Indignados de tres generaciones
El 15-M gallego toma las ciudades para exigir un cambio global
Con las mismas ganas e indignaci¨®n que le produjo hace un a?o ver a sus nietos en paro, a punto de perder sus casas, Luisa de 78 a?os, volvi¨® ayer a manifestarse por las calles de Santiago en el aniversario de las protestas del 15-M. ¡°Yo vine el a?o pasado para ver si las cosas mejoraban pero no lo han hecho y por eso he vuelvo¡±, recordaba esta jubilada que tiene a sus dos hijos y tres nietos sin trabajo. Junto a ella m¨¢s de 5.000 personas salieron a las calles bajo el lema No nos resignamos, reclamando ¡°un sistema justo en el que todos puedan ser parte de la toma de decisiones¡±.
En Vigo aunque con menos afluencia que en la convocatoria de octubre cuando celebraron las ¨²ltimas manifestaciones, el movimiento aglutin¨® a m¨¢s manifestantes que la marcha del sector naval, con 11.000 asistentes seg¨²n la polic¨ªa. El tono de la protesta fue festivo desde el arranque en la Praza de Espa?a a pesar de las consignas cr¨ªticas con el Gobierno y el sector bancario. Con el lema Tomemos la calle por un cambio global, los manifestantes, muy diversos en edad e indumentaria, contaron con la participaci¨®n de los sindicatos CNT y CUT. El presidente del Banco Santander, Emilio Bot¨ªn, fue uno de los blancos preferidos de las soflamas.
Entre los congregados hab¨ªa divisi¨®n de opiniones sobre los resultados del primer a?o de vida del colectivo y sobre todo muchas quejas hacia los medios de comunicaci¨®n. Silvia y Elena, dos estudiantes de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Santiago, lamentaban que mucha gente solo asiste a las manifestaciones pero no se implican en los grupos de trabajo, ni acude a las asambleas en los barrios.
La marcha de Santiago desemboc¨® en la Praza do Obradoiro donde los indignados, despu¨¦s de cantar la canci¨®n que se convirti¨® en se?al para iniciar la Revoluci¨®n de los Claveles en abril de 1974 Gr?ndola, Vila Morena, comenzaron una asamblea, donde hicieron un recorrido por todas las iniciativas puestas en marcha durante este a?o.
Mientras, en Vigo la comitiva avanzaba frenada a cada poco por la polic¨ªa, que trataba de evitar una confluencia con la manifestaci¨®n del naval. La marcha acab¨® en la Praza da Estrela, ya con numerosas deserciones entre sus integrantes, que no la llenaron a la espera del manifiesto final. En el resto de las ciudades las manifestaciones llenaron calles y plazas con el objetivo de mantener vivo el esp¨ªritu del moviento social que hace un a?o sorprendi¨® al mundo. Esta vez sin acampar.
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