La cantinela de la reindustrializaci¨®n
Si se persigue el bienestar hay que fomentar servicios que generan empleos cualificados
Entre 1980 y 2007 (¨²ltimo dato homog¨¦neo disponible) el peso de la manufactura (industria menos electricidad) en el Producto Nacional Bruto (PNB) de los Estados Unidos se ha reducido diez puntos, desde el 31.5% al 21.4%. El empleo en esas actividades ha ca¨ªdo en 5.6 millones de puestos de trabajo, el 25% de la cifra inicial. Y entre 2007 y 2010 se han perdido otros dos millones de empleos. No es una excepci¨®n.
En los diez pa¨ªses avanzados que se incluyen en la comparaci¨®n del Bureau of Labor Statistics, la reducci¨®n de empleos ha sido de 14,7 millones, en porcentaje una cifra similar a la de la primera potencia del mundo desarrollado. Por su parte, en el ¨¢rea euro el peso de la industria en el PNB se situ¨® por primera vez en la historia por debajo del 20% en 2010, con un m¨ªnimo en Francia y Gran Breta?a con el 12.5 y el 15.7% respectivamente.
?La continuidad de esta tendencia de disminuci¨®n del peso de la industria es inexorable. Est¨¢ provocada por diversos factores, y en buena medida es el resultado del avance de la globalizaci¨®n y de la traslaci¨®n del centro industrial del mundo hacia Asia. Frente a ella, y despreciando la constataci¨®n atribuida a Wiston Churchill de que la verdad es incontrovertible y aunque la ignorancia pueda ridiculizarla, al final siempre se impone venimos asistiendo en la Comunidad Valenciana a una nueva oleada en defensa de su reindustrializaci¨®n. La encabeza ahora el actual consejero de Econom¨ªa, M¨¢ximo Buch, pero a ella se han sumado representantes del mundo empresarial, como recientemente Federico F¨¦lix en estas mismas p¨¢ginas.
No es la primera. Ya Jos¨¦ Vicente Gonz¨¢lez protagoniz¨® una al poco de llegar a la Confederaci¨®n Empresarial Valenciana (CEV). Ni seguramente, dado el autismo de los dirigentes pol¨ªticos valencianos frente a las tendencias de la econom¨ªa mundial, ser¨¢ la ¨²ltima.
Es inexplicable que los que gobiernan quieran convertirnos en chinos; en espa?oles de hace 50 a?os
La b¨²squeda de un pasado que no volver¨¢ es una de las tendencias innatas del ser humano. Por m¨¢s que sea in¨²til. El problema aparece cuando a ello se dedican en su labor p¨²blica representantes pol¨ªticos cuya obligaci¨®n debiera ser resolver los problemas colectivos.
La reindustrializaci¨®n de la econom¨ªa valenciana, sin la potencia de la de Alemania, es un objetivo imposible. Se puede, y se debe, potenciar la competitividad de las empresas manufactureras existentes. Algo a lo que los sucesivos Consells han dedicado escasa atenci¨®n en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Pero hay que extraer ense?anzas del diagn¨®stico realizado en otras sociedades avanzadas: el futuro del empleo, y del bienestar, son los servicios cuyos efectos inducidos pueden ser iguales o mayores que los de la actividad industrial.
Como es obvio fuera de aqu¨ª el factor fundamental a tener en cuenta es que dentro de los servicios los hay de gran valor a?adido, como la asesor¨ªa financiera, y de muy escaso, como los repartidores de fast food. Que mientras unos requieren mano de obra especializada otros s¨®lo necesitan no cualificada, cuya oferta, en un mundo global, es ilimitada. Que, como consecuencia, los salarios en los primeros ser¨¢n elevados y en los segundos no. En resumen, que si se persigue aumentar el bienestar de los valencianos hay que fomentar servicios que generan empleos cualificados y no aquellos de uso intensivo de empleo no cualificado.
Ante estas constataciones, que cuentan con una ingente literatura de la propia Comisi¨®n Europea, resulta inexplicable que quienes nos gobiernan pretendan ahora lo imposible. Y m¨¢s tras haberse dedicado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas a fomentar actividades de empleos no cualificados sin reaccionar jam¨¢s, como garantes del inter¨¦s general, a las pretensiones de los empresarios.
Esos, por ejemplo, que nos quieren convertir en chinos; esto es espa?oles de hace cincuenta o sesenta a?os. O de esos lobbies que intentan persuadirnos de las bondades del masificado turismo de sol y playa (intensivo en empleo no cualificado) present¨¢ndolo como la garant¨ªa de nuestro bienestar hasta el punto de ser, seg¨²n ellos, el petr¨®leo de la econom¨ªa valenciana.
Jordi Palafox es Catedr¨¢tico de Historia e Instituciones Econ¨®micas en la Universitat de Val¨¨ncia.
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