Baltasar Garz¨®n: ¡°Hoy tengo mis dudas, m¨¢s que razonables, sobre el sistema judicial espa?ol¡±
El exmagistrado visita Londres para recordar el ¡®caso Pinochet¡¯, 25 a?os despu¨¦s. A punto de la edad de jubilaci¨®n, anuncia su intenci¨®n de reclamar al Tribunal Supremo que le devuelva su condici¨®n de juez
El despacho londinense de abogados Guernica 37 Chambers, fundado por Almudena Bernab¨¦u y Toby Cadman, trabaja por todo el mundo en defensa del Derecho Internacional Humanitario. Cuando se han cumplido 25 a?os de la resoluci¨®n del caso Pinochet, el bufete ha querido convocar a la comunidad jur¨ªdica de la capital brit¨¢nica a un encuentro con Baltasar Garz¨®n (Ja¨¦n, 69 a?os), el exmagistrado que demostr¨® al mundo que era posible llevar al terreno pr¨¢ctico los principios de la justicia universal.
Garz¨®n ha charlado con EL PA?S en los jardines de Middle Temple, uno de los cuatro barrios de Londres que agrupan despachos jur¨ªdicos cargados de tradici¨®n y solera.
Pregunta. Pinochet volvi¨® a Chile, y muri¨® en la cama. ?Mereci¨® la pena?
Respuesta. La historia judicial de Chile cambi¨®, se abandon¨® una impunidad que era rampante. O¨ªr entonces al candidato Joaqu¨ªn Lav¨ªn, y a toda la derecha chilena, que era pinochetista, reclamar la entrega del dictador porque quer¨ªan juzgarlo ellos fue ya un avance impresionante.
P. Hoy el caso Pinochet es reconocido en todas partes como la demostraci¨®n de que la justicia universal era algo m¨¢s que un principio bienintencionado.
R. La jurisdicci¨®n universal tiene un alcance muy importante. Es el ¨²ltimo basti¨®n de las v¨ªctimas para que se haga justicia. Cuando todo fracasa, siempre habr¨¢ un juez que, dentro de un sistema que reconozca el principio de jurisdicci¨®n universal, pueda actuar para evitar impunidad. Pero es que adem¨¢s, como ocurri¨® en este caso, se avanza en el propio pa¨ªs de origen de tal modo que ya no hay vuelta atr¨¢s.
P. Y, sin embargo, 25 a?os despu¨¦s, esa cierta idea de la justicia est¨¢ en entredicho, al contemplar Ucrania o Gaza.
R. Nunca va a ser f¨¢cil la persecuci¨®n de cr¨ªmenes horrendos cuando afectan a pa¨ªses o l¨ªderes de pa¨ªses que van a poner trabas. La prueba la tenemos hoy con las ¨®rdenes de detenci¨®n contra Vlad¨ªmir Putin o contra Benjamin Netanyahu. De nuevo se ha puesto en cuesti¨®n la tarea del Tribunal Penal Internacional.
P. Sugieren algunos que es un riesgo lanzar un ¨®rdago que no vas a poder sacar adelante.
R. Claro que es un riesgo. Porque se pueden producir avances, como pas¨® con Pinochet, o con Hiss¨¨ne Habr¨¦ del Chad, al que se conoc¨ªa como el Pinochet africano, que fue juzgado y condenado. Pero cuando la justicia universal fracasa, se corre el riesgo de que haya un retroceso, aunque no por eso la puedes dejar de aplicar.
P. Porque a esos niveles, la justicia tambi¨¦n tiene algo de pol¨ªtica¡
R. Cuando pa¨ªses como Francia, Reino Unido, Italia o Alemania cuestionan un organismo internacional que ellos contribuyeron a crear [ya han anticipado que no aplicar¨¢n la orden de arresto contra Netanyahu] y que financian, todo lo que desarrolla ese organismo se pone en tela de juicio. Es paradigm¨¢tico que un pa¨ªs como Estados Unidos, que nunca reconoci¨® al Tribunal Penal Internacional e incluso actu¨® frontalmente contra la instituci¨®n durante la ¨¦poca de George W. Bush, diga ahora [el presidente Biden] que la decisi¨®n contra Putin est¨¢ muy bien y que la apoyan. Y, sin embargo, la de Netanyahu la vean como una barbaridad. Hay un juego pol¨ªtico evidente, pero eso ocurre en todos los organismos judiciales internacionales, donde, por m¨¢s que se quiera, siempre habr¨¢ un componente no estrictamente jur¨ªdico, como podr¨ªa haber en el derecho interno de un pa¨ªs.
P. Hoy ya no parece claro tampoco eso ¨²ltimo¡
R. S¨ª, yo tambi¨¦n cuestiono que ah¨ª, en el ¨¢mbito dom¨¦stico, la jurisdicci¨®n sea tan as¨¦ptica e independiente como algunos afirman. Ahora se conoce como lawfare, pero desde siempre ha habido una clara intenci¨®n de instrumentalizaci¨®n del derecho con fines pol¨ªticos o econ¨®micos.
