?A la mierda!
Estamos tan rodeados de cifras, palabras, palabros, met¨¢foras ¡ªsobre todo, met¨¢foras¡ª, mentiras y medias verdades, soliloquios y dem¨¢s empanadas mentales que nos hemos hecho agn¨®sticos en materia de econom¨ªa, finanzas, financieros, bancarios, ministros, secretarios de Estado. Incluso de los subsecretarios, ?anda que no tiene delito!
Yo, lo reconozco, me he abandonado al naufragio. A diferencia de Aznar en sus absurdas visitas a Bush hijo, no estoy trabajando en ello. Estoy en el m¨¢s absoluto paro en cuanto a la atenci¨®n a este baile de m¨¢scaras, a cada cual m¨¢s fea, m¨¢s arcaica, m¨¢s falsa. Solo espero que no me rescaten de este duermevela en el que me he sumido voluntariamente con el ¨²nico af¨¢n de mandarles a la mism¨ªsima mierda. Estoy en mi derecho. Teniendo en cuenta que nadie me consult¨® sobre la crisis financiera, ni sobre la reforma laboral, ni sobre el rescate financiero ¡ªel cuponazo, seg¨²n Rajoy¡ª, si soy un mierda a nivel espa?ol y europeo, estoy en mi perfecto derecho de mandarles a la mierda, aunque s¨¦ que sus decisiones afectar¨¢n a mi vida tarde o temprano.
Una vez desahogado ¡ªantes de que nos ahoguen a todos despu¨¦s¡ª de este mar de cifras, palabras y palabros, hay algo que me espanta, me sobrecoge, me solivianta, me enerva y no sigo porque tendr¨ªa que acudir al diccionario de insultos de la real academia de la calle. La crisis ha demostrado una cosa: que alguien ten¨ªa miles y miles y miles y miles de millones escondidos en un enorme armario europeo. Cay¨® Irlanda y aparecieron millones de euros, luego con Grecia, luego con Portugal, ahora con Espa?a. No los he sumado, porque soy un perezoso compulsivo, pero ?se han fijado en los billones de euros que estaban por ah¨ª aparcados para sortear en el cuponazo de Rajoy?
En esto s¨ª. En esto s¨ª me enfado, me irrito, y tampoco sigo para no abrir de nuevo el diccionario de insultos de la calle. Si el dinero estaba ah¨ª, en el casillero de disponible, ?se puede entender la hambruna del Sahel, el hambre en general, la multitud de desastres para los que nunca hay dinero? ?No tienen, como yo, la sensaci¨®n de que nos est¨¢n tomando el pelo? ?De que no falta dinero, sino ganas de repartirlo bien? ?De que la m¨¢quina de hacer dinero la manejan unos pocos?
Ya s¨¦ que para algunos esto es demagogia barata, el t¨ªpico comentario insensato de un tipo que nada sabe de econom¨ªa, un aprovechategui de ocasi¨®n frente a las corbatas de la sabidur¨ªa. Pues s¨ª. Como Camar¨®n, me rompo el traje y me lo saco a jirones. Total, lo suyo solo son palabras. Ya la dijo Rafael Alberti, que a veces ¡°las palabras no sirven, son palabras¡±. Aunque dudo mucho que esas corbatas con un hombrecillo detr¨¢s hayan le¨ªdo alguna vez al poeta gaditano. Creo que no. Ser¨ªan distintos.
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