Las v¨ªctimas consideran la ¡°amnesia colectiva¡± el mayor riesgo para el futuro
Un informe desgrana los testimonios de una veintena de amenazados por ETA
Las voces de 22 v¨ªctimas del terrorismo, en su mayor¨ªa personas amenazadas y en tres casos familiares, adem¨¢s, de otras asesinadas, traslucen, en un informe de la Fundaci¨®n Fernando Buesa y Bakeaz, una inquietud por ver relegados al olvido su sufrimiento y resistencia. El s¨ªntoma m¨¢s significativo lo encuentran en la receptividad social y electoral al discurso y la oferta de la izquierda abertzale desde las coaliciones Bildu y Amaiur. Las dos han recibido un amplio respaldo electoral y han llegado al gobierno de instituciones sin que haya mediado siquiera en sus dirigentes y representantes p¨²blicos ni asomo de autocr¨ªtica por un pasado, no solo de ¡°legitimaci¨®n¡±, sino de ¡°dinamizaci¨®n¡± de la acci¨®n terrorista.
La advertencia la extrae la soci¨®loga Izaskun S¨¢ez de la Fuente, a quien las dos entidades citadas encargaron un estudio sobre la base de las entrevistas a esas 22 v¨ªctimas. En su mayor¨ªa se realizaron antes de que ETA declarase el pasado 20 de octubre el cese defintivo del terrorismo, pero algunas se hicieron despu¨¦s.
Duras vivencias
- "Lleg¨® un momento, hacia 2001, en que mi mujer me dijo que no aguantaba m¨¢s. Dimit¨ª y estuvimos dos a?os sin la plaza porque nadie de la lista quiso ocuparla" (un concejal del PSE).
- Su hija le dijo: "Patxi [un escolta] me dice que hay que mirar debajo del coche para no pillar a los gatos, pero yo s¨¦ que es por si hay una bomba" (Imanol Zubero, fundador de Gesto y exsenador socialista).
- "Ten¨ªan una capacidad de acoso tremenda. Estaban envalentonados, se cre¨ªan los due?os del pueblo. Ninguno de los representantes de la izquierda abertzale se desmarc¨®, ni siquiera en privado. Ninguno me mostr¨® su solidariddad ante ninguno de los ataques que sufr¨ª". (Joxean Rekondo, exalcalde de Hernani)
- "Somos seis hermanos y alguno la acus¨® [a su madre] de haber puesto su integridad y nombre en riesgo. Le recriminaban: 'Esto lo ten¨ªas que haber pensado cuando te metiste, porque ahora todos estamos en peligro'. Para m¨ª, es la reacci¨®n de cobard¨ªa de esta sociedad reflejada en mi familia" (Jos¨¦ Manuel Lizarraga, concejal del PP).
Ese apoyo, por el que ¡°el MLNV alcanza cotas electorales que le permitir¨ªan incluso luchar por ser la primera fuerza en los pr¨®ximos comicios auton¨®micos¡±, dice S¨¢ez de la Fuente, levanta en las v¨ªctimas dos reflexiones que a la vez les suponen sendos motivos de inquietud. La primera es que la izquierda abertzale no est¨¦ haciendo una lectura cr¨ªtica de su pasado¡±, de esa responsabilidad ¡°hist¨®rica¡± en la prolongaci¨®n durante d¨¦cadas de la extensi¨®n del terror. La segunda, ¨ªntimamente relacionada con la anterior, se centra en lo que se se?ala como ¡°el mayor riesgo¡± de futuro: ¡°Que la poblaci¨®n, presa de una cierta amnesia colectiva¡±, haya dado la confianza a las coaliciones Bildu y Amaiur consider¨¢ndolas en ¨²ltima instancia ¡°aut¨¦nticas valedoras y fedatarias de la paz¡±.
De los 22 entrevistados, uno lo explica con especial claridad: ¡°Me preocupa que no rompan [la izquierda abertzale] con su narraci¨®n pol¨ªtica de que todos estos a?os eran una ¨¦poca que hab¨ªa que pasar y que la situaci¨®n actual no es una ruptura con lo anterior, sino su continuidad, una nueva fase que viene dada de lo anterior¡±. Quien as¨ª se expresa es el exalcalde de Hernani por EA Joxean Rekondo, para quien resulta ¡°endiablada¡± la derivada de que la ciudadan¨ªa haya votado a Bildu ¡°porque pensaba que votando a Bildu se consigue la paz¡±. Su partido es hoy socio de la izquierda abertzale en esta coalici¨®n. ¡°Lo que se plantea con esta idea es que para mantener la paz es necesaria la fortaleza de la izquierda abertzale. Esto es aceptar una especie de chantaje pol¨ªtico¡±, saca como conclusi¨®n, citada por la autora del informe.
Los afectados temen pasar ahora de ¡°perseguidos¡± a ¡°olvidados¡±
Entre las ideas que extrae para la reflexi¨®n, S¨¢ez de la Fuente resalta que la vida cotidiana de las v¨ªctimas de la persecuci¨®n se ha visto ¡°seriamente alterada en todos los planos¡± y sus proyectos personales ¡°truncados¡± en m¨¢s de un caso. El sentimiento de culpa ha hecho presa en ellas en otros, sobre todo cuando la victimizaci¨®n se traspasa generacionalmente ¡ªmadre concejal (Charo Dorda) con hijo concejal (Jos¨¦ Manuel Lizarraga) que coge su testigo¡ª o padres que caen en la cuenta de que sus hijos han nacido y crecido a la sombra de sus guardaespaldas.
Especialmente dolorosos resultan algunos testimonios, aunque son minoritarios, en los que se a?ade el choque o hasta la ruptura familiar. As¨ª le ocurri¨® a Manoli Uranga, quien debi¨® combinar su calvario desde que declar¨® su militancia en CC OO con los reproches de su hija adolescente, marcada con el insulto de tener una madre ¡°espa?ola¡± La presi¨®n ¡°asfixiante del entorno¡±, explica S¨¢ez de la Fuente. ¡°Hoy valora lo que hago¡±, respira la madre.
Peor es el caso de un concejal del PP, cuyo nombre no se cita. De sus seis hermanos, dos, mujeres ambas, consideran que es ¡°una deshonra¡± para su familia. ¡°Con una voy a tener un juicio ahora porque me ha dicho que me va a matar si ETA no lo hace antes. La otra me dijo que ETA me tiene que matar¡±, reconoce.
Por partida doble resulta dram¨¢tico el de de Pilar El¨ªas, exconcejal popular y viuda de Ram¨®n Baglietto, miembro de UCD asesinado por ETA en Azkoitia hace 32 a?os. No solo porque, como ya se conoce, el asesino de su marido fue el ni?o al que salv¨® de morir aplastado bajo un cami¨®n 18 a?os antes, sino porque, seg¨²n acusa y recoge el informe, fue ¡°el propio primo¡± de su marido, el exdirigente etarra Antxon Etxebeste ¡°quien orden¨® su asesinato¡±.
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