El nuevo Sant Pau acumul¨® un sobrecoste de 77 millones en cuatro a?os
El hospital adjudic¨® a dedo dos de las cuatro fases del proyecto Un informe interno alert¨® en 2005 de "situaciones poco claras en las obras" La construcci¨®n del edificio se llev¨® a cabo entre 2000 y 2009
La construcci¨®n de un nuevo hospital supone un ingente reto de gesti¨®n en el que la estricta planificaci¨®n y el control de la larga cadena de contratistas y proveedores es la ¨²nica vacuna para que el proyecto llegue a buen t¨¦rmino. El nuevo hospital de Sant Pau, edificado a partir de 2000 e inaugurado en su totalidad en 2009, no ha sido un buen ejemplo de ello. EL PA?S ha tenido acceso a decenas de documentos ¡ªinformes internos, convenios, licitaciones...¡ª de esos a?os que muestran un rosario de modificaciones, errores y retrasos cuyo resultado se resume en una cifra: 77 millones de euros. Esta es la desviaci¨®n ¡ªdel 35%, desde los 216 millones previstos inicialmente hasta 293 millones de euros¡ª que ya acumulaba el nuevo equipamiento sanitario en 2005, cifra que hubo que contener (no reducir) con dr¨¢sticas medidas de correcci¨®n y moderaci¨®n de gastos, incluido el uso de materiales de calidad inferior a la prevista inicialmente para un hospital en el que todo empez¨® a lo grande.
Las obras seg¨²n un informe de Sant Pau
- Durante el desarrollo del proyecto "ha faltado rotundidad por todas las partes implicadas, en la seriedad y el cumplimiento de los plazos".
- Ha habido "deficiencias y situaciones poco claras en la contrataci¨®n de la obra y en los cambios de planificaci¨®n".
- Ha reinado una "elevada permisividad en los costos de construcci¨®n" de la obra por parte de la propiedad.
- "La desviaci¨®n asciende al 35% sobre el presupuesto inicial" sin que se haya avanzado en el estudio de las v¨ªas de financiaci¨®n.
- "Las desviaciones del coste de la obra y la ausencia de un concurso p¨²blico dificultan aclarar la historia pasada".
- El proyecto se vio minado por la "inexistencia de una planificaci¨®n global hasta su finalizaci¨®n".
Si hay que concretar una fecha de bautizo del nuevo equipamiento, esta podr¨ªa ser el 4 de octubre de 2000, cuando fue adjudicada la primera de las cuatro fases del proyecto. El concurso p¨²blico, por 10,6 millones de euros, fue ganado por una uni¨®n temporal de empresas, que pasar¨ªa a llamarse UTE Sant Pau, formada por OHL, Emte y Guinovart.
Es en esta primera etapa, entre 2000 y 2004, cuando se toman un c¨²mulo de decisiones que posteriormente casi hacen descarrilar el proyecto. La direcci¨®n de Sant Pau est¨¢ en esos a?os en manos de Joaquim Esperalba (actual gerente del Consorcio Sanitario de Matar¨®) y Josep Anton Grau i Rein¨¦s (actual director del Incas¨°l, de la Generalitat). Los titulares del Departamento de Salut, que financiaba el 100% de las obras, eran Eduard Rius y Xavier Pom¨¦s, quien ha vuelto esta semana a Sant Pau como presidente del patronato de la fundaci¨®n que gestiona el centro sanitario.
La primera gran decisi¨®n cuestionable es la adjudicaci¨®n a dedo de las dos siguientes fases de construcci¨®n del nuevo hospital. La UTE Sant Pau hab¨ªa ganado el concurso de la primera con una oferta un 22% por debajo del precio de licitaci¨®n, ahorro que posteriormente saldr¨¢ caro. El 21 de febrero de 2002, Sant Pau adjudic¨® a dedo, sin concurso p¨²blico, a la misma UTE la segunda fase del proyecto por 16,4 millones. El 12 de noviembre de ese mismo a?o har¨ªa lo mismo con la tercera por 56,5 millones. Ambas fases supusieron, seg¨²n un informe interno, ¡°un sobrecoste del 11% y del 21% sobre el presupuesto del proyecto¡±, m¨¢s de 13 millones en total.
Los documentos de esos a?os, sin embargo, apenas citan el aumento de los costes y se centran sobre todo en las tensiones de tesorer¨ªa que sufr¨ªa la Muy Ilustre Administraci¨®n (MIA), el ¨®rgano director de la fundaci¨®n que gestiona el patrimonio de una instituci¨®n con 600 a?os de historia. El dinero de la Generalitat no acababa de llegar y las inversiones avanzadas por la MIA sumen a la instituci¨®n en una grave crisis de liquidez. Otro tema recurrente son las diferencias entre la UTE y el hospital por numerosas discrepancias en el proyecto y retrasos en los pagos. La constructora acabar¨ªa reclamando al hospital 14 millones de euros.
