Tiempo de novela negra
Jos¨¦ Javier Abasolo, Francisco Letamendia, F¨¦lix G. Modro?o encuadran sus obras en el g¨¦nero El escritor Jon Arretxe defiende que ¡°siempre ha estado de moda¡±
La novela negra gana peso entre los escritores vascos y la Feria del Libro de Bilbao lo refleja. Desde hace seis a?os dedica una de sus jornadas a las obras escritas dentro de los l¨ªmites del g¨¦nero. Jos¨¦ Javier Abasolo, un veterano en los territorios de la novela policiaca, el reci¨¦n llegado con La mujer en la cueva (Txertoa) Francisco Letamendia, y F¨¦lix G. Modro?o, con su recreaci¨®n del Bilbao de principios del siglo XX en La ciudad de los ojos grises (Algaida), fueron ayer los invitados a mostrar las obras publicadas en los ¨²ltimos meses.
La aproximaci¨®n al g¨¦nero negro de los autores vascos resulta dispar. Abasolo ha recuperado en La luz muerta (Erein) a Goiko ¡ª el ex ertzaina reconvertido en detective que cre¨® para P¨¢jaros sin alas¡ª, con el que teje una trama en la que se cruzan un forense y una chica muerta por consumir hero¨ªna.
La mujer en la cueva ¡ªla novela de ¡°un primerizo de 68 a?os¡±, en palabras de su autor¡ª est¨¢ ambientada en 1983. Parte del secuestro de la esposa de un senador de la izquierda independentista por parte de un grupo desconocido. Modro?o cuenta la investigaci¨®n de un crimen en medio del vertiginoso cambio que sufre la ciudad.
¡°La novela negra siempre ha estado de moda. Si aumentan los escritores vascos que escriben dentro del g¨¦nero, mejor¡±, dice Jon Arretxe. Su obra 19 c¨¢maras (Erein), publicada de forma simult¨¢nea en euskera y castellano, ha salido de imprenta justo para llegar a tiempo a la feria bilba¨ªna.
¡®19 c¨¢maras¡¯ est¨¢ protagonizada
Las 19 c¨¢maras de las que habla el t¨ªtulo son las del despliegue de vigilancia en el barrio de San Francisco, en Bilbao, donde vive su protagonista, un joven de Burkina Faso que sobrevive en un piso con otros seis inmigrantes africanos haci¨¦ndose pasar por vidente.
Las anteriores novelas de Arretxe transcurr¨ªan en escenarios que el autor conoc¨ªa gracias a sus viajes. Par¨ªs, Estambul, M¨²nich o T¨¢nger han sido as¨ª escenarios de sus historias. La elecci¨®n de un entorno m¨¢s cercano fue una sugerencia de los lectores. Y en el Pa¨ªs Vasco el escritor no encontr¨® mejor lugar para situar una novela negra que el barrio de San Francisco, en Bilbao. ¡°El ambiente de novela negra que me gusta no es rural¡±, explica. ¡°Me encantan los barrios urbanos en los que se cruzan elementos de marginaci¨®n y pobreza¡±.
Durante seis meses se instal¨® en un piso de la mitad de la calle San Francisco, desde donde ve¨ªa la vida cotidiana del barrio. ¡°Es como una peque?a ?frica. No s¨¦ si me gustar¨ªa para vivir, pero un barrio as¨ª es una mina para un escritor de novela negra¡±, reconoce. ¡°Me ha dado la oportunidad de hablar de delincuencia, abusos policiales, marginaci¨®n, prostitutas abandonadas, gente mayor con problemas de alcoholismo, o viviendas deterioradas¡±. Pero San Francisco tambi¨¦n tiene otra cara. ¡°He descubierto que es un barrio muy vivo, que concentra a gente que yo admiro much¨ªsimo. Las ONG est¨¢n desprestigiadas hoy en d¨ªa, pero yo he conocido personas que trabajan voluntariamente o con sueldos b¨¢sicos por ayudar a los emigrantes y a quien no tiene nada¡±.
La vida en la marginaci¨®n de San Francisco choca en la novela con el ambiente de la ¨®pera, a trav¨¦s del contacto del protagonista con una mujer que canta en un coro. El inmigrante se convierte en un at¨ªpico detective que investiga un mundo que no es el suyo, lo que permite al autor introducir el humor en la critica social caracter¨ªstica de la novela negra. El protagonista no muere y su autor proyecta darle una larga vida en sus pr¨®ximas novelas, al estilo de los grandes del g¨¦nero.
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