Despedida de una jefa

La destituci¨®n de M¨°nica Terribas de la direcci¨®n de la televisi¨®n p¨²blica catalana ha coincidido, al mil¨ªmetro, desde septiembre que se empez¨® a hablar de los d¨ªas contados de una y del otro, con la despedida de Pep Guardiola del Bar?a. Aunque, claro, no ha tenido ni de lejos el mismo eco.

Es normal, no tiene el mismo alcance emocional entrenar al Bar?a que dirigir TVC. En las mitolog¨ªas que nos sustentan el f¨²tbol ha ganado la mar de puntos, ha creado un espacio de experiencia, an¨¢lisis y catarsis mucho m¨¢s intenso que en otros momentos de su f¨¦rtil historia nacida de las clases populares, en paralelo a su transformaci¨®n en negocio transfronterizo y descomunal que no atiende ni a sus deudas p¨²blicas y si es conminado a hacerlo tiene incluso as¨ª manga ancha. Mientras que el periodismo y la televisi¨®n est¨¢n a la espera de reencontrarse y reinventarse, nacerse de nuevo, pasar p¨¢gina y volver con su p¨²blico, poco o mucho, lectores y lectoras, oyentes y espectadores, cultivados e interesados en lo que pasa, c¨®mo pasa, por qu¨¦ pasa y qu¨¦ piensan y sienten ante lo que pasa. No, no se puede comparar la salida de Terribas de TVC con la salida de Guardiola del Bar?a. Pero vale la pena saber que Terribas sali¨® a hombros el d¨ªa que dijo adi¨®s a sus colegas en una cadena que ha sabido dirigir y, ya que tanto se valora, aumentar su audiencia. Es una noticia excelente para la salud y el futuro del periodismo y de la televisi¨®n p¨²blica. No me vengan con nubarrones, lo primero es lo primero. Deteng¨¢monos en ese d¨ªa ¨²ltimo de Terribas en TVC.

Un amigo que lleva all¨ª bastante tiempo me lo cuenta. El pasado viernes, el mismo d¨ªa del anuncio de la retirada del entrenador, cuyas im¨¢genes hab¨ªan llenado buena parte del informativo del mediod¨ªa que estaba terminando, centenares de profesionales de TVC aplaud¨ªan a rabiar a su directora durante cuatro a?os. La aplaudieron antes y despu¨¦s de sus palabras de adi¨®s, durante unos cinco minutos cada vez, algo ins¨®lito, nunca visto en la casa desde su fundaci¨®n hace 28 a?os, me dice, no s¨¦ si m¨¢s admirado o sorprendido o estupefacto, todo a la vez seguramente, sin duda emocionado. Le agradecieron, entre otros aspectos, su capacidad de implicaci¨®n y de, literalmente, dar la cara por la empresa y su funci¨®n colectiva como televisi¨®n p¨²blica. Comprendo la emoci¨®n de mi amigo. Despedir as¨ª a un jefe tiene algo de mitolog¨ªa cl¨¢sica, ahonda en el asunto bastante m¨¢s que las mitolog¨ªas contempor¨¢neas de, pongamos, la botifarra amb seques o su esferificaci¨®n.

Si adem¨¢s el jefe es una jefa, el asunto gana en densidad y perspectivas. Otra de las mitolog¨ªas contempor¨¢neas que Terribas ha sabido capear es la de la supermujer, ese fantasma que durante d¨¦cadas ha recorrido y recorre el imaginario de tantas mujeres y, por supuesto, tambi¨¦n el de tantos hombres. Como ante otros mitos recurrentes de lo cotidiano, ya sea el libro digital o las nuevas virilidades, conviene tomarse este asunto de la mujer que manda y todo lo dem¨¢s con distancia, conocimiento, iron¨ªa y hablando claro cuando hay que hacerlo, pues sabido es que el mito es un acto de habla, una afirmaci¨®n de lo que pasa. No est¨¢n los tiempos como para replegarse en la recesi¨®n de la inteligencia, por m¨¢s que Gobiernos y bancos nos lancen contra la pared, nos aprieten las tuercas y nos hagan yuyu sin cesar. En M¨°nica Terribas el p¨²blico ha visto siempre, dir¨ªa yo, a una periodista superlativa, y m¨¢s de uno y de dos y de centenares a?oramos su La nit al dia, programa audaz. Su etapa como directora de TVC quedar¨¢ en muchos aspectos, me limito a destacar su decidida aportaci¨®n a la producci¨®n audiovisual, tanto la propia como la cinematogr¨¢fica. Y, en efecto, hemos agradecido su hablar claro en tantas ocasiones. El suyo es un capital muy s¨®lido que la UPF recuperar¨¢ con su vuelta a las aulas.

Evitar las cadenas de las mitolog¨ªas contempor¨¢neas no est¨¢ al alcance de tantas personas y cosas que pasan y tienen ¨¦xito. Por eso esa despedida de M¨°nica Terribas como directora de TVC resulta interesante en tantos sentidos. No alcanzar¨¢ la dimensi¨®n de la despedida de Pep Guardiola, entre otras cosas porque no tiene el mismo tipo de sucesi¨®n, se busca otro equipo de mando. Pero permanecer¨¢ como acta notarial de lo que puede hacerse en una televisi¨®n p¨²blica y de cu¨¢ndo y gracias a qui¨¦nes es posible.

Merc¨¨ Ibarz es escritora.