Cobi vive en el Montseny
Quim Guix¨¤ es el hombre que est¨¢ detr¨¢s y dentro del inflable de la mascota, que se hincha en 30 segundos
El cierre m¨¢gico se abre y la cara cubista del Cobi hinchable, de dos metros de altura, se desinfla un poco. De ¨¦l emerge, sonriente, como una mariposa que abandona su cris¨¢lida, el qu¨ªmico Quim Guix¨¤. El ruido del motor-ventilador que lo llena de aire se extingue, dejando solo el canto de los p¨¢jaros que disfrutan del sol en una urbanizaci¨®n en Sant Antoni de Vilamajor (Vall¨¨s Oriental, Barcelona). All¨ª, en el chalet-taller de Guix¨¤, naci¨® y vive la versi¨®n 3D del perro catal¨¢n m¨¢s pol¨¦mico.
¡°Lo pasamos muy mal cuando lo creamos. Cualquier dise?o tiene una geometr¨ªa, pero el Cobi de Javier Mariscal era solo un trazo. Fue un reto convertirlo en un modelo matem¨¢tico¡±, recuerda Guix¨¤, que lleva 30 a?os fabricando inflables. Su relaci¨®n con Els Comediants, el grupo que se encarg¨® de la ceremonia de clausura de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, le permiti¨® lograr el trabajo.
Adem¨¢s de las decenas de Cobis de dos metros que usaban los patrocinadores, creo la r¨¦plica del Estadi Olimpic que recorri¨® toda Espa?a para promocionar el acontecimiento. Y tambi¨¦n fabric¨® el modelo de 16 metros que se present¨® el 9 de octubre de 1988 en el Moll de la Fusta. All¨ª, como en todas las presentaciones, contuvo la respiraci¨®n. ¡°Tensi¨®n m¨¢xima. Si no hincha es todo el pa¨ªs el que se iba a tomar por saco¡±, bromea. Un d¨ªa sucedi¨®. Fue en un colegio. Los ni?os abrazaron la figura, algo fall¨® y se desinfl¨®, explica Asunci¨®n, esposa de Guix¨¤. ¡°Les dijimos que Cobi estaba enfermo¡±.
¡°Tardamos seis meses en tener el modelo definitivo¡±, cuenta el qu¨ªmico, de 64 a?os. Mariscal dio su visto bueno, recuerda, tras entrar a un hinchable de ocho metros, que se puso en un sitio del Born. ¡°Es curioso meterse en algo que he hecho¡±, fue la reacci¨®n del dise?ador.
Tradicionalmente las mascotas sol¨ªan ser de peluche, un peque?o y pesado infierno para el artista que iba dentro. ¡°El nuestro s¨®lo pesa dos kilos y permite m¨¢s flexibilidad y expresividad¡±, agrega. Dise?ar el habit¨¢culo interno de Cobi tuvo reto. Al tener las piernas m¨¢s cortas, pod¨ªa haber dificultades para caminar. El ¨²nico sost¨¦n del artista con la figura de poliamida est¨¢ en cuatro cordones que permiten atarse a las plantas de los pies del mu?eco. La vista con el exterior es a trav¨¦s de una rejilla de su boca. Bajo el sol, el calor es insoportable, pero el creador explica que por eso el mu?eco siempre est¨¢ un poco fofo: ¡°Hab¨ªa que renovar el aire para controlar la humedad y el actor no cayera tieso¡±.
Asunci¨®n ayuda a Guix¨¤ a disfrazarse. ¡°20 a?os despu¨¦s se pierde la costumbre¡±, bromea. Una vez dentro, la figura se infla en 30 segundos. El hombre no duda en saltar. Tal vez, contradiciendo a Mariscal, Cobi no ha muerto. Un pescador encontr¨® los restos del barco volador en el que parti¨® hacia el cielo el d¨ªa de la clausura, pero el perro sobrevivi¨®. Tiene su hogar en un saco azul en el taller de Guix¨¤, junto al Montseny.
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