Est¨¤ tot molt mal
"Cuando la econom¨ªa se deteriora y los caudales particulares se resienten o ya no se sienten, entonces cunde el fatalismo"
Vicent, valenciano de La Costera, se fuma un puro mientras prepara el c¨¦sped que ha de colocar a los pies de una falla. En realidad, no se lo fuma, pues el calique?o est¨¢ apagado. Cuando advierte esta desgracia, el cigarro sin brasa, Vicent sentencia: ¡°Est¨¤ tot molt mal, est¨¢ tot molt mal. Molt mal est¨¤ tot¡±. Sin duda hay algo incongruente y simp¨¢tico en ese diagn¨®stico: Vicent no abandona el alborozo a pesar de las malas noticias.
Cuando la econom¨ªa se deteriora y los caudales particulares se resienten o ya no se sienten, entonces cunde el fatalismo. Nada se puede hacer, nos decimos para consolarnos mientras le damos una calada al cigarro. ?De verdad? A¨²n podemos asfaltar y empezar. O tapizar el suelo para erigir algo nuevo.
El v¨ªdeo de Vicent diciendo con media sonrisa que ¡°est¨¤ tot molt mal¡± podemos verlo en Pedra Paper Tisora, un espacio audiovisual de participaci¨®n ciudadana, un collage de im¨¢genes sobre la vida en la Valencia de ahora mismo. En dicho programa televisivo, al que se puede acceder en Internet, las gentes se muestran con orgullo, salen del armario, reclaman su lugar, exigen a las Administraciones, proclaman sus metas y, adem¨¢s, lo hacen compartiendo sus v¨ªdeos. Con montaje jovial y sin pesadeces, los responsables del programa confirman lo que nos tem¨ªamos: est¨¢ todo muy mal, s¨ª, pero a¨²n hay personas que no se abandonan.
Como no se resignan los m¨²sicos. Por ejemplo, los j¨®venes de Benimaclet: del Centre Instructiu Musical o del Taller de M¨²sica. Los conozco desde hace a?os y con frecuencia asisto a los conciertos de sus respectivas orquestas y bandas. Est¨¢ todo muy mal, s¨ª, pero mientras tanto hay una muchachada que aprende m¨²sica, que desarrolla sus cualidades, que afina sus estilos y, encima, se divierte. Hay j¨®venes que se disciplinan, que se esmeran: algo que en una orquesta o en una banda es logro colectivo. Perm¨ªtanme la evidencia. En un grupo musical, el virtuosismo no es nada si el conjunto no se somete y acompasa, si no hay entrega. Ha de haber un director que sepa sacar lo mejor de cada uno. El simple ego¨ªsmo arruina.
Los casos que he detallado podr¨ªan servir de ilustraci¨®n: de lo que es participar, de lo que es responsabilizarse. En los bancos, en las empresas, en las tareas comunes, el simple ego¨ªsmo tambi¨¦n arruina: resulta catastr¨®fica la falta de generosidad, de jovialidad, que acaban siendo palabras sin¨®nimas.
Durante a?os hemos tenido gentes cenizas que nos han dejado todo calcinado. Aunque, eso s¨ª, ellos se han puesto a buen recaudo. No propongo chamuscarlos, pero la verdad es que nos tienen muy quemados. Algo habr¨¢ que hacer. En fin, sigamos a Vicent, el fallero de La Costera, que parece estar dispuesto a prenderle fuego a su cigarro, al fastidio. Y a la hartura.
http://blogs.elpais.com/presente-continuo/
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