ciudades. ¡°En 2007 excavamos la necr¨®polis tardorromana de la Boatella, en Valencia¡±, recuerda Herreros. En cerca de 5.000 metros cuadrados se encontraron m¨¢s de un centenar de enterramientos de los siglos II al V. En las zonas rurales, gasoductos, trasvases, carreteras o la modernizaci¨®n de regad¨ªos favorecieron el afloramiento de restos arqueol¨®gicos. En 2003, en el trayecto del AVE Valencia-Madrid se descubri¨® una villa romana en l¡¯?nova, y un gasoducto destap¨® en Sagunt unas termas romanas de hace 2.500 a?os.
En las zonas rurales,
Pero donde los historiadores ten¨ªan puestas sus esperanzas para saber m¨¢s de nuestro pasado eran los PAI. As¨ª, una gran villa romana de 6.500 metros cuadrados fue descubierta en 2009 gracias a un PAI en Paterna. Ese mismo a?o, el PAI de Porxinos (Riba-roja) donde se iba a levantar la Ciudad Deportiva del Valencia CF, sac¨® a la luz restos ¨ªbero-romanos. ¡°Pero el tiempo de los PAI ha pasado¡±, explica Valero, y, seg¨²n Herreros, ¡°apenas si hay excavaciones urbanas. S¨®lo peque?as obras de alcantarillado, cableado o colocaci¨®n de ascensores¡±.
Grandes obras que alimentaron las expectativas del sector, como el Parque Central de Valencia, est¨¢n en punto muerto, y otras m¨¢s peque?as, como la construcci¨®n de viviendas junto al Museu de l¡¯Arqueologia de Alcoi, dentro de la antigua ciudad amurallada, est¨¢n paralizadas. El patrimonio arqueol¨®gico, bajo tierra, tambi¨¦n espera el final de la crisis.
Excavaci¨®n arqueol¨®gica en el centro hist¨®rico de Valencia, en una imagen de archivo. / jordi vicent
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