Absueltos por su adicci¨®n a la ¡®coca¡¯

El exjefe de la Polic¨ªa Local de El Molar Tom¨¢s Felipe Boto y los guardias civiles de esa localidad C¨¦sar Torollo P¨¦rez y Francisco Yepes fueron ayer absueltos por la Audiencia de Madrid de los delitos de cohecho y omisi¨®n del deber de perseguir delitos relacionados con el trapicheo de drogas.

Estos tres agentes y otras 14 personas, en su mayor¨ªa peque?os camellos, fueron detenidos en El Molar y Guadalix de la Sierra en el marco de una operaci¨®n que desarroll¨® Asuntos Internos de la Guardia Civil en julio de 2008. La operaci¨®n se desat¨® tras la desaparici¨®n de varias partidas de droga requisadas en redadas en El Molar. Asuntos Internos pinch¨® tel¨¦fonos con orden judicial y descubri¨® un gran trapicheo de drogas con implicaci¨®n de sus agentes y el exjefe de la Polic¨ªa Local.

Los agentes han sido absueltos al entender el tribunal que, aunque eran consumidores y ten¨ªan adicci¨®n a las drogas, no qued¨® acreditado en el juicio que ellos la vendieran o se prevalecieran de sus cargos para obtenerla gratis o m¨¢s barata, en contra de lo que sosten¨ªa la Fiscal¨ªa de Madrid. La sentencia se?ala que ¡°no ha quedado probado que \[los agentes\] se concertaran¡± con sus proveedores de droga ¡°para costearse el consumo de coca¨ªna y otras drogas de las que eran consumidores¡±, ni que ¡°los manipularan para conseguir drogas a un precio inferior del habitual en el mercado¡±.

Los agentes han sido absueltos porque el tribunal entiende que aunque ten¨ªan adicci¨®n a las drogas, no? ha quedado acreditado que ellos la vendieran

La Secci¨®n 29 de la Audiencia da por sentado que los tres agentes eran adictos a las drogas. Lo deduce de las conversaciones grabadas que mantuvieron con algunos camellos. En ellas se observa ¡°la desesperaci¨®n del drogodependiente para obtener de modo inmediato droga para su consumo¡±. Prueba de ello es una conversaci¨®n en la que uno de los guardias llama a su proveedor para que le ¡°venda la droga m¨¢s barata, a 40 euros¡±. Se trata del t¨ªpico ¡°regateo¡± en el que incluso hay ¡°s¨²plicas¡± para lograr la droga que necesitaba al menor precio posible, pero sin que el agente se ¡°prevalezca¡± de su condici¨®n de autoridad.

Seg¨²n el tribunal, no cabe atribuir a los agentes la omisi¨®n en su deber de perseguir delitos porque, al ser consumidores, ello implicar¨ªa ¡°m¨¢s bien una autodenuncia¡±, lo cual les es ¡°dif¨ªcilmente exigible¡±. Al margen de que ¡°se?alar¡± a los camellos que ¡°les serv¨ªan la droga precisa para su consumo¡± habr¨ªa llevado a los agentes el tener que reconocer que eran ¡°adictos¡±; es decir, ¡°declarar contra s¨ª mismos¡±, a lo que no est¨¢n legalmente obligados.

Por estos hechos se sentaron en el banquillo de la Audiencia, adem¨¢s de los dos guardias y el exjefe de la Polic¨ªa Local, otras cinco personas. Tres de ellas han sido condenadas a penas de entre tres y cuatro a?os por tr¨¢fico de drogas, dos absueltas y otra que se encuentra en paradero desconocido.

El tribunal considera probado que Jhonny Alexander Segura, uno de los peque?os traficantes condenados, y la que entonces era su esposa, Enolelia P¨¦rez, utilizaban su domicilio de El Molar para vender coca¨ªna. ?l era, seg¨²n el tribunal, quien vend¨ªa droga a los guardias civiles Yepes y Torollo y al entonces jefe de la Polic¨ªa Local, Tom¨¢s Felipe.

En el marco de esta operaci¨®n en julio de 2008, en El Molar y Guadalix de la Sierra, se efectuaron registros en las viviendas de los agentes y los proveedores de droga. En el de Jhonny Alexander se hall¨® coca¨ªna que habr¨ªa supuesto en el mercado negro unos ingresos de 536 euros y una b¨¢scula de precisi¨®n para pesar la droga, as¨ª como cerca de 4.000 euros. Tambi¨¦n se hall¨® abundante droga en distintas casas utilizadas por otro de los condenados, Sergio Ayas. Y hubo registros en los domicilios de los agentes: en el de Yepes se encontraron unos envoltorios con restos de coca¨ªna; en el de Torollo, nada, y en el del exjefe policial, armas, restos de coca¨ªna y dos trozos de hach¨ªs. Los agentes estaban suspendidos de funciones desde julio de 2008.

Francisco de As¨ªs Vargas Salmer¨®n, abogado de Torollo, expres¨® ayer su satisfacci¨®n por la absoluci¨®n de su cliente y su insatisfacci¨®n porque el tribunal no accediera a declarar ¡°la nulidad de actuaciones¡± basada en la ¡°ausencia de garant¨ªas constitucionales¡± que, en su opini¨®n, conculca el uso del sistema que se emplea para pinchar tel¨¦fonos a sospechosos, el llamado Sitel.

El tribunal sostiene, en cambio, que las intervenciones telef¨®nicas se ¡°autorizaron de modo correcto¡±, y cumplieron ¡°las garant¨ªas exigidas por la norma constitucional¡±.