¡°Pap¨¢, quiero ser compositor¡±
Los recortes de la Generalitat ponen al l¨ªmite las escuelas de m¨²sica
Cristian Gonz¨¢lez se pone serio al plantarse ante el piano. Acerca el taburete, se sienta y desgrana nota tras nota Para Elisa, de Beethoven. A pesar de sus 11 a?os, Cristian tiene claro su futuro profesional. ¡°Quiero ser compositor¡±, asegura sin sombra de duda. Hace ya seis a?os que estudia en la escuela de m¨²sica Torre Balada de Castellar del Vall¨¨s (Vall¨¨s Occidental, Barcelona), empujado por su padre y una gen¨¦tica de tres generaciones de m¨²sicos. Este a?o la familia ha tenido que apretarse el cintur¨®n porque las cuotas de esta escuela han subido un 30% de media este curso. ¡°Continuaremos pagando hasta que podamos¡±, dice el padre, ?ngel Gonz¨¢lez.
Esta familia de Castellar est¨¢ sufriendo el encarecimiento de los estudios musicales provocado por los recortes de la Generalitat. La ense?anza musical se financia con las aportaciones del Gobierno catal¨¢n, los Ayuntamientos y las familias. El Departamento de Ense?anza destinar¨¢ este a?o 19 millones a las escuelas de m¨²sica y danza, el 30% menos que en 2011, cuando se invirtieron 27 millones, y el 36% menos respecto a 2010 (30 millones). El recorte se plasm¨® en 2011 con el paso de 600 a 460 euros de la subvenci¨®n que da la Generalitat por alumno y a?o a las escuelas municipales de m¨²sica. Para este curso se ha anunciado una nueva rebaja dejar¨¢ la aportaci¨®n en 230 euros, aunque la cifra podr¨ªa modificarse debido al ¨²ltimo recorte de 1.500 millones que planea la Generalitat, de los cuales 400 millones podr¨ªan afectar a educaci¨®n.
El recorte est¨¢ sobrecargando a Ayuntamientos y familias, que tambi¨¦n pasan dificultades econ¨®micas. Este c¨ªrculo vicioso est¨¢ poniendo en poligro la continuidad de los estudios no obligatorios, como los que ofrecen las escuelas de m¨²sica y danza, pero tambi¨¦n las guarder¨ªas. ¡°Hay un punto en que no podremos resistir. Esta l¨ªnea es la que estamos ahora a punto de traspasar¡±, alerta la Asociaci¨®n Catalana de Escuelas de M¨²sica (ACEM), que defiende estos estudios como un ¡°patrimonio¡± que fomenta el ¨¦xito escolar. ¡°Ayuda al desarrollo de las emociones, de las capacidades motoras, de la imaginaci¨®n y la creatividad, de la capacidad de aprendizaje¡¡±, defienden desde la ACEM.
Muchas familias no pueden pagar ya los estudios musicales tras el aumento de las cuotas
La entidad ha realizado entre la mitad de los 165 centros de estudios musicales p¨²blicos de Catalu?a una encuesta que revela los problemas econ¨®micos del sector. Seg¨²n la encuesta, el 53% de las escuelas ha tenido que subir este curso las cuotas un 10% de media. La escuela de Castellar tuvo que ir m¨¢s all¨¢ y subi¨® las matr¨ªculas un 30%.
El aumento de precios est¨¢ provocando que muchas familias no puedan permitirse estos estudios. La encuesta de la ACEM revela que durante este a?o se han perdido 1.700 alumnos, el 4% de los 43.000 alumnos que estudian actualmente en escuelas de m¨²sica municipales. Tambi¨¦n la plantilla se ha visto afectada y se han perdido medio centenar de profesores, el 1,4% de los cerca de 3.300 que trabajan actualmente en estos centros.
La escuela de Castellar tambi¨¦n ha notado este efecto. Este curso han perdido el 30% del alumnado (han pasado de 238 estudiantes a 168). Tambi¨¦n han tenido que prescindir de la profesora de canto, porque han dejado de ofertar esta materia, y han reducido la jornada laboral de algunos maestros. Toni Meler, director de la escuela, apunta que con vistas al pr¨®ximo curso buscan soluciones para hacer viable el centro, por ejemplo priorizar las clases colectivas (se crear¨¢n un grupo de gospel y una coral) y asignaturas populares que puedan atraer a un amplio p¨²blico.
La ACEM alerta de que hay escuelas de m¨²sica que no podr¨¢n sobrevivir si contin¨²an los recortes de la Generalitat. Maria Ant¨°nia Puig, edil de Educaci¨®n de Castellar del Vall¨¨s, califica la situaci¨®n de ¡°muy cr¨ªtica y muy grave¡±, pero asegura que el cierre de la escuela no se prev¨¦. ¡°La escuela sirve de trampol¨ªn para los ni?os que quieran seguir estudios profesionales de m¨²sica. Si nosotros no hacemos esta tarea, ?qui¨¦n la va a hacer?¡±, se pregunta la concejal. Cristian es uno de esos ni?os que esperan ver un d¨ªa sus sue?os hechos realidad. De momento, el joven m¨²sico aprovecha siempre que puede para ense?ar a la profesora sus composiciones. La ¨²ltima, dedicada a su hermano menor con motivo de su onom¨¢stica. Cristian practica duro cada d¨ªa esperando poder dar vida muy pronto a los primeros compases de su pieza favorita: La marcha turca, de Mozart.
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