Soy de Bankia
"En Rato o en Olivas he visto a pol¨ªticos poco juiciosos y de mucha pompa, gente blindada con contratos millonarios y con pensiones exorbitantes, incluso obscenas"
Soy de Bankia, parte muy interesada. No porque tenga un empleo directivo o un quehacer, sino porque tengo una hipoteca. Eso s¨ª que es importante: eso s¨ª que es un cargo. O una carga.
Cuando acudo a mi oficina se me trata con diligencia, con cuidado, sin arrebatos. Conozco a distintas personas que trabajan en ese banco: es m¨¢s, tengo una amiga de mucha competencia que atiende en otra sucursal. Por lo que s¨¦ se deshace tratando a los clientes, aconsej¨¢ndoles con prudencia. Sus jefes est¨¢n contentos con el desempe?o de dichas tareas. No es ella quien vigila el estado de mis ahorrillos (es mejor no mezclar amistades y capitales), sino un se?or al que no conoc¨ªa hasta hace poco. Es un caballero joven, apuesto, viste con esmero y se dirige al cliente con pronto amable y sensato. Demuestra inteligencia y es una persona formada, cosa que agradezco. Supongo que hay numerosos empleados como mi amiga y mi asesor.
Cobro la n¨®mina en Bankia, los recibos est¨¢n domiciliados en dicha entidad y all¨ª est¨¢ mi plan de pensiones, esos caudales que uno reserva para la vejez (si puede¡). En principio no tengo de qu¨¦ quejarme. Y, sin embargo, me quejo. Me he sentido maltratado por los magnates de Bankia. Mi pensi¨®n no alcanzar¨¢ nunca las indemnizaciones que don Rodrigo de Rato y Figueredo o don Jos¨¦ Luis Olivas Mart¨ªnez cobran o cobrar¨¢n. Mis cuentas nunca llegar¨¢n a los capitalazos que ellos mismos acaparan. ?Acaso porque tienen una gran competencia profesional? Francamente, no se les conoce. En Rato o en Olivas he visto a pol¨ªticos poco juiciosos y de mucha pompa, gente blindada con contratos millonarios y con pensiones exorbitantes, incluso obscenas.
Meses atr¨¢s, el se?or De Rato y Figueredo pidi¨® contenci¨®n salarial a los espa?oles. Sent¨ª c¨®lera: la irritaci¨®n que me provocaba tama?a desverg¨¹enza. ?C¨®mo puede exigir eso quien tiene el colch¨®n forrado de millones? Bueno, el colch¨®n y la hucha. Por su parte, los conocimientos financieros de Olivas me asombran. Si ¨¦l ha llegado hasta la presidencia de Bancaja, yo ¡ªque soy ignorante en tantas y tantas cosas¡ª podr¨ªa postularme para presidente del Fondo Monetario Internacional o para capitanear el Banco de Valencia. No s¨¦ nada de negocios, pero eso no es problema. Simplemente me har¨ªa falta apoyo pol¨ªtico o partidario: aquello de lo que se han beneficiado estos banqueros tan rumbosos.
Mientras ellos se garantizaban un porvenir dichoso (de lujo, oigan), mientras De Rato se desped¨ªa medrosa y descort¨¦smente, los empleados de Bankia sobrellevaban el cargo o la carga saliendo y atendiendo con coraje a los impositores, que tenemos el respaldo de las instituciones. Qu¨¦ paradoja: muchos ultraliberales tendr¨¢n que pedir disculpas, pues al final nos salvan el Estado y los trabajadores.
Gracias.
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