Reformas estructurales (I)
M¨¢s all¨¢ de la en¨¦sima reforma laboral que pretende acabar con el paro precarizando nada se ha hecho al respecto, nii se est¨¢ haciendo
A estas alturas nos sabemos ya la m¨²sica. Hay que recortar, liquidar excesos que ¡°no nos podemos permitir¡±. Y a la vez urge poner en marcha al pa¨ªs por medio de importantes reformas estructurales que nos hagan ser competitivos de nuevo y liberen las energ¨ªas hasta ahora malgastadas, encauz¨¢ndolas hacia la creaci¨®n de riqueza.
La letra, sin embargo, se presenta m¨¢s complicada de asimilar. Porque por lo visto los excesos, seg¨²n vamos descubriendo, lo son especialmente en materia de educaci¨®n y sanidad p¨²blicas. Ya se sabe, ¡°hemos vivido por encima de nuestras posibilidades¡±. No somos tan ricos como otros y en consecuencia hemos de adaptar a esa realidad nuestra sanidad y educaci¨®n.
Los gastos en infraestructuras absurdas, en comprar fragatas y aviones de guerra de ¨²ltima generaci¨®n o en recuperar esa tradicional ofrenda floral y fiscal al Dios del ladrillo que es la desgravaci¨®n por vivienda habitual, en cambio, son consustanciales a nuestras posibilidades y nuestra posici¨®n en el mundo. Por lo visto.
¡°Aqu¨ª nos empe?amos en detraer recursos cuando invertimos menos que la media de europea¡±
Si los detalles en los recortes revelan la cosmovisi¨®n de las elites que nos gobiernan, atender a la concreci¨®n de las ¡°reformas estructurales¡± planteadas, esas que se nos reitera una y otra vez que son tan necesarias, lo dice todo sobre este pa¨ªs y las prioridades del puente de mando. Porque, m¨¢s all¨¢ de la en¨¦sima reforma laboral que pretende acabar con el paro precarizando (una medicina aplicada varias veces en los ¨²ltimos 30 a?os, siempre con los mismos resultados), nada se ha hecho al respecto. Ni se est¨¢ haciendo. ?O acaso ven a nuestros gobiernos, tanto el espa?ol como el valenciano, muy dedicados a esta labor ¡°estructural¡±?
Ambas realidades impresentables, recortes de excesos cuestionables y reformas estructurales inexistentes, confluyen se?aladamente en la ense?anza. Para sacar al pa¨ªs de la situaci¨®n en que estamos, seg¨²n la receta que se nos est¨¢ aplicando, la educaci¨®n p¨²blica no es parte del remedio, elemento esencial de esas estructuras que han de ser mejoradas, sino lastre y exceso que hay que liquidar.
Por lo visto, seg¨²n el credo de los peculiares responsables en materia educativa que tenemos, la manera de mejorar el sistema es detraerle recursos para as¨ª lograr una sana competencia (o algo parecido).
No es tan importante en qu¨¦ condiciones se ense?a como que la gente sienta el aguij¨®n de la necesidad. Una visi¨®n peculiar, ciertamente, porque si de esos par¨¢metros dependiera lograr grandes resultados Espa?a, a la luz de su secular desapego a meter dinero en la ense?anza p¨²blica, hace a?os que estar¨ªa dando lecciones al mundo. La realidad es m¨¢s bien la contraria.
La ventaja de partir de tan bajo, eso s¨ª, es que es muy f¨¢cil mejorar y saber qu¨¦ hay que hacer: copiar a los que mejor lo hacen, que en esto son casi todos en Europa. La receta para esta ¡°reforma estructural¡± es muy sencilla. Nada mejora tanto a la Universidad como que se meta m¨¢s dinero en¡ la ense?anza secundaria. Y nada mejora tanto la calidad de la secundaria como hacer una inversi¨®n generosa en¡ ense?anza primaria. Aqu¨ª, en cambio, nos empe?amos en detraer recursos cuando ya invertimos mucho menos que la media europea. Y lo hacemos justamente en mayor medida en primaria y secundaria.
Ma?ana hay convocada huelga en todo el sistema educativo. Sobran las razones para secundarla.
http://blogs.elpais.com/no-se-trata-de-hacer-leer/
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