Ra¨²l llevaba 10 a?os muerto

Maribel y ?ngeles se abrazan en el cementerio de Carabanchel. Las dos hermanas se echan a llorar. Est¨¢n justo delante de una tumba que carece de inscripci¨®n alguna. Justo ah¨ª abajo, permanece enterrado su hermano, Ra¨²l Casero del Amo, de 26 a?os. Hace unos 15 d¨ªas que les llam¨® la Guardia Civil y les dijo que su familiar hab¨ªa fallecido a las pocas horas de haber desaparecido. Ahora todo son preguntas sobre lo que ocurri¨® y por qu¨¦ nadie les avis¨® de Ra¨²l hab¨ªa muerto. ¡°Nos da por pensar que alguien ha querido tapar algo¡±, asegura Maribel.

La tumba se encuentra en la parte antigua del cementerio. Se trata de un enterramiento colectivo que pag¨® el Ayuntamiento de Madrid en su momento. ¡°?Qu¨¦ pena! ?Qu¨¦ pena!¡± afirman las dos, mientras casi no pueden articular palabra. Es la primera vez que acuden a la sepultura tras recibir la noticia de que su hermano estaba muerto.

La ¨²ltima vez que Ra¨²l Casero fue visto con vida ocurri¨® la tarde del 6 de octubre de 2001. Regresaba a casa de sus padres, en Villaverde Bajo, con los que viv¨ªa. Hab¨ªa salido con los amigos y ten¨ªa que volver a cenar. Pero no lo hizo. Este joven, que hab¨ªa trabajado limpiando trenes en la estaci¨®n de Chamart¨ªn, se encontraba entonces en paro. ¡°Intentamos denunciar su desaparici¨®n al d¨ªa siguiente, pero no nos dejaron. Como se trataba de un adulto, ten¨ªan que pasar al menos 48 horas. Pero sab¨ªamos que algo no iba bien cuando era el cumplea?os de mi hija y no fue a celebraci¨®n¡±, explica Maribel. La denuncia la presentaron en la comisar¨ªa de Puente de Vallecas. All¨ª entregaron hasta una foto y una descripci¨®n completa: ¡°Estatura: 1,83; complexi¨®n delgada, ojos marrones, pelo negro rizado y corto. Vest¨ªa pantalones vaqueros y una cazadora del ch¨¢ndal con las letras NB¡±. A ello se a?adieron dos detalles importantes: ten¨ªa un tatuaje en el brazo izquierdo (un coraz¨®n con una R) y una escayola en el mismo antebrazo.

Durante todo este tiempo, la familia recorri¨® todos los albergues de la regi¨®n y hasta poblados chabolistas donde se vend¨ªa droga, como Las Barranquillas. ¡°Todo el mundo lo hab¨ªa visto el d¨ªa anterior o hac¨ªa poco tiempo, pero nadie nos pod¨ªa decir cu¨¢l era su paradero real¡±, a?ade ?ngeles. Tambi¨¦n se han visto muy ayudados por la asociaci¨®n Sosdesaparecidos. ¡°Incluso nos llam¨® un polic¨ªa y nos dijo que hab¨ªa hablado con ¨¦l y que le hab¨ªa dicho que era mayor de edad y que no quer¨ªa saber nada de su familia. Ahora nos damos cuenta de c¨®mo nos han enga?ado¡±, a?ade la hermana.

¡°Estos a?os han sido muy duros. Siempre nos daba pensar que, si hac¨ªa fr¨ªo o llov¨ªa, como lo estar¨ªa pasando ¨¦l, que d¨®nde estar¨ªa metido y con qui¨¦n andar¨ªa. Ha habido fechas muy malas como las Navidades o como sus cumplea?os¡±, reconoce Maribel.

A las pocas horas

El final a tanta incertidumbre lleg¨® a las diez de la ma?ana del pasado 13 de abril. A esa hora, un guardia civil del equipo de Atestados de Legan¨¦s llamaba a los padres de Ra¨²l Casero. El agente le comunic¨® por tel¨¦fono que su hijo estaba muerto, que hab¨ªa fallecido a las pocas de la desaparici¨®n. La noticia, sin embargo, abr¨ªa muchos interrogantes que hasta la fecha tienen pocas respuestas.

Seg¨²n consta en el atestado, Ra¨²l Casero muri¨® atropellado alrededor de las seis de la ma?ana del 7 de octubre de 2001, en el kil¨®metro 19,800 de la autov¨ªa de circunvalaci¨®n M-40, en una curva con la velocidad limitada a 80 kil¨®metros por hora. El cuerpo de la v¨ªctima, que iba indocumentada, fue trasladado al Instituto Anat¨®mico Forense (IAF). All¨ª permaneci¨® cuatro meses, tras lo cual el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 11 orden¨® su enterramiento al no ser reclamado por ning¨²n familiar o allegado.

Seg¨²n explic¨® el guardia civil a los padres de Ra¨²l, el caso se ha descubierto ahora porque el servicio de Criminal¨ªstica repas¨® casos antiguos cruz¨® los datos y comprob¨® que se trataba de la misma persona. La familia no pod¨ªa dar cr¨¦dito de que ese tr¨¢mite, sencillo como pocos, no se hubiera hecho en octubre de 2001. No conformes con la explicaci¨®n del instituto armado, la familia acudi¨® al IAF. All¨ª le ense?aron la fotograf¨ªa y correspond¨ªa sin duda a Ra¨²l. ¡°Estaba magullado y con algunos hematomas, pero como consecuencia del accidente¡±, reconoce Maribel. Tambi¨¦n han ido al Juzgado de Instrucci¨®n y esperan que en los pr¨®ximos d¨ªas les den traslado de todo el expediente. Eso incluye sus efectos personales, como las llaves de la casa y un anillo.

Mientras, fuentes judiciales reconocen que se trata de un error ¡°muy extra?o¡±. ¡°Generalmente se cotejan los datos de los desconocidos que ingresan en el Instituto Anat¨®mico Forense con las denuncias de desaparecidos. Si en este caso no se hizo, algo ha fallado¡±, destacaron las citadas fuentes, que no descartan que el desfase de unos d¨ªas entre el accidente y la denuncia motivaran que no se descubriera la identidad.

El cuerpo de Ra¨²l Casero fue exhumado ayer de la fosa pagada por el Ayuntamiento y enterrado en una propiedad de la familia. Se trat¨® de una ceremonia ¨ªntima. ¡°Si no nos llegan a avisar y pasan otros dos meses, hubiesen incinerado los restos y jam¨¢s habr¨ªamos sabido nada de ¨¦l¡±, explica ?ngeles. ¡°Ahora vamos a ir a por todas. Alguien tiene que explicar qu¨¦ es lo que ha pasado todo este tiempo o si detr¨¢s del accidente ha habido algo m¨¢s. No creo ni en la justicia ni en la Polic¨ªa ni en la Guardia Civil. ?Qui¨¦n me dice que a mi hermano no lo atropell¨® alguien importante y lo han tapado hasta ahora cuando ya ha prescrito todo?¡±, concluye Maribel. Mientras, de lejos, la tumba sin inscripciones ya tiene al menos un nombre. El de Ra¨²l Casero del Amo.