P. El t¨¦rmino en s¨ª es objeto de pol¨¦mica en Espa?a.
R. Recuerdo que todas las estructuras judiciales y pol¨ªticas conservadoras en Espa?a saltaron al un¨ªsono cuando oyeron el t¨¦rmino por primera vez, para decir que era mentira.
Mi caso puede ser un ejemplo de pre-lawfare. A m¨ª se me someti¨® a tres procesos y, diez a?os despu¨¦s, el Comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU, por unanimidad, dice que fue una sentencia parcial, arbitraria, sin previsibilidad penal, y que aun as¨ª se me conden¨®. Hoy, despu¨¦s de una decisi¨®n que es vinculante, yo no he recuperado mi posici¨®n.
P. ?Quiere recuperar su condici¨®n de juez?
R. Lo he pedido, y como no se me ha concedido, reclamar¨¦ ante el Tribunal Supremo. Se conden¨® a un juez por una interpretaci¨®n del derecho que se ha visto que era perfectamente v¨¢lida y que internacionalmente est¨¢ sustentada en firmes principios. Pero bueno, cuando llegue el momento, veremos. Y si no, pedir¨¦ al Consejo General del Poder Judicial que se cumpla el dictamen del comit¨¦.
P. ?Hay una confabulaci¨®n de los jueces contra el Gobierno en Espa?a?
R. Yo no puedo decir que haya una confabulaci¨®n judeo-mas¨®nica contra todo el mundo por parte de los jueces y fiscales, en contra del Gobierno actual, pero lo que s¨ª puedo decir, y me remito a los hechos, que son reiterados, es que muchas decisiones van siempre en un sentido determinado.
P. Pero un juez investiga, y la instancia superior le permite seguir adelante. ?No es eso el funcionamiento normal de las instituciones?
R. Hay determinadas acciones que te ponen en esa tesitura de preguntarse qu¨¦ est¨¢ ocurriendo aqu¨ª. Las investigaciones prospectivas son tremendas. Yo discrepo de lo que est¨¢ ocurriendo con la investigaci¨®n del juez [que investiga a Bego?a G¨®mez, Juan Carlos] Peinado y la aquiescencia parcial de la Audiencia Provincial. Respeto la independencia judicial, pero creo que ambas son equivocadas. ?Cu¨¢les son los hechos reales que se imputan a esta persona? Si no hay una consistencia m¨ªnima, unos indicios, una l¨ªnea de investigaci¨®n¡ tienes que cerrarla. Aunque sea la mujer del presidente del Gobierno.
P. ?Cree que no habr¨¢ consecuencias penales?
R. Vamos a ver en qu¨¦ queda todo esto, porque van cambiando los elementos de investigaci¨®n, y el ¨²nico elemento que permanece es la persona [Bego?a G¨®mez]. Y eso es muy peligroso. Cuando te centras en la persona y no en los hechos, corres el riesgo de caer en el derecho penal del enemigo [el t¨¦rmino acu?ado por el penalista alem¨¢n G¨¹nther Jakobs para definir el derecho que persigue personas, no hechos delictivos].
P. ?Desconf¨ªa del sistema judicial espa?ol?
R. Toda mi vida fue enfocada a ejercer como juez, no como abogado. Pero cuando la vida se tuerce y te juegan una mala pasada, tienes que seguir adelante y reinventarte. Hoy tengo mis dudas, m¨¢s que razonables, sobre el sistema judicial espa?ol. No sobre las personas. Conozco muchos jueces, fiscales y funcionarios que no es que sean buenos, son lo siguiente. Sin horas, sin vacaciones, volcados en su servicio p¨²blico. Pero eso no quiere decir que, por los derroteros que vamos, el sistema sea el m¨¢s id¨®neo y tenemos la obligaci¨®n de ser conscientes en beneficio de todos.
P. Cambiando de asunto. Julian Assange, el fundador de Wikileaks, a quien usted represent¨®, acab¨® admitiendo un delito para no ser entregado a Estados Unidos.
R. Nosotros no le aconsejamos que tomase esa decisi¨®n, pero la comprendimos. En definitiva, ahora ¨¦l se est¨¢ recuperando, todav¨ªa sigue firme con sus principios. Yo estoy contento por verlo ¨¦l con su familia.
P. Fue un asunto en el que se implic¨® usted mucho.
R. Me afect¨® mucho porque el ataque a la libertad de expresi¨®n y la libertad de acceso a la informaci¨®n fue brutal. Y siempre tendr¨¦ que decir que hubo mucho apoyo inicialmente, pero despu¨¦s se cuestion¨® m¨¢s por la persona que por el fondo de la cuesti¨®n. Dec¨ªan que Julian era una persona muy conflictiva, y yo respond¨ªa, ?y qu¨¦ tiene eso que ver?
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