Ibarretxe emerge como aspirante testimonial del sector opuesto a Urkullu

El exlehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe vuelve a la primera plana del PNV, aunque parece que m¨¢s como un arma arrojadiza del sector cr¨ªtico con el poder vizca¨ªno que como posible candidato de peso a ocupar el puesto que cedi¨® a Patxi L¨®pez en 2009. El pulso interno que libra la formaci¨®n nacionalista entre el sector oficial, que encabeza I?igo Urkullu, y el cr¨ªtico, liderado por Joseba Egibar, se mantiene tras las pol¨¦micas renovaciones territoriales que reforzaron al primero y ha derivado en la figura de Ibarretxe como s¨ªmbolo involuntario de la divisi¨®n interna.

Es la conclusi¨®n que se desprende del proceso desarrollado entre las bases peneuvistas para conocer sus preferencias de cara al nombramiento del candidato a lehendakari en las pr¨®ximas auton¨®micas. Es un sondeo previo a la decisi¨®n que debe adoptar la ejecutiva, cuyo plazo concluy¨® anteayer con Urkullu e Ibarretxe como principales nombres sobre la mesa entre una lista de 25. La consulta figura en los estatutos del PNV, pero nunca hasta la fecha se hab¨ªa realizado. Fue el propio Egibar quien record¨® esa posibilidad estatutaria e inst¨®, ante la sorpresa de los dem¨¢s dirigentes del partido, a conocer la opini¨®n de la militancia antes de tomar una decisi¨®n al respecto.

La estrategia era clara. Consciente del escaso peso del sector cr¨ªtico en la ejecutiva nacional del partido, el EBB, Egibar recurri¨® a la normativa interna para visibilizar una divisi¨®n que tiene en Gipuzkoa su principal foco e importantes reductos en ?lava. El expresidente del partido en esta provincia, I?aki Gerenabarrena, se encuadra tambi¨¦n entre los contestatarios.

Tras una intensa campa?a de promoci¨®n en los batzokis afines, el malestar ha tomado cuerpo con el apoyo simb¨®lico a Ibarretxe como s¨ªmbolo del sector m¨¢s soberanista del PNV. Pese a su condici¨®n de protagonista, el exlehendakari ha permanecido siempre ajeno a la pol¨¦mica y ha repetido en varias ocasiones que est¨¢ apartado de la primera fila de la pol¨ªtica, a la que no pretende regresar.

El recorrido de la estrategia, sin embargo, se antoja limitado. El sondeo entre las bases solo ha servido como orientaci¨®n para la ejecutiva, que antes de finalizar este mes propondr¨¢ a su candidato. Urkullu parte como favorito. Ser¨¢ el aspirante oficial que concurrir¨¢ a la primera vuelta de votaci¨®n entre la militancia, ya en junio. Las organizaciones municipales del partido podr¨¢n entonces proponer a otros aspirantes, con el ¨²nico requisito de que al menos tres de ellas deben postular el mismo nombre. Es previsible que entonces vuelva a emerger el nombre de Ibarretxe, aunque sus opciones no llegar¨¢n m¨¢s all¨¢.

Finalizada la primera vuelta, la Comisi¨®n de Control y Garant¨ªas plantear¨¢ a los aspirantes propuestos por las bases si quieren pasar o no a la segunda. Es en este punto donde se cierra el camino del exlehendakari, ya que ¨¦l mismo ha renunciado en repetidas ocasiones a ser aspirante de nuevo. Solo quienes decidan continuar en el proceso optar¨¢n a ser finalmente elegidos. La designaci¨®n se producir¨¢ a finales de junio, despu¨¦s de la simplificaci¨®n de la burocracia interna a la que ha recurrido el PNV ante la previsi¨®n de un adelanto electoral tras la ruptura del pacto entre PSE y PP.

Fuentes nacionalistas no ocultan su malestar por la pretensi¨®n de trasladar de puertas afuera las discrepancias internas. La ¡°utilizaci¨®n¡± de Ibarretxe obedece a una pretensi¨®n de ¡°remover internamente todo¡±, se?alan.

Las aguas, en efecto, bajan revueltas en el PNV tras un pol¨¦mico proceso de renovaci¨®n interna, previo a la elecci¨®n del candidato a lehendakari, que ha reforzado a Urkullu, no sin una intensa confrontaci¨®n previa.