La defensa de Cobos sugiere que su exesposo pudo enga?arla

La abogada de Rosa Cobos, exesposa del exdirector de la Hacienda de Ir¨²n Jos¨¦ Mar¨ªa Bravo, imputada como ¨¦l por el supuesto fraude en esa oficina tributaria, sugiri¨® ayer que su clienta pudo ser enga?ada por su ex,arido, si finalmente se acredita que el dinero de sus cuentas pertenec¨ªa al fisco foral.

La letrada Mari Cruz L¨®pez Gasc¨®n desliz¨® esa posibilidad al presentar sus conclusiones ante el tribunal, en la ¨²ltima sesi¨®n del juicio, que arranc¨® el pasado 16 de abril en la Audiencia de Gipuzkoa y ayer qued¨® visto para sentencia. La fiscal¨ªa pide para Cobos seis a?os y tres meses de c¨¢rcel por sendos delitos de blanqueo de capitales y alzamiento de bienes, mientras que la acusaci¨®n particular demanda siete a?os y cinco meses por los mismos delitos y por el de malversaci¨®n.

L¨®pez Gasc¨®n insisti¨® en la inocencia de su patrocinada, de quien dijo que ¡°jam¨¢s ha podido imaginar¡± que existiera en sus cuentas ¡°cantidad alguna que proviniera de los contribuyentes guipuzcoanos¡±, informa la agencia Efe.

A su entender, adem¨¢s, en la vista no ha quedado acreditado que Bravo haya sacado de Hacienda las ¡°ingentes¡± cantidades de dinero que se le imputan ¡ªse apropi¨® de 1,9 millones de euros, seg¨²n la fiscal¨ªa¡ª. Pese a ello, la letrada pidi¨® al tribunal que analice si Cobos ¡°pudo ser enga?ada¡± por su exesposo, dado que ¡°cualquier aut¨®nomo¡± o un abogado, como ella misma, podr¨ªa enga?ar a una persona con la que comparta la titularidad de una cuenta ingresando en ella una cantidad il¨ªcita y atribuirla a la minuta de un cliente.

L¨®pez Gasc¨®n s¨ª admiti¨® en cualquier caso que a Cobos le constaba que su marido ten¨ªa unos ingresos ¡°mucho mayores¡± a su salario como funcionario, si bien ella cre¨ªa que proced¨ªan de su trabajo como asesor y abogado, entre otros negocios.

Bravo decide renunciar al turno de ¨²ltima palabra en la vista

Cuando la acusada pregunt¨® a Bravo por estas cantidades su esposo, del que ahora est¨¢ separada, le ofreci¨® ¡°una explicaci¨®n coherente¡±. ¡°?Por qu¨¦ iba a desconfiar de su marido, por qu¨¦ iba a pensar que su exesposo estaba pudiendo sacar dinero de los contribuyentes, en qu¨¦ cabeza cabe que Rosa pudiera sospechar de ¨¦l?¡±, se pregunt¨® su defensora.

La abogada intent¨® desacreditar la malversaci¨®n de caudales p¨²blicos que le imputa la acusaci¨®n particular y que, en su opini¨®n, no puede cometer su cliente, ni siquiera como cooperadora necesaria, ya que se trata de un delito especial que, salvo casos contados, se atribuye a autoridades y funcionarios p¨²blicos. Se mostr¨® convencida adem¨¢s, de que de haberse cometido ese delito se hubiera producido por los ingresos presuntamente indebidos en las cuentas de Bravo independientemente de que Cobos hubiera constado como cotitular o autorizada en ellas.

La letrada rechaz¨® tambi¨¦n en el informe que su defendida participara en el blanqueo del dinero procedente del supuesto fraude a trav¨¦s de sociedades interpuestas o los pr¨¦stamos que solicit¨® y neg¨® que incurriera en un delito de alzamiento de bienes por la venta de su vivienda en Francia.

Finalizado el informe de L¨®pez Gasc¨®n, el presidente del tribunal, I?aki Subijana, record¨® a los acusados su derecho a decir la ¨²ltima palabra, posibilidad que Bravo declin¨® y que Cobos aprovech¨® para reiterar su inocencia.