Pese a todo ello, el dinero sigue saliendo con cierta alegr¨ªa de la instituci¨®n. En abril de 2003 se firma un contrato con Philips por el que esta empresa intermediar¨¢ en la compra de hasta 10 millones de euros en material para equipar el nuevo hospital, 5,1 de ellos en muebles. El 2 de junio, el hospital firma un convenio con la Agencia de Patrocinio y Mecenazgo de la Generalitat para la adquisici¨®n e instalaci¨®n en el vest¨ªbulo del nuevo edificio de una gran escultura de la artista Soledad Sevilla. El coste asciende a 253.391 euros, aunque posteriormente el centro intentar¨¢ que Philips y UTE Sant Pau asuman parte de la compra.
El 19 de noviembre, Sant Pau firma otro convenio con la consultora Codeh Internacional para la direcci¨®n de varios proyectos relacionados con el nuevo edificio y su gesti¨®n. La factura anual asciende a 536.182 euros, cifra que tras la salida de Grau i Rein¨¦s ser¨¢ renegociada. El convenio se rescinde en julio de 2004 y se elabora uno nuevo en tres meses casi cuatro veces m¨¢s barato: 162.400 euros. Codeh Internacional es una consultora con dos socios, uno de los cuales es Jaume Roma Rodr¨ªguez, el consejero de Obras P¨²blicas m¨¢s breve que ha tenido la Generalitat. Nombrado por Jordi Pujol en noviembre de 1994, tuvo que dimitir siete meses m¨¢s tarde por un caso de corrupci¨®n. En esas mismas fechas se firma otro acuerdo con la agencia de comunicaci¨®n ?gora GCI por un coste de 3.480 euros mensuales, contrato que fue rescindido 2004.
"Ha habido una elevada permisividad en los costes de la construcci¨®n"
Las obras est¨¢n a finales de 2003 y durante 2004 en una situaci¨®n que corre el riesgo de desbocarse. Es entonces cuando el primer tripartito llega al poder y, con Marina Geli en el Departamento de Salud, se impone un cambio en la direcci¨®n de Sant Pau. El nuevo gerente, Jordi Colomer, lleva a cabo una profunda revisi¨®n de todo el proyecto que culmina en un informe, en abril de 2005, presentado al patronato.
Las conclusiones del trabajo son demoledoras, tanto por lo que dicen como por lo que dan a entender. Destaca, entre muchos otros problemas, los costes muy por encima de lo previsto, el retraso de las obras, ¡°la inexistencia de planificaci¨®n global¡±, graves ¡°deficiencias en el proyecto¡± original y ¡°desv¨ªos econ¨®micos importantes debidos a un elevado n¨²mero de obra contradictoria¡±, la que una vez hecha se ve que es incompatible con el conjunto del proyecto.
El informe incluye frases, sin embargo, de mayor calado, como cuando destaca las ¡°deficiencias y situaciones poco claras en la contrataci¨®n de la obra y en los cambios de planificaci¨®n¡±. Tambi¨¦n se?ala ¡°una elevada permisividad en los costes de construcci¨®n de la obra por parte del hospital¡± y que ¡°ha faltado rotundidad por todas las partes implicadas, en la seriedad y el cumplimiento de los plazos de la obra¡±. Un desaguisado que el propio informe admite que es casi imposible aclarar: ¡°Las desviaciones de coste y la falta de un concurso p¨²blico dificulta aclarar la historia pasada¡±.
El desarrollo de las obras, en resumen, hab¨ªa llegado a una situaci¨®n insostenible. El coste inicial, de 216 millones (equipamiento incluido), hab¨ªa ascendido a casi 300 y amenazaba con crecer a¨²n mucho m¨¢s si no se adoptaban decisiones dr¨¢sticas. Una fue reducir la ¡°calidad excesiva [de los materiales] promovida desde el propio hospital¡±. Otras, la revisi¨®n de numerosos contratos firmados en los a?os anteriores, incluido el de Philips.Otra decisi¨®n de gran calado fue el cambio de la UTE constructora con un concurso p¨²blico para acometer la cuarta fase de las obras, adjudicadas por 57,5 millones de euros, ganada por otra UTE liderada por la Axima-Dragados.
El nuevo hospital de Sant Pau fue inaugurado el 3 de julio de 2009 por la consejera Geli. Aquel d¨ªa todo fueron sonrisas y buenas palabras.
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