485 euros por un d¨ªa de hospital
Las ONG denuncian que los hospitales ya no atienden a inmigrantes
La ONG M¨¦dicos do Mundo ha contado entre enero y marzo de este a?o una treintena de casos de pacientes inmigrantes a los que se les ha denegado, o complicado sin necesidad, la atenci¨®n m¨¦dica. Hay situaciones de todo tipo, desde embarazadas en situaci¨®n irregular a las que se les pide la tarjeta sanitaria ¡ªlas gestantes tienen derecho a asistencia sea cual sea su situaci¨®n legal¡ª, a denegaci¨®n de pruebas o de la profilaxis de prevenci¨®n tras la rotura de un preservativo. ¡°Seguramente son muchos m¨¢s, estos son los que han llegado a nosotros¡±, explica Ana Mateo, portavoz de la ONG, que achaca estos casos al discutido decreto que la Xunta aprob¨® en septiembre del a?o pasado y que establece un m¨ªnimo de seis meses de empadronamiento para acceder a la tarjeta sanitaria. A finales de este verano, esos pacientes perder¨¢n de todas formas su derecho a la sanidad porque se les exigir¨¢ justificar una residencia legal.
?¡°Desde aqu¨ª queremos llamar a la objeci¨®n. Curar es un derecho y debemos ejercerlo sin restricciones¡±, clam¨® Mateo, que ayer presentaba en Santiago, junto al Foro Galego de Inmigraci¨®n ¡ª integrado por m¨¢s de un centenar de asociaciones¡ª y el colectivo Esculca, la VIII Asamblea Xeral Galega de Inmigraci¨®n e Emigraci¨®n de Retorno, que se celebrar¨¢ este domingo en la Escola Municipal de M¨²sica de A Coru?a. El encuentro, bautizado con el lema ? racismo, non ¨¦ austeridade, versar¨¢ precisamente sobre la p¨¦rdida de derechos consignada por el real decreto ley 16/2012 de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud.
De la asamblea del domingo saldr¨¢ un documento con propuestas de acciones contra las medidas impuestas por el gobierno, que en palabras del portavoz del Foro Galego de Inmigraci¨®n, Miguel Fern¨¢ndez, ¡°est¨¢n sirviendo para alimentar discursos de corte xen¨®fobo¡±. Restricci¨®n tras restricci¨®n, con el acceso a la sanidad p¨²blica que se estrecha para uno de los colectivos m¨¢s vulnerables, la portavoz de M¨¦dicos do Mundo tacha de ¡°mezcla interesada¡± el argumento, tan en boga, del ¡°turismo sanitario¡± para cerrar el paso a parte de los extranjeros. ¡°El inmigrante no es un turista. Aunque no est¨¦ en situaci¨®n legal, paga impuestos que indirectamente financian el sistema de salud¡±. Y advierte: ¡° La restricci¨®n tiene costes sanitarios y econ¨®micos. Es m¨¢s costoso a largo plazo negar la sanidad¡±, se?ala.
Adem¨¢s del derecho amputado a la sanidad, la Asamblea debatir¨¢ sobre el peso al que tienen que hacer frente las asociaciones en el reparto de alimentos, la situaci¨®n de las empleadas del hogar y los controles policiales, ¡°basados en criterios raciales¡±, que la Polic¨ªa se resiste a reconocer pese a reconocer impl¨ªcitamente su existencia al prohibirlas mediante una circular el pasado domingo.
¡°Me dijeron que me fuese a la privada¡±
De recorte a recorte, esta es la sensaci¨®n de Valentina, prostituta argentina residente en Vigo en situaci¨®n irregular, que acudi¨® a mediados de diciembre del a?o pasado a las urgencias del Hospital Xeral de Vigo con las plaquetas por los suelos y hematomas por todo el cuerpo. Los administrativos le pidieron el pasaporte al entrar y se qued¨® ingresada. A las pocas horas, recibe una llamada del departamento de cuentas del centro que le informa de que cada d¨ªa de ingreso le costar¨¢ 485 euros, sin contar el material desechable. ¡°Una m¨¦dico lleg¨® a decirme que me fuese a una cl¨ªnica privada, que me saldr¨ªa m¨¢s barato. Me trat¨® muy mal, me dej¨® a punto de llorar¡±, cuenta.
Angustiada por la deuda que seg¨²n el propio hospital estaba contrayendo, Valentina se puso en contacto con Faraxa, una asociaci¨®n viguesa que lucha por la abolici¨®n de la prostituci¨®n; gracias a su mediaci¨®n logr¨® no tener que hacer frente a una factura de casi 15.000 euros ¡ªse qued¨® ingresada un mes, hasta el 16 de enero¡ª que por sus ingresos es incapaz de pagar. La mujer no ten¨ªa empadronamiento en la ciudad, a la que lleg¨® dos semanas antes de caer enferma, y sin posibilidad de tramitar una tarjeta porque la norma aprobada en septiembre le exig¨ªa seis meses de antig¨¹edad en el padr¨®n. Tras su paso traum¨¢tico paso por urgencias ¡ªun servicio, en teor¨ªa, garantizado en cualquier caso¡ª consigui¨® empadronarse y el pr¨®ximo mes cumplir¨¢ los 183 d¨ªas que le reclama la Xunta para acceder a una tarjeta. No le servir¨¢ de mucho. El ¨²ltimo d¨ªa de agosto tendr¨¢ que presentar tambi¨¦n el permiso de residencia. Y no lo tiene.
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