El fiscal pide dos a?os para el alcalde de Cullera por consentir tres bares ruidosos

La Fiscal¨ªa de Valencia solicita una pena de dos a?os y tres meses de prisi¨®n contra el diputado provincial y alcalde de Cullera (Valencia), Ernesto Sanju¨¢n, al que acusa de permitir que tres pubs de la localidad superasen durante varios a?os los l¨ªmites de ruido permitidos. Seg¨²n consta en el escrito fiscal, el primer edil era conocedor de esta situaci¨®n por las continuas denuncias vertidas por parte de los vecinos afectados y, sin embargo, no actu¨®.

Asimismo, el fiscal pide contra Sanju¨¢n, a quien acusa de un delito de prevaricaci¨®n medioambiental, tipificado en el art¨ªculo 329 del C¨®digo Penal, ocho a?os de inhabilitaci¨®n especial para empleo o cargo p¨²blico, y que pague las costas procesales.

El fiscal tambi¨¦n dirige la acusaci¨®n contra los dos gerentes de los tres pubs --establecimientos ya cerrados-- que causaron molestias a los vecinos, para los que pide tres a?os y un mes de prisi¨®n por un delito contra el medio ambiente y los recursos naturales. Adem¨¢s, les solicita que paguen una multa de 6.600 euros. En relaci¨®n a la responsabilidad civil, pide una indemnizaci¨®n de 6.000 euros para cada vecino que acredite haber sido afectado.

Seg¨²n consta en el escrito de calificaci¨®n provisional, durante m¨¢s de 15 a?os, desde el inicio de las actividades de estos pubs --a?os 90-- hasta, al menos, julio de 2008, residentes de las comunidades de propietarios de los Edificios Madrid, Mar y Luz, N¨¢utic, Mar y Monta?a y Pato Salvaje, formularon multitud de denuncias ante la Polic¨ªa Local y el Ayuntamiento de Cullera en las que hicieron constar los perjuicios que estaban padeciendo por los ruidos.

Varias comunidades de vecinos formularon sucesivas denuncias desde los a?os 90

En concreto, en estas denuncias, los vecinos criticaban el funcionamiento ilegal de los pubs, la carencia e insuficiencia de insonorizaci¨®n de los mismos, la realizaci¨®n de actuaciones musicales en directo, la contaminaci¨®n ac¨²stica causada por la m¨²sica y los clientes de los mismos, as¨ª como otras actividades como la venta de bebidas alcoh¨®licas en la v¨ªa p¨²blica y el incumplimiento reiterado de los horarios de cierre.

A ra¨ªz de las quejas vecinales, se realizaron diversas inspecciones de los pubs rese?ados y del ruido causado por los mismos en el domicilio de los perjudicados. As¨ª, diversos especialistas tomaron muestras sonom¨¦tricas en m¨¢s de 20 ocasiones, desde 1997 hasta 2007, que constataron c¨®mo se superaba los topes de decibelios. En la mayor¨ªa de las viviendas, se percibieron niveles sonoros superiores a los 50 decibelios, llegando en alg¨²n caso a los 70 con las ventanas abiertas.

Estos niveles sonoros vulneraban los l¨ªmites de ruido establecidos en la normativa medioambiental vigente, y supon¨ªan un grave riesgo para la salud de las personas que habitaban en las viviendas colindantes a los tres pubs contra los que se dirige la acusaci¨®n, seg¨²n la calificaci¨®n fiscal.

Asimismo, desde mitad de los a?os noventa hasta 2008, el ingeniero t¨¦cnico industrial municipal inform¨® al Ayuntamiento de Cullera, en diversas ocasiones, en relaci¨®n a uno de los pubs, que su actividad era de "bar" y de que estaba prohibido todo tipo de ambientaci¨®n musical en el local, as¨ª como la existencia de cualquier aparato o equipo musical. El alcalde de Cullera recibi¨® un total de siete informes a este respecto.

Siete informes de un ingeniero municipal acreditaron los excesos en los tres locales

Adem¨¢s, otros informes emitidos por este ingeniero pon¨ªan de relieve que los limitadores de potencia de los equipos de reproducci¨®n musical originarios de los pubs, que se precintaron en su d¨ªa, estaban desconectados de los equipamientos musicales y se encontraban en situaci¨®n irregular.

El ingeniero emiti¨®, adem¨¢s, m¨²ltiples informes llamando la atenci¨®n sobre las diversas irregularidades de toda ¨ªndole existentes en los locales de ocio de los acusados y de otros muchos ubicados en la misma zona, y destac¨® la no presentaci¨®n de las preceptivas auditor¨ªas ac¨²sticas antes del plazo legal se?alado.

De esta vulneraci¨®n y los graves riesgos derivados eran "plenamente conscientes" --seg¨²n el fiscal-- los acusados durante todo el tiempo en que explotaron sus negocios, no poniendo soluci¨®n eficaz en las "m¨²ltiples" ocasiones en que fueron requeridos a tal fin, "incumpliendo de manera sistem¨¢tica y continuada la normativa medioambiental en materia ac¨²stica, generando reiteradamente la situaci¨®n de grave riesgo para la salud de las personas".

Respecto al alcalde de la localidad, Ernesto Sanju¨¢n, el fiscal indica que recibi¨® diversas denuncias de los vecinos en las que se hac¨ªa constar el funcionamiento ilegal de los pubs. Sin embargo, "durante a?os", "consciente" de dicha problem¨¢tica iniciada ya antes de tener la m¨¢xima responsabilidad en el consistorio y desde 1999, como responsable de la Alcald¨ªa durante ocho a?os "mantuvo una actitud completamente pasiva con los pubs" de la zona comprendida en las calles Barcelona, Algemes¨ª, Lorenzo Borja y Madrid.

Por ello, los vecinos perjudicados se vieron en la necesidad de ejercer acciones judiciales por v¨ªa administrativa con el fin de poder conseguir la aplicaci¨®n de la legalidad vigente y, consecuentemente, la revocaci¨®n de las licencias de los locales que no se ajustaban a la normativa. As¨ª, se instaron m¨²ltiples denuncias y querellas, que dieron como resultado una resoluci¨®n del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), por la que se condenaba expresamente al Ayuntamiento de Cullera a efectuar propuesta de declaraci¨®n de Zona Ac¨²sticamente Saturada (ZAS) de la zona en la que estaban los pubs.

Como consecuencia del funcionamiento ilegal de los pubs, se produjeron perjuicios de todo tipo, tales como depreciaci¨®n del valor de las viviendas ubicadas en la zona, obligando a algunos vecinos a malvender sus viviendas dada la "insufrible" contaminaci¨®n ac¨²stica existente. Asimismo, algunos vecinos sufrieron trastornos adaptativos mixtos por depresi¨®n con mareos, crisis de ansiedad y palpitaciones, y precisaron tratamiento m¨¦dico y farmacol¨®gico.