La nada
¡°?Qu¨¦ m¨¢s tiene que ocurrir para debatir abiertamente qu¨¦ est¨¢ ocurriendo en la pol¨ªtica valenciana?¡±
Una vez m¨¢s aparecen viejas facturas debajo de las alfombras y en oscuros cajones que endeudan todav¨ªa m¨¢s a la Comunidad Valenciana. Y no pasa nada o casi nada. Simplemente que habr¨¢ que ampliar los a?os en que seguiremos pagando la hipoteca que todos debemos. ?Qu¨¦ m¨¢s tiene que ocurrir para debatir abiertamente qu¨¦ est¨¢ ocurriendo en la pol¨ªtica valenciana?
Bastante antes de la famosa crisis, docenas de art¨ªculos y de voces se?alaban los peligros de que cada valenciano que nac¨ªa ten¨ªa a sus espaldas una deuda insoportable. Las hemerotecas est¨¢n abarrotadas de cr¨ªticas a las grandes construcciones, al continuo vivir en el parque tem¨¢tico, a las duplicaciones in¨²tiles de universidades, a los circuitos de carreras, competiciones n¨¢uticas y ciudades de la nada. Una cr¨ªtica fracasada, puro narcisismo de unos in¨²tiles que jugaban a intelectuales. ?Qu¨¦ les pasa a los pol¨ªticos valencianos? No a todos, por supuesto, pero si a una gran parte de ellos. Les pones delante unas ruinas hist¨®ricas, el cauce de un r¨ªo o simplemente una explanada, y autom¨¢ticamente sue?an con forrarlo todo de m¨¢rmol de diversos colores y lugares. Y no solo es un sue?o, sino que lo hacen. De verdad, lo sabemos todos, es que realmente lo hacen. Podr¨ªa hablarse de delirios de grandeza, pero es un diagn¨®stico f¨¢cil y poco adecuado. En verdad es una patolog¨ªa pol¨ªtica aut¨®ctona que est¨¢ todav¨ªa por clasificar.
Y si alguien quiere tranquilizarse pensando que todo esto es una grave equivocaci¨®n del pasado, lo lamento por ¨¦l pero se equivoca. Sigue formando parte de la m¨¢s rabiosa actualidad. Basta atender las noticias sobre el ?gora, la Ciudad de la Luz o los nuevos cochecitos de Ferrari. Es m¨¢s, ahora se quiere descuartizar el canal auton¨®mico privatizando franjas horarias de programaci¨®n, es decir, salvar al todo cosiendo partes distintas, un nuevo parque tem¨¢tico. ?Es que no leyeron Frankenstein o es que solo vieron la pel¨ªcula? Lo malo es que si el ejemplo cunde se aplicar¨¢ tambi¨¦n a la educaci¨®n y, adem¨¢s de concertarla, privatizar¨¢n franjas educativas, por ejemplo, la educaci¨®n para la ciudadan¨ªa o las matem¨¢ticas, vaya usted a saber. En sanidad privatizaron hace tiempo el sector de resonancia magn¨¦tica, pero podr¨ªan intentarlo tambi¨¦n con las enfermedades, por ejemplo con la gripe y las ¨²lceras de est¨®mago, o con la formaci¨®n de los m¨¦dicos, si es que no est¨¢ ya privatizada. Por favor, que alguien con paciencia les explique aquello de que el todo es la suma de las partes m¨¢s algo m¨¢s.
Un faro en la costa para atraer a las embarcaciones y vivir despu¨¦s a costa de su naufragio. A eso se reduce lo que algunos llaman pol¨ªtica de los grandes eventos. Pero ahora que ya no queda nada, salvo facturas, es el momento de cambiar de estrategia. Una nueva pol¨ªtica valenciana o la nada. As¨ª de dif¨ªcil est¨¢ el panorama.
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