¡°La reconciliaci¨®n con olvido es un mantenimiento de la impunidad¡±
Aunque la relaci¨®n no es directa entre el terrorismo de ETA y un golpe militar como el que sacudi¨® Argentina en 1976, tambi¨¦n de este ¨²ltimo se pueden extraer conclusiones positivas para el escenario abierto en Euskadi. Argentino de nacimiento y con ascendentes vascos, Ignacio Hernaiz es un perfecto conocedor de ambas sociedades. Ayer expuso su visi¨®n en el Congreso sobre Memoria y Convivencia que se celebra en Bilbao.
Pregunta. ?En todo proceso hay vencedores y vencidos?
Respuesta. Son interpretaciones que responden m¨¢s bien a una historiograf¨ªa de otra ¨¦poca. Lo importante para una sociedad es poder construir su democracia sobre una base s¨®lida como la de la Justicia, que es la que pone la verdad sobre la mesa y propone una convivencia hacia el futuro. La paz debe ser la ¨²nica vencedora.
P. ?Resulta imprescindible en ese camino la reconciliaci¨®n?
Perfil
Aunque nacido en Buenos Aires (Argentina) en 1955, Ignacio Hernaiz es descendiente de vascos y un profundo conocedor de la situaci¨®n que atraviesa Euskadi. En la actualidad es el coordinador del Centro Internacional para la Promoci¨®n de los Derechos Humanos que, bajo el auspicio de la UNESCO, se ubica en la capital argentina. Durante su carrera ha desarrollado tambi¨¦n numerosas actividades docentes vinculadas a la gesti¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas.
R. La reconciliaci¨®n es necesaria, pero no basta con ella. Tarde o temprano es necesaria la b¨²squeda de la verdad para que la construcci¨®n de la convivencia sea s¨®lida. Es lo que se ha hecho en Argentina, lo que no se ha hecho a¨²n en Espa?a con el franquismo y lo que habr¨¢ que hacer en Euskadi. La reconciliaci¨®n con olvido es un mantenimiento de la impunidad.
P. ?Qui¨¦n establece cu¨¢l es la verdad?
R. Lo m¨¢s importante es tener la posibilidad de escuchar todas las voces. La legitimidad de los procesos de memoria est¨¢ relacionada con la pluralidad y los consensos, sin censuras ni vetos. Construir el futuro requiere de una generosa memoria, que siempre ha de ser colectiva. Si no, existe el peligro de que cada Gobierno de turno excluya a los otros sectores y eso es un gran riesgo para la democracia.
Lo m¨¢s importante es tener la opci¨®n de escuchar todas las voces, sin vetos¡±
P. ?Cabe en esa memoria colectiva el punto de vista de los violentos?
R. ?Tiene sentido que los ni?os de hoy escuchen los testimonios de Hitler sobre su gesta? Supondr¨ªa casi una apolog¨ªa del delito. Siempre hay l¨ªmites y la democracia tambi¨¦n los tiene. Lo importante es que exista un consenso para situarlos.
P. ?Hace falta tambi¨¦n un consenso sobre reinserci¨®n?
R. Cada caso es diferente. Puede haber personas, como en el caso de ETA, que han cometido determinados delitos, han cumplido sus correspondientes sentencias, han expresado su arrepentimiento y han mostrado su voluntad de participar... Los consensos parlamentarios deben dictaminar si tiene lugar esa participaci¨®n. Otra cuesti¨®n distinta es la pol¨ªtica.
P. ?En qu¨¦ sentido?
R. Hay sectores del nacionalismo vasco, como la izquierda abertzale, que tienen que tener participaci¨®n en la sociedad actual. Todo el que quiera colaborar con la democracia en Euskadi debe tener su lugar, porque el problema, aqu¨ª, tiene que ver m¨¢s con el perfil de pa¨ªs.
P. ?A qu¨¦ se refiere?
R. El debate en Euskadi es si los vascos, en su mayor¨ªa, sienten alg¨²n grado de integraci¨®n en Espa?a y si el modelo v¨¢lido es el actual, otro con mayores niveles de autonom¨ªa o uno m¨¢s cercano a lo que pasa en Europa, con los Estados asociados a la Uni¨®n Europea. Es una cuesti¨®n que se debe abordar en democracia, con consensos parlamentarios, debates y reflexi¨®n, sin cerrar la boca a nadie.
P. ?Ve una posible marcha atr¨¢s en el proceso abierto?
R. Las condiciones son favorables para encontrar el camino, aunque pueda ser largo.
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