Arenas inicia con desgana su repetido papel de oposici¨®n y explora su salida
El l¨ªder del PP no ha confirmado oficialmente que optar¨¢ a la reelecci¨®n en el congreso regional
Javier Arenas cumpli¨® ayer con uno de los tr¨¢mites m¨¢s duros que ha tenido que afrontar desde las elecciones auton¨®micas del 25 de marzo: subirse a la tribuna de oradores del Parlamento andaluz y dar la r¨¦plica al discurso de investidura de Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n. Y lo hizo como eso, como un tr¨¢mite, una fastidiosa formalidad, sin entusiasmo y con desgana. Aunque se le vio el oficio de su larga trayectoria pol¨ªtica. Las ¨²ltimas veces que habl¨® desde este p¨²lpito su tono fue marcadamente presidencialista, convencido ¡ªa tenor de los que dec¨ªan las encuestas¡ª de que ser¨ªa ¨¦l quien, llegado el momento, desgranar¨ªa el programa para Andaluc¨ªa en los pr¨®ximos cuatro a?os.
?Sin embargo, la aritm¨¦tica parlamentaria ¡ªque ha propiciado la alianza de PSOE e IU¡ª le ha anclado de nuevo al esca?o de la jefatura de oposici¨®n, un papel, que seg¨²n fuentes de su partido, no va a representar durante mucho tiempo. En dos semanas el PP andaluz debe resolver la fecha del congreso regional preceptivo en el que, en principio, Arenas va a renovar la presidencia, si bien la velocidad del declive econ¨®mico de Espa?a y el consiguiente desgaste del Gobierno de Mariano Rajoy podr¨ªan modificar los planes.
Lo inicialmente previsto era que Arenas conservara las riendas de la formaci¨®n en Andaluc¨ªa mientras explora sus posibilidades en la pol¨ªtica nacional, sobre las que se especula desde el mismo d¨ªa de los comicios. Su relevo no es f¨¢cil. En la organizaci¨®n auton¨®mica es el l¨ªder en toda la extensi¨®n del t¨¦rmino. Sin discusi¨®n y, muy especialmente, sin alternativa.
No obstante, algunos dirigentes apuntan que se ha colocado ya en un sitio de salida, y aunque no deje el control del PP andaluz, s¨ª podr¨ªa precipitar el abandono del Parlamento y pasa el testigo de la oposici¨®n a Gri?¨¢n y Diego Valderas. De momento, ha elegido un nuevo portavoz en la C¨¢mara, Carlos Rojas (alcalde de Motril, Granada), un movimiento que se ha interpretado en clave de sucesi¨®n. Es pronto para saber si este ser¨¢ definitivamente el delf¨ªn.
En el caso de que Arenas decida marcharse a Madrid y mantener la direcci¨®n del PP de Andaluc¨ªa, la situaci¨®n ser¨¢ la misma que en 1996. Entonces deleg¨® en dos segundos que acabaron rivalizando entre s¨ª, y a partir de 1999 cedi¨® la presidencia a Te¨®fila Mart¨ªnez, alcaldesa de C¨¢diz, pero sosteniendo el dominio con el mando a distancia desde la calle G¨¦nova. La cuesti¨®n es que, por ahora, su fuerza en el PP nacional radica en el control territorial de Andaluc¨ªa, una agrupaci¨®n que se ha revelado como determinante en la victoria electoral de Mariano Rajoy el pasado 20 de noviembre. Las tornas cambiar¨ªan si la hipot¨¦tica funci¨®n de Arenas ¡ªya sea en el Gobierno como en el partido¡ª tiene peso suficiente como para no necesitar del respaldo org¨¢nico andaluz.
Tanto en la sesi¨®n del mi¨¦rcoles como en la de ayer, Arenas apenas se esforz¨® en disimular que estaba aburrido. No le ayud¨® mucho el contenido en s¨ª del discurso de Gri?¨¢n, profuso en ideolog¨ªa, en apuestas globales y en contravenir el esp¨ªritu de las pol¨ªticas de ajuste del Gobierno de Mariano Rajoy, pero parco en concreciones a las que agarrarse para construir una respuesta novedosa.
Repiti¨® de forma desordenada los mismos puntos que pase¨® durante la campa?a electoral, que en esta ocasi¨®n bautiz¨® como ¡°desaf¨ªos de la legislatura¡±. E incluso ech¨® mano de unos de los mantras favoritos de su circuito electoral: el hartazgo de 30 a?os de poder socialista.
Ofreci¨® di¨¢logo y pidi¨® a Gri?¨¢n que no convierta a Andaluc¨ªa en un ¡°fort¨ªn frentista¡±. En este sentido, se mostr¨® preocupado por que remede el mismo modelo de Gobierno que Rodr¨ªguez Zapatero. A Diego Valderas le asest¨® un golpe bajo al reprocharle que se haya acercado al PSOE: ¡°Usted dir¨¢: tres consejer¨ªas y pelillos a la mar¡±
Como colof¨®n, se dirigi¨® a Gri?¨¢n y dej¨® ver su herida: ¡°Yo me he presentado cuatro veces a la presidencia de la Junta, he perdido tres y he ganado la ¨²ltima; usted tiene el m¨¦rito extraordinario de ser dos veces presidente sin haber ganado nunca¡±.
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