La Guardia Civil reconstruye las ¨²ltimas horas del exalcalde Torr¨® para identificar a los sicarios
Los investigadores sospechan que el m¨®vil del crimen pudo ser una rencilla por cuestiones econ¨®micas

Las grabaciones de las c¨¢maras de v¨ªdeo de gasolineras, locales comerciales y organismos p¨²blicos; el tr¨¢fico de llamadas y mensajes de tel¨¦fono de la v¨ªctima; los datos de geolocalizaci¨®n de su terminal; los testimonios de testigos, familiares y amigos; el an¨¢lisis del proyectil que lo mat¨®; los datos de la autopsia; los posibles vestigios recogidos en el lugar de los hechos... la Guardia Civil se esfuerza en recopilar las piezas que le ayuden a recomponer el puzle del asesinato en la noche del pasado mi¨¦rcoles de Arturo Torr¨®, exalcalde del PP en Gandia (Valencia, 80.000 habitantes).
Hasta ahora, los agentes trabajan con el convencimiento de que fue un crimen planificado y que sus autores fueron, al menos, dos sicarios, seg¨²n se?alan fuentes conocedoras de las pesquisas. M¨¢s confuso sigue siendo hasta ahora el posible m¨®vil, donde los investigadores admiten estar tirando ¡°de varios hilos¡±. Por ahora se descarta que detr¨¢s de la muerte del antiguo regidor del PP de Gandia haya ¡°motivaciones pol¨ªticas¡± y gana peso la sospecha de que tenga que ver con alguna desavenencia por cuestiones econ¨®micas con una tercera persona que no particip¨® directamente en el asesinato. Las pesquisas han revelado que recientemente hab¨ªa hecho negocios de comercio de aceite con Kenia y Colombia que hab¨ªan salido mal.
El primer objetivo de los agentes est¨¢ siendo reconstruir minuto a minuto qu¨¦ hizo Torr¨® desde el momento que termin¨® de comer con su mujer en un restaurante de su localidad hasta que su cad¨¢ver fue descubierto a las 22.35 en la cuneta de la autov¨ªa A-38, a la altura del t¨¦rmino municipal de Xeresa (Valencia, 2.340 habitantes). Para ello, analizan la informaci¨®n que su m¨®vil puede desvelar sobre la localizaci¨®n de su usuario gracias a las antenas de telefon¨ªa a las que se va conectando durante sus desplazamientos.
El tel¨¦fono ha sido, de hecho, el que ha arrojado uno de los primeros datos objetivos del momento exacto en el que se pudo cometer el crimen: poco antes de las ocho de la tarde, Torr¨® segu¨ªa vivo, ya que habl¨® con un amigo al que le dijo que ten¨ªa que parar porque le hab¨ªa saltado una alerta en el panel de control del autom¨®vil Mercedes que conduc¨ªa que indicaba que una de las ruedas parec¨ªa haber perdido presi¨®n. Esta persona ha declarado a los agentes que durante esta conversaci¨®n el pol¨ªtico no le manifest¨® en ning¨²n momento que sospechara que le estaban siguiendo.
Esa parada en la autov¨ªa fue precisamente aprovechada por los autores del asesinato para matar al pol¨ªtico. Tras ver que descend¨ªa del coche, los agresores ¨Dlos investigadores est¨¢n convencidos de que tuvieron que ser al menos dos¨D le atacaron por sorpresa. Tras sujetarle por el cuello con algo parecido a una cuerda que le provoc¨® marcas en la piel similares a las de un estrangulamiento, le dispararon con un arma corta. Luego abandonaron el lugar r¨¢pidamente sin registrar el coche de la v¨ªctima, cuyo contenido apareci¨® intacto y con el motor encendido, detallan estas fuentes.
El cuerpo sin vida de Torr¨® qued¨® sobre la maleza a varios metros del mismo. Cuando la pareja del exalcalde sali¨® junto a otro familiar a buscarlo alarmada porque no hab¨ªa respondido a las cuatro llamadas que le hab¨ªa hecho tras no haber regresado al domicilio cuando estaba previsto, encontr¨® el cad¨¢ver. Seg¨²n apuntan fuentes cercanas a la investigaci¨®n, para entonces el pol¨ªtico llevaba m¨¢s de dos horas muerto.
La secuencia de los hechos apunta a que los autores materiales del crimen le segu¨ªan a corta distancia en otro veh¨ªculo y que, cuando la v¨ªctima se detuvo, fue asaltado. Al no haber c¨¢maras en la zona en la que se produjeron los hechos ¨Des un tramo entre dos n¨²cleos habitados¨D, los agentes van a analizar las im¨¢genes grabadas por gasolineras cercanas que pudieran registrar el paso del veh¨ªculo del exalcalde antes de su asesinato y, de este modo, intentar identificar el veh¨ªculo en el que supuestamente viajaban los sicarios que lo segu¨ªan.
Una labor similar se har¨¢ con las c¨¢maras de establecimientos y organismos p¨²blicos de las zonas urbanas por las que pudo pasar en las horas previas al crimen, ante el convencimiento de los investigadores de que los asesinos fueron tras ¨¦l durante bastante tiempo a la espera de encontrar el momento propicio para atacar a la v¨ªctima.
En paralelo, los agentes van a remontarse mucho m¨¢s all¨¢ de esas horas previas al crimen para intentar aclarar el m¨®vil. Para ello, analizan los ordenadores y otros dispositivos electr¨®nicos que utilizaba Torr¨® en busca de datos que arrojen posibles rencillas, disputas y enemistades de la v¨ªctima. La Guardia Civil rastrea para ello las relaciones personales y profesionales del pol¨ªtico, as¨ª como las tres denuncias que este present¨® ante la Polic¨ªa Nacional en los ¨²ltimos a?os, al menos una de ellas por amenazas.
Hasta ahora, la principal hip¨®tesis, aunque sin descartar otras, es un posible ajuste de cuentas por motivos econ¨®micos. Fuentes de su entorno ya apuntaban, horas despu¨¦s de su asesinato, que Torr¨® llevaba m¨¢s de una d¨¦cada arruinado. El origen de su deuda fue la inversi¨®n de varios millones de euros en un producto financiero que result¨® fraudulento. Antes, entre 1994 y 2008, control¨® el grupo ¨®ptico +Visi¨®n, un microimperio en la venta de gafas que leg¨® a tener m¨¢s de 300 establecimientos en Espa?a y a facturar 90 millones al a?o. Durante su paso por la alcald¨ªa de Gandia se vio salpicado por varios esc¨¢ndalos que acabaron en los tribunales.